Joaquín PasosManolo Cuadra

126 REPERTORIO AMERICANO para que se refugiara entre su casa la gente humilde de los arravaies.
Se produjo un romántico trastrueque sin que fuera posible pone, becue a aquel caer de aceras en pecazes pues los pobres tranvias enamorados, so pretexto de estar descanada echaban a corr tras de sus pasos Manolo Cuadra que arrea el caballo de la lluvia, y cómo cantas, papagayo!
Ardilla de celuloide ¿en qué medītas con esa mano en la mejilla?
Triste payaso quieto ¿quién te dijo el secreto profundo de la farse del mundo?
Triste payaso, triste como el Pierrot de Picasso.
Rey de los monigotes, gato de siete bigotes, carrousel del firmamento, árbol del viento, Saltamonte anacoreta, peineta del monte.
Te arrojo todo mi amor de telescopio ti Es de notar al cabo su risa cuando pinta para los comedores sus cojines floreados.
los que han de reemplazar con una cinta a los antiguos cuadros de pescados.
Sobre la mesa deja caer y olvida sus carcajadas que pasan un día inútil, abiertas en abanico, mientras la cesta se colma de flores tan alocadas que hacen las veces de las sonrisas en el pico.
En los senderos de arena tiene sus rutas tranquilas la joven pescadora de rosas esponjosas dueña de una peqera de lirios y de lilas y de un pequeño acuarium de tuberosas.
Ahora desde el muelle de la fuente de crmento pesca en el jardin peces de seda y como la caña alza su pierna en el momento de atrapar las sardinas de la reseda.
Perfil Yo soy triste como un policía de esos que florecen en las esquinas con un frio glacial en el estómago y una gran nostalgia en las pupilas.
Pero yo olvidé la clava y me puse el alma en la mano. mis pobres nervios enfermaron tantas babosadas municipales.
Calles inexpresivas como peliculas americanas (Los peluqueros no tienen alma proclama mi barba sucia)
Yo soy triste como un policia de esos que florecen en las esquinas.
Manolo Cuadra Rivas Colibri, Pajaro cuna, ave sola en el vuelo, Calcetin de la luna.
ropa interior de la ola, corpiño del cielo.
Joaquín Pasos 1932 Luego viene hacia mi, llena de besos revueltos, en un gardumen de azahar, y la pescadora huele a melón y a mango, porque esos son los olores de la pesca en este mar. ya está aqui antes de hablar, gime, sus pira, y al ver los pétalos de la flor más olorosa dice: La acabo de coger: aun respira.
Oh! Mira las agallas de esta rosa!
La pescadora de rosas La joven pescadora de rosas en el jardin festivo entra en la submarina gruta de la glorieta donde acaricia su corazón, chic, lucio y vivo, como una cascabel la culebra de la pandereta Joaquín Pasos 1982 (Concluirá esta seleccion eu el cuaderno próximo. El momento venezolano Odeta al Arco Iris Alcaravan de vidrio, lapa de laca, hoy quiero regalarte un grito quiero abrirte como un abanico quiero sacarte filo.
quiero hacerte una toilete de acuarela quiero tejerte con hilos del sol horizontal para poner tu rebozo de lana a esta mañana vestida de olán.
Ciempiés multicolor, alargame tu mano roja, préstame tu pie verde, tu mariposeo vibrátil, tu gran nerviosidad de peces chinos, tu inconstancia de aviso eléctrico.
Voy entrando al paisaje a caballo en un prisma.
y tú me esperas sonriendo, con tus siete sonrisas.
Por LUIS ENRIQUE OSORIO De El Tiempo. Bogotá, Rep. de Colombia Dos aristas se destacan en la topografia social de Venezuela: la creación de la república bolivariana en Angostura, cuando moria el régimen colonial, y la muerte del general Juan Vicente Gómez En el primer caso, el dinamismo de esa tierra excepcional sirvió de vehículo al genio del Libertador. En el caso presente, un conjunto de fuerzas vivas y vibrantes tiende a rodear, alentar y cristalizar alli con gran empuje todos los anhelos de la América contemporánea.
No es éste un cálculo optimista, ni una conjetura sin furdamento. Es la apreciación de quienes hayan seguido durante un cuarto de siglo la evolución económica o política de ese gran pueblo, tratando de interpretar el sentido de las fuerzas étnicas que permitieron llevar a cabo hace un siglo la independencia de toda la zona tropical.
Te amo desde lejos, en el agua y de cerca te amo también en el bisel de los espejos, dios de los reflejos, gorrión de os catalejos.
De siglo en siglo de lugar en lugar vienes saltando animal mineral nacido de una gran mezcla de razas después del Diluvio Universal Eres la luz dormida en la alcoba de cristal plumero del sol, corbata de su vestido azul.
Serpiente con plumas, collar de las espumas, Yo te he visto en un quiebre del horizonte y del monte, Pesebre de las brumas.
Eres el lacayo de librea dificultad con que se realizan, y el ritmo lento resulta orgánicamente refractario al despotismo, en Venezuela el déspota surge por la misma necesidad de organizar todos los impulsos seccionales e individuales.
Cuando Cipriano Castro y sus seguidores bajaron los Andes para conquistar los Estados del Centro, el pais buscó el equilibrio nacional dentro de un cesarismo que imponia la astucia mestiza de la sierra a la impetuosidad y el espejismo imaginativo de las pampas.
Inicia este hecho una lucha de razas. al triunfar la sagacidad sobre la fantasia y el principio de autoridad sobre el afán de acción personal y caudillesca, resulta explicable que los movimientos revolucionarios ofrezcan siempre todos los sintomas de hipertiroidismo, y que las armas oficiales se impongan bajo la dirección sagaz, un tanto india, que se adivina en los ojos ligeramente oblicuos del Benemérito Viene luego, como consecuencia de este influjo de la cordillera sobre el llano los valles tibios, un refinamiento del sistema: el triunfo de la astucia sobre la astucia, cuando Gómez se apodera del cetro de Castro; y aparece un estado social semejante en cierto modo al de Luis XI frente a los señores feudales.
La caracteristica venezolana contrasta con la de nuestro ambiente neo granadino. Alli los hombres son visionarios, impulsivos, clamorosamente individualistas. Las ideas tratan de convertirse en acción en cuanto se las enuncia, aunque cada quien pretenda realizarlas a su manera, y de ahí salga el grito de Federación o muerte.
Si entre nosotros predomina la pasividad; si las ideas andan acá sueltas por la misma