y la organización de los obreros en las empresas principales del país como las plantaciones plataneras, cafeteras, los transportes, etc.
Lo que impide mayores actividades del es la falta de claridad por parte de los camaradas acerca del carácter de las relaciones económicas y sociales de Costa Rica, no abordándose los problemas desde el punto de vista y la perspectiva de la revolución agraria, antifeudal, antimperialista y por la liberación nacional, propios del PC.
de todo país semicol nial. Por lo que la propaganda del muy especialmente en las columnas de Trabajo. habla de la burguesía. la clase capitalista. como los únicos explotadores en Costa Rica, sin tomar en cuenta el carácter agrario, semifeudal y semicolonial (dependiente del Imperialismo) de la economía y las relaciones sociales del País. De esta falla se derivan muchos de los errores y debilidades del inclusive en el terreno organizativo.
Tenemos que comprender claramente que, en Costa Rica, además de la burguesía débil como clase predominan como clase también los latifundistas, y por otra parte las empresas imperialistas como la United Fruit Company, que en muchos casos actúan como latifundistas. Además, el país está supeditada a la economía del imperialismo cuyos intereses determinan, controlan e impiden el desenvolvimiento de toda la economía nacional. Así llegamos a la conclusión de que no podemos hablar en Costa Rica de una clase capitalista, sino de un régimen burgués terrateniente imperialista, donde el imperialismo ejerce la supremacía subordinando a las clases burguesa y terratenientes.
Consecuentemente, la propaganda del caracteriza a las masas laboriosas en conjunto como la clase trabajadora, como una sola clase (véase El Grano de Oro) y a veces como la clase obrera y campesina. Tal caracterización oscurece las diferencias existentes entre las diversas capas de las masas laboriosas, impide al distinguir los intereses de la clase obrera, asalariada (el proletariado) y los intereses de la masa trabajadora no asalariada (campesinos pobres y medios, artesanos, pequeña burguesía urbana) y lo incapacita para conocer el papel histórico de cada uno de estos sectores en la revolución. Esta confusión impide al comprender el papel de la clase obrera como dirigente, que ha de ejercer la hegemonía en la lucha revolucionaria, en la revolución antifeudal y antimperialista. Como consecuencia el no puede adoptar formas justas de organización, etc.
Además de esta falta de claridad sobre la diferenciación de clases en el país, sobre el carácter del campesinado, aparece en la prensa del una apreciación errónea que implica cierto menosprecio del campesinado, calificando a éste como una masa compacta