Víctor Raúl Haya de la TorreAPRACosta RicaVíctor Guardia QuirósBerlin

148 REPERTORIO AMERICANO De diecisiete a treinta Trad. de Manuel Díaz Rodriguez sed ENTRÉ una vez a casa del primer peluquero de la ciudad.
Olia a Agua de Colonia, a servilletas recién lavadas y a suave humo de cigarrillos. Sultan flor, cigarrillos de las Princesas egipcias.
Ocupaba la caja uma muchacha muy joven, de sedosos y rubios cabellos. Ah. pensé «un Conde te seducira, joh, encantadora. Ella me vio con una mirada que decía: Quienquiera que tú seas, uno entre miles, yo te digo que la Vida está delante de mi. la Vida. No lo sabes?
Yo lo sabía. Ah. pensé «bien podrá ser un Principe Se casó con un mozo de café que murió al año.
Tenía formas de gacela. Seda y terciopelo no realzaban su belleza.
y probablemente era más bella desnuda.
El mozo de café murió.
La encontré por la calle con un niño. me miró con una mirada que decía: pesar de todo, tengo la vida delante de mí, la Vida. No lo sabes?
Yo lo sabía.
Un amigo mio tenía el tifus. Era un compañero de juventud, rico, y habitaba la villa del Lago.
Cuando le visité una joven dama de sedosos y rubios cabellos, preparaba las sábanas frias. Sus tiernas manos estaSe separó de ella fácilmente, muy fácilmente.
Eso pasaba en estío.
Más tarde lo sorprendió a él la nostalgia. en otoño.
Ella lo había cuidado, había fundido en él su dulce cuerpo de gacela.
Le escribió. Vente!
Una tarde, en octubre, la vi entrar con él en el salón encantado en donde resplandecen ocho columnas de mármol rojo.
La saludé.
Ella me miró: La Vida está detrás de mí, la Vida. No lo sabes?
Yo lo sabía.
Volví casa del primer peluquero de la ciudad.
Aún olía a Agua de Colonia, a servilletas recién lavadas y a suave humo de cigarrillos. Sultán flor, cigarrillos de las Princesas.
En la Caja se hallaba sentada otra muchacha de crespos cabellos brunos. ella me miró con la gran mirada triunfal de la juventud profetis Divae Augustae Victrici. Quienquiera que tú seas, uno entre miles, yo te digo que la vida se extiende delante de mí, la Vida. Sabes lo Madera de Amighetti.
ban completamente agrietadas por el hielo. Me miró. Esto es la vida. Le amo. porque eso, eso es la Vida. Al estar bueno y sano él abandonó la dama a otro joven rico.
que es eso?
Peter Altenberg Yo lo sabía. Ah. pensé «un Conde te seducirá. bien podrá ser un Príncipe. La Revista. Caracas. Roscherstrasse 17.
Berlin, 15 de enero de 1930.
Carta de Haya de la Torre a don Víctor Guardia Quirós El aprismo como credo civil de nuestra América Señor Lic.
don Victor Guardia Quirós.
San José de Costa Rica, Mi muy distinguido amigo: Con el más vivo interés, he leido la carta abierta que desde las columnas de La Tribuna y de Repertorio Americano, se ha servido Ud.
dirigirme.
Le ruego disculparme si esta respuesta aparece con retardo. Sin duda por la congestión de los correos europeos, con motivo de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, las publicaciones a que me refiero han llegado a mis manos sólo ayer.
Contesto, pues, a los puntos centrales de su carta, gustosa y prontamente.
El aprismo no es una doctrina política de chauvinismo latinoamericano contra el pueblo de los Estados Unidos. Si personas mal intencionadas y peor informadas, dos categorías de gentes que desgraciadamente abundan en nuestros paises. tratan de mal interpretar las orientaciones del Apra, nuestro deber elemental es remitirlas a los documentos fundamentales de nuestro Partido, que expresan claramente su ideología y objetivos. Nuestro programa doctrinario precisa bien que el Apra sólo combate al imperialismo. El imperialismo es básicamente un fenómeno económico con proyecciones sociales y poli ticas. En forma alguna, ese fenómeno tiene un carácter esencialmente racial o nacional. Un pueblo no es racial o nacionalmente imperialista. Muchos pueblos hoy débiles y sometidos, han sido imperialistas, según lo demuestra la historia, Porque el imperialismo, ya feudal, ya mercantilista, ya capitalista. caso contemporáneo de expansión de los grandes países industriales. está determinado por condiciones económicas, es la culminación y expansión del sistema de explotación de una clase que usufructúa sobre las clases que producen, primero dentro de un país dado, y más tarde sobre paises extraños, generalmente menos desarrollados que el país de donde insurge el imperialismo, y, consecuentemente más débiles que aquél.
Los pueblos de los paises imperialistas, no son responsables históricamente de la existencia y de las consecuencias del imperialismo que, especialmente en el caso de las clases productoras, ellos también sufren. El pueblo español no fué responsable del fenómeno imperialista. imperialismo feudal mercantilista. que trajo la conquista y sujeción a los países indoamericanos. En la hora de la independencia de estos, nuestros pueblos no lucharon contra el pueblo español sino contra el imperialismo de España. Destruído y vencido por quienes nos dieron la libertad politica con la Revolución de la Independencia. que fue Revolución y no guerra. no existe entre nosotros odio contra el pueblo español y, como Ud. sabe, en muchos románticos, queda hasta cierto amor hispanoamericanista que, para uno de los indios de América que sufrieron los horrores de la conquista y coloniaje, seria inexplicable.
Nuestra lucha contra el imperialismo español no fué lucha de pueblos sino de sistemas. más bien de clases, por lo que el movimiento de la Independencia fue característicamente una Revolución. y en esa lucha casi todos nuestros libertadores estaban ligados al pueblo español, como los brasileños al pueblo portugués, por vínculos de raza y tradición. La revolución de la Independencia, fue, pues, una lucha anti imperialista y no una guerra nacionalista o racial.
En nuestra lucha contra el moderno imperialismo. capitalista, industrial de los Estados Unidos. que es el imperialismo que con más vigor nos subyuga. tampoco existe ni puede existir una rivalidad nacional o racialista. No siendo los pueblos de Norte América y los de la América Latina, descendientes de un mismo tronco racial, no han faltado entre nosotros quienes hayan visto el problema de Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica