León CortésStrikeWorkers Movement

Costa Rica. 28 de Noviembre de 1935 Al BC. de la IC.
Estimados camaradas: Querríamos saber qué pasa con la correspondencia. Notamos con extrañeza que no se nos contesta las últimas cartas.
Nuestro delegado a está ya en el lugar de su destino. Hemos recibido ya carta de él. Nosotros les comunicamos oportunamente de su partida pero no sabemos si habrán recibido esa carta. Nuestro enviado es el camarada Ferreto, Secretario General de la Sección de Heredia de nuestro Partido. Es además regidor municipal por esa provincia y fué dirigente en la última huelga del atlántico. Su pasaporte iba a nombre de Rafael Barrantes Herra aunque lleva su retrato. El sin embargo debe haberse presentado a los camaradas de con el nombre que nosotros les comunicamos a ustedes oportunamente.
Conforme a lo convenido él les devolverá o les debe haber devuelto ya la factura 200. Aprovechamos la oportunidad para comunicarle que la factura en poder del ingeniero no hemos podido recuperarla.
El está negociando ya los documentos con un diplomático Japonés que ha venido a Centro América y que actualmente está en Costa Rica. No hemos podido impedirlo. Nos ha dolido mucho la cosa porque los documentos aunque parezca raro eran valiosos. Lamentamos que no nos hubiesen creído. En cuanto se nos devuelva el dinero lo remitiremos a ese buró.
Hemos girado instrucciones a nuestro delegado para que desembarque en Panamá donde deberá tomar pasaporte nuevo para ésta. No conviene que no entre aqui con el de Barrantes. Les rogamos girar instrucciones al de Panamá. Les pedimos además comunicarse con el de para evitarle dificultades a nuestro delegado.
Queremo, ahora plantearles la siguiente cuestión: La contienda electoral terminará dentro de dos meses. El presente es el momento más difícil para el movimiento obrero de Costa Rica porque hay la posibilidad de que se instaure un gobierno auténticamente fachista: el de León Cortés. El descaro de este hombre es tan grande que ya ha hecho públicos los planes que tiene para exterminar el Partido y asesinar a sus dirigentes. En las calles de San José han