Página NOSOTRAS Bananos y hombres Dicen unas grandes autoridades médicas a quienes la United Fruit Co. ha consultado, con el fin de hacer propaganda a su artículo, que el banano es un gran alimento para los niños.
Niños Cae la tarde. Comienza mayo y se relaciona con el pecado que el canto de las chorchas y de los en las tablas de Moisés ocupa el yigüirros pone una dulzura infinita sexto lugar, Eso si, ni ella ni la en la paz hipócrita de estos campos madre, ni ninguna de esas gentes cree tropicales cubiertos de charcos en que eso sea pecado.(Yo me preguncuya mirada verdoza acecha la fie to lo que piensan los católicos que bre. Corre el Parismina sin ruido hace su Dios con las almas de estas con su taimada mansedumbre que el criaturas. La madre de Lidia es la sol poniente dora y toca de melan cocinera del administrador de la finMaría Isabel Carvajal colía. Pasan sobre el agua las gar ca, una mujer joven y guapa de Car(Carmen Lyra zas blancas y grises su vuelo román tago, con perfil de medalla romana, tico y entre las ondas se esconden sólo que cuando ríe deja ver unas nada por unos rizitos negros, la cosa tiburones y cocodrilos. Los zancudos encías pobladas de ruinas negruzcas más linda y bajo ellos un rostro del paludismo comienzan a inquietar que deben oler mal ¡Y cuánto ha roto ha rotan triste, tan pálido, de una paliel encanto de la tarde. dado esta pobre Eloisa con su chiqui191 chiqui dez casi transparente, abotagado, Los niños pálidos y los perrillos lla! Algo así como Estefanía con la serio, serio como si no conociera la flonos y somnosno doomhulen mon suya. Cuando van al Carmen o salen sonrisa; los ojitos hinchados con la caserío, unos diez ranchos lo más.
a Siquirres. Lidia se empolva y se esclerotica casi livida que hace penSon verdosos, muy morenos con encoloretea como su madre y se les sar en la muerte. La madre cuenta las pancillas repletas de lombrices, guinda y pide plata a los hombres que se quedó así como tontico desde amebas, ankilostomas y de sabe Dios con quienes la otra tiene que ver una caída en la que se le hundió cuantos monstruos. No gritan ni salMartín, unos ocho años, es hijo hola mollera, y que después Antonia tan, se mueven con lentitud y cuande Felipe Quesada el mejor cortador la vieja curandera que vive en la do sonríen dejan ver unas encías de la finca y también el más borraBarra de Parismina se la sacó con exangues, lo cual da un fondo dolocho. Dicen que tiene una saca de la boca asi; primero se echó una buguaro y que el chiquillo lo ayuda chada de ron y luego una boconada roso a esta sonrisa.
en tales andanzas.
de humo de puro, aplicó la boca isan su Un día, cuando Martín contaba a la mollera hundida y absorbio bote tumbado en la ribera a la somun año, su madre se fué con otro y para sacarla, Engracia, la madre bra piadosa de un sotacaballo.
Ramón y Julián, ocho y doce años así él ha tenido que vivir con todas de Natalia quiere que la muchachita las mujeres que su padre se ha aman y otros dos niños suyos aprendan a respectivamente, llevan el tronco cebado con la Petrona que le pegaba leer con Cayetano, pero no van a desnudo. Son hermanos, hijos de la Rosa, cada uno de padre diferente; sin misericordia, con la Carmela que poder, pues se van a ir a contruír Ramón de un nica, Julián de un no le hacía caso y que lo dejó cun un rancho a unos seis o siete kilodirse de niguas y piojos, con la metros de allí. Hay que voltear chino. Basta verle los ojitos, los póSocorro que se pasaba borracha y montaña para sembrar más banano mulos, y el pelo como agujas. Ahora ahorac on Eva que tiene dos hijas y los chiquillos se tendrán que quedar la Rosa vive con Luis, un negro. El negro de Luis se emborracha y yo más grandes que Martín. Esta ha animales como ella que no sabe ni sido la mejor época del niño porque una letra, sí, animales entre esas creo que también la Rosa. Dicen la Eva y las chiquillas son buenas soledades, que en las parrandas que arman hacon él. Eva no quiere que ni sus hiDe la otra ribera gritan. Es que han cen beber también a los chiquillos.
jas ni Martín se queden burros copescado un tiburón. Hace poco un tibu.
Anselmo es hijo de la Mariana, el rón aserró la pierna a una muchachita mo ella que ni leer sabe, y así lava mayor de una marimba de cinco criaque se bañaba a la orilla del río. la ropa a Cayetano Espinoza, un turas. Pero ni Anselmo ni el que le peón, sin cobrarlo nada con tal que entre el agua!
estas criaturas que se pasan chapuceando sigue son hijos de Díaz, el padre de los enseñe a leer y a escribir y algo los tres últimos, a los cuales ha chi de números. La música de las chorchas y de los neado el pobre Anselmo: siempre anyigüirros es ya sólo un recuerdo meloNatalia, una muchacha de edad indioso en la memoria del tiempo. Hacia da con el último crío que la Mariana definible, con su hermanito en los el oriente, sobre el azul tierno del cielo ha tenido a bien traer a este mundo. brazos. Que grupo más triste Señor! comienzan a brillar con inocencia y tiQuizás sea el oficio lo que ha da Ella, verdosa hinchada por la a midez las estrellas. saber si en muchas do al niño esa cara de tonto o de nemia, revejida con unas mechas de ellas hay paludismo, culebras venebestia de carga que tiene.
negras, enredadas y sin vida cayén nosas, tiburones y fincas de banano.
Lidia, siete años, debilucha, los dole de la cabeza abatida por una Los congos ladran en la lejanía y párpados hinchados, precoz y per mano invisible. El niño tendrá con en el higuerón vecino las oropéndolas fectamente instruida en todo lo que trabajos un año: la cabecita coroPasa a la página Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
15 de Tinero de 1960. Gecentom doganitonovio do Carmen Daum e m it