VIA LIBRE Núm. 16. 91.
en el arca invulnerable de nuestro nolencia escuchaba este rumor inelan. Vamos. No tengo deseos de pensamiento.
cólico.
correr la calle buscando un hombre.
Quedan así respondidos los innume. De súbito, cerca de mí, de un mon. Además no puedo salir. El querido rables amigos que han venido sonrien tón de toneles vacíos y de cajones vie de mi madre me ha vendido la ropa.
do a traernos el guante de un reto jos, ascendió una voz dulce y delicada: para comprar aguardiente. Vamos!
bizantino que a ninguno de nosotros Duerme, duerme, mi niño duer. Dulcemente, sin hablar, rehuso.
se ha lanzado.
me. El niño dorinirá pronto. Ella me mira con aire sospechoso, coNunca había oído en esta casa que mo si no comprendiera; sus labios se JOSÉ MARÍA ZELEDON las madres arrullaran a sus hijos con mueven convulsos. Por fin, levanta la, tanta ternura. Me levanté calladamen cabeza y mirando algo allá arriba con La pluma del señor Zeledón fustigó te y arrojé la mirada detrás de los sus ojos claros y tristes, dice en voz duramente contra la empleomanía, y toneles. Una muchachita estaba senta baja y aburrida: lo vemos, poco tiempo después, acepda sobre una de las cajas. Inclinada. Yo no hago aspavientos a na la.
en distintos la blonda cabellera rizosa se balancea. Tú crees que como soy pequeña grigobiernos. Primera inconsecuencia. ba tranquilamente y cantaba con aire taré. No temas. Antes, es cierto, Fué enemigo acérrimo de la políti. meditabundo: gritaba mucho. Pero ahora.
ca, y en la hora presente está desem «Duerme, duerme, angelin mío. sin terminar escupe con indifepeñando una curul de diputado suplenquem mi pronto vendlá rencia.
tayendo ricos pasteles. te y de papeleta oficial. Segunda inY yo me alejo llevando en el coraTenía entre las manitas sucias elzón un horror inexplicable y la clara consecuencia. finaliza su apostolado arengavdo mar mango de una cuchara de palo, en mirada de estos ojos infantiles.
a las masas inconscientes para que vuelta en un trapo rojo, y la contem.
MÁXIMO GORKI asalten el almacén de «La Puerta del piaba con sus grandes pupilas. Tenía Sol, y se apoderen de las mercade. ojos herinosos, claros, dulces y tristes de una tristeza rara en los niños. Su rías que el pueblo ha tenido que pa de gar después. Tercera inconsecuencia.
expresión me hirió hasta tal punto que Còmo queremos aprender Dónd está la moral de las ideas no reparé en la tosquedad de la cara No queremos estudiar creyendo que godel señor Zeledón?
y de las manos.
Por encima de la niña, como nubes zamos excepcionalmente de una ventaja social.
de ollín y de ceniza, pasaban gritos, hus, No queremos estudiar creyendo que el in urias, reír de borrachos, lamentos. saber nos hará hábiles administradores de la Respecto a mi humilde actuación En torno suyo, sobre la tierra fangosa, razón en perjuicio del bien: en el campo de las ideas, puedo detodo estaba destrozado, mutilado, y No queremos estudiar con el fin de cocirle al señor Zeledón que no he prelo; rayos del sol muriente teñían de nocer los caminos subterráneos por los que tend do nunca ser apóstol, pero sí soy se puede escapar de la conciencia.
rojo los restos de las cajas rotas, y un convencido y tengo suficiente caQueremos estudiar creyendo que concurriprestaba la apariencia lúgubre de las mos a un huerto mirífico donde la mayor rácts para sostenerlas con altivez.
ruinas de un gran organismo deshecho belleza es el espectáculo de la ciencia sol He difundido, en 12 años de resipor la mano implacable de la pobreza. para todos.
dencia en Costa Rica, buena cantidad Hice un movimiento involuntario; la Queremos estudiar para saber donde de lectura instructiva de los mejores niña me advirtió; su cuerpo sufrió un estáo hasta aquellos caminos de la locura escritores de ciencias sociales y estoy heroica que pueden ahorrar tiempo para estremecimiento y sus ojos sospechosos satisfecho de esta noble labor cultural.
llegar al bello bien de la verdad fecunda.
se achicaron. Se encogió por completo Queremos estudiar para conocer el placer Yo puedo presentar mis credenciacomo un ratoncito ante un gato. Yo de responsabilidad que importa el placer de les limpias de luchador, y eso me miré sonriendo su cara tímida, triste y la libertad.
basta.
mugrienta. Apretó fuertemente los la Y, así, fundar nuestra independencia.
RICARDO FALCO bios y sus delgadas cejas temblaron.
Se levanta, sacude su traje desgarrado y descolorido, guarda la muñeca en VIA LIBRE el pecho y con voz clara me pregunta: TRIBUNA DE LA JUVENTUD. Qué miras?
PARA LA REPÚBLICA Tendría once años; era débil, ruin.
Subscripción adelantada (4 números. Co. co Car sado una tarde de trabajar, me Me mira fijamente.
Número atrasado.
tendí en el suelo, en el ángulo de una bien. continúa despu és de NUMERO SUELTO 15 CENTIMOS casa de piedra; los rayos rojos del sol una pausa PARA EL EXTERIOR. qué quieres?
muriente hacían resaltar las grietas. Nada. Diviértete. Me voy.
Subscripción adelantada (20 números) 50 oro profundas y las manchas de barro. Entonces. da un paso hacia mí, su En el interior de la casa, parecidos cara se enfurruña. y su voz alta y Toda la correspondencia, giros y valores a nombre del Editor Falcó. Tel. 329, Apara las ratas en una cueva, hombres clara dice con repugnancia: tado 638, San José, Costa Rica.
hambrientos y sucios se agitaban noche Ven conmigo. Me darás quince Alministración: Avenida, Este, Núme 24 y día; tenían los cuerpos cubiertos de copecks.
harapos y sus almas estaban tan sucias Al pronto no comprendo. pero me como ellos.
estremezco presintiendo algo horrible.
Buena Oportunidad Por las ventanas huía, semejante a Se aproxima más a mí, se estrecha Casa contra temblores, de bahareque bien consla humareda espesa y lenta de un in contra mi cuerpo y huyendo mi mitruida, vendo por bajo precio. Está situada 100 varas al Oeste de la Botica Española, o sea 350 cendio, el rumor sordo y monótono de rada continúa hablando con voz mo yaras al Sur del Observatorio. Dirigirse a Enri.
ja vida bullidora. Hundido en la som que Mora en la Confederación General de Trabanótona y opaca: jadores.
Flor de Miseria