En condiciones de recrudecido terror y persecusión, cuando el se vé obligado a obrar en la mayor clandestinidad para defender su organización y actividad, se justifica y se hace necesario la creación de semejantes organismos a través de los cuales el conduce su campaña electoral y otras. Este caso no se presentaba al en el período de la última campaña electoral, durante la cual se siguió publicando y difundiendo abiertamente el periódico Trabajo y se siguieron desarrollando regularmente otras actividades del El Bloque Obrero y Campesino es en las condiciones indicadas una forma muy amplia de frente único de masas que participan en la lucha electoral independiente, respaldando el programa electoral y los candidatos postulados por el de la clase obrera, el PC. que se mantiene abiertamente a la cabeza y la dirección de la campaña electoral.
Otro ejemplo de esta tendencia legalista lo encontramos en el editorial del número 30 de Trabajo que aconseja a los obreros panaderos en luchas contra la ley de trabajo nocturno, exclusivamente que concurran a las barras del Congreso para manifestar su protesta contra dicha ley, sin que el editorial ni otro documento alguno de cuantos tenemos a la vista diera indicaciones sobre la necesidad de organizar y preparar la lucha directa contra los patrones, conduciéndola hasta la huelga.
Los acontecimientos del 22 de mayo nos revelan hasta donde pueden conducir estas tendencias legalistas. Los desocupados, organizados y dirigidos por el se lanzaron a la calle en manifestación por sus demandas. Los manifestantes fueron atropellados y abaleados por la policía del democrático gobierno burgués latifundista. ¿cual fué la actitud de los dirigentes del ante los acontecimientos?
Se dejaron abrumar por el pánico y negaron, desde las columnas de Trabajo. la fisonomía política de la manifestación, no obstante ser la característica de ésta el choque violento entre la clase obrera y la fuerza armada del aparato estatal.
Los compañeros ocultaron el y negaron la responsabilidad de éste por la manifestación de los desocupados, atribuyéndolo a razones tácticas. Pero tal actitud nada tiene que ver con la táctica de un Partido Comunista, sino constituye un abandono oportunista de las masas. Los compañeros, cumpliendo con su deber, debieron señalar al gobierno como exclusivo responsable de los crímenes contra los obreros que pedían pan; exhibiendo ante los obreros el verdadero carácter antiobrero y reaccionario del gobierno burguéslatifundista. En vez de ocultar el papel del los compañeros debieron destacar su rol dirigente y sus métodos de lucha, hacer ante las masas un análisis de la jornada sacando las experiencias necesarias y