VIA LIBRE Núm. 10. 75.
LA TIERRA ES CHICA tiempo, sus tres hijos fueron conducidos al «Bajo de Las Cruces. por JAVIER DE VIANA Los años y los sufrimientos agotaron las fuerzas del valeroso trabajador.
Bajo una pertinaz garúa, el cielo Después, siempre en silencio, perestaba gris, frío el ambiente, lodoso sonas y bestias se tendieron a la inLa producción mermaba de año en año y llegó un día en que el patrón el suelo.
temperie, buscando en el sueño alivio lo expulsara sin misericordia, como se Hacía una semana que se mante. a la penuria de aquella primer jormanda al matadero al buey viejo que nía ese tiempo perverso. Empezó la nada en el amargo viaje a lo descollovizna en la madrugada del domin nocido.
ya no puede con el yugo.
go anterior, justo en el instante en que El imploró. No le hicieron caso.
Pero el sueño se empeño en negar Protestó, y entonces intervino la «jusdon Cantalicio abandonaba para siem su bálsamo al viejo paisano. Su espre el rancho que construyó el abuelo ticia. que, en nombre de la justicia, píritu, obscurecido por los años, por lo arrojó con su vieja mujer, con sus y dentro de cuyos negros muros nació las fatigas y por los azotes de la adcachivaches, con sus nietecitos, sus él y nacieron sus hijos.
versa suerte, luchaba por hallar exEra un domingo así, brumoso, frío, treinta ovejas ruines y sus dos perros plicación a aquella suprema injusticia viejos, al camino real.
triste, cuando la miserable caravana del destino.
se puso en marcha hacia lo ignoto. Canejo! exclamó don CantaliHacía más de cincuenta años que Hacía más de cincuenta años que cio en un relámpago de rebelión. En el desvencijado carrito, en un ocupaba el Puesto Chico, sucediendo ¡Si vo lo hubiera sabido hace veinte hueco, entre los cachivaches que consa su padre, que había sucedido a su años qu esto es la justicia, o si yo tutituían todo su menaje, iba acurruca abuelo.
viese aura la fuerza de hace veinte da la vieja Silvia, sosteniendo en sus Por mucho tiempo fueron simples años. faldas al más pequeño de los nieteci«agregados. pagando el usufructo Pero se resignó en seguida y cuantos.
del escaso terreno con su gratuito do en el momento de la partida el El otro, que apenas contaría diez concurso a las faenas de la estancia; mayor de sus nietos le propuso ingeaños, montado en un petiso maceta, paradas de rodeo, yerras, esquilas, nuamente:. con mucha panza en pocas carnes, monteadas y aún otras muchas. Tata viejo quiere que le prienda conducía a la cincha el carromato.
Delante, caballero y otro matungo Después, a medida que el progreso juego al rancho pa que no puedan magro y añoso, marchaba don Cantaiba expulsando a latigazos las senci aprovecharlo ni pa leña. él lo miró licio, arreando al tranco una puntita llas instituciones patriarcales, hubieron severamente y respondió. Si el caballo patiase a traición de someterse al nuevo régimen. La de ovejas, que no pasarían de treinta. un costado del. ehículo trotaban, lana del öequeño rebaño que mante, como la mula, sería mesmamente dessilenciosos y tristes, como si ellos nían para el consumo, debió partirse preciable como la mula. también comprendieran y experimelpor mitades con el propietario de aquel eran ya siete días de lento rodar taran la pena del éxodo. Barcino»
campo inmenso, en la mayor parte por el camino, sin objeto, sin rumbo, y «Fiel. los dos perros veteranos, de inculto y despoblado. La mitad del sin propósito. Al amanecer de aquel mandíbulas casi desdentadas de trigo y del maíz que producía la cha domingo, don Cantalicio se puso a obgarganta casi sin voz.
cra, los mejores productos de la huer servar la enormidad del campo, casi Al atardecer del domingo, habienta de hortalizas, las sandías más bellas desierto, que se extendía a ambas do encontrado al borde del ancho ca y y los duraznos más preciados corres lindes del camino.
mino real, un pedazo de tierra con por pondían al amo. Cuánta tierra. sobre esta tierra alguna pastura, hicieron alto y plan Como don Cantalicio era un hom viven ñanduces, venaos, zorros, vizcataron el primer campamento.
bre fuerte y animoso y contaba con la chas, comadrejas, peludos, lagartos, Con un viejo poncho y una frazada ayuda de su esposa y de tres hijos que viboras y tuita laya e sabandija inútil raída, se improvisó una carpa para no le desmerecían en honradez y amor. para un pobre viejo como albergue de ña Silvia y la criatura.
cuidu en honradez y amor quam her carpa para al trabajo, fueron viviendo.
yo no alcanza. Tánta tierra. Tan Don Cantalicio hizo fuego con unas Pero una noche cantó la lechuza grande la tierra! sólo resulta chica ramitas que antes de partir había cor posada sobre la cumbrera del rancho. al que la trabaja, al que la quiere tado del membrillero muerto del guar La muerte entió y se instaló en la con amor, al que se casa con ella y dapatio, y la viejecita preparó la cena casa, cebándose en la carne fresca.
le hace hijos.
frugal.
Uno tras otro, en breve espacio de IMP. FILCO BORRASE allas desierto. enormidad del cpuso a obTomar cerveza y refrescos Fotografía Sotillöl DE ADMINISTRACION Avisamos a nuestros Agentes y suscritores no demoren el pago de las suscriciones si no quieren entorpecer la regularidad de VIA LIBRE. Les agradeceremos la cancelación de la serie de los números a UN TALLER DEMOCRATICO PARA UNA CLIENTELA DEMOCRATICA CALLE DE LA ESTACION TRAUBE FEOLI RIMOLO Almacén de Materiales de Zapatería. Sombrereria. Algodones al por mayor. Calle Central, al lado de La Geisha. San José. Costa Rica Los preferidos por los costarricenses Panadería La Soledad Para la fabricación del pan y galletas se emplea la mejor harina que llega al país. Atendida por su propictario.
FELIX TOBELLA