2 EL OBRERO.
repite Crema de leche de taca. Noble señora, dijo Maria, no habeis 125 alanedas del castillo revolvierdo en su das las cabezas se inclinaban y algunas races oído el grito del centinela? 20 ois como lo spente mil ideas. Su fiel Hernando la seguíz dijeron: dies!
Wanteca.
respetuosamente. Ahora te toca tí mujer! dijo Juan Matilde inclinó 12 cabeza para apercibir Esta noche partiremos. dijo 12 castella Montiel con tono impasible.
Szúcar.
Dejor el ruido.
na volviéndose repentinamente hacia el an Batilde estendió la mano para tomar los Caseina, albúmina, fosfatos. Si afariz, sí; es el grito del centinela, ciano.
dados, pero sus ojos se nublaron y su mano Agua. pero el grito del buho se oye también lo Está bien, poble señora, replicó Her vagaba por la mesa sin encontrar los d2iejos, grito de funesto presagio.
nando;pero necesitamos levar mucho orodos. al decir esto, se aproximó a la ventana y no lo tenemos. De que te sirven tus buenas ojos? con99.
ojival de la torre y levantó con su blanca de El corazón de una madre es un ESOTO: cluyamos que estoy cansado! exclamó Juan licada mano el pesado tapiz que ocultaba los mis lágrimas ablandarán el corazón de esos Montiel.
Leche regeial del galactodendron rayos de la luna. Abrió Maria 1a ventana, y aventureros.
Le infeliz madre cogió los dados y su conlas dos mujeres echaron sus vagas miradas Aquella misma boche salió del castillo la tacto pareció haber convertido en un trozo de Manteca. 35 sobre los desiertos campos y el solitario cami condesa Matilde acompañada de su fiel Her nieve su mano. Una imprecación de MonDo. Ves, dijo Matilde, cuan afilado zum Dando, que en vano había procurado disua tiel, la arrancó de aquella funesta insensibiliAzúcar.
ba el viento, cuán sombría està la noche y dirla de su atrevida empresa, haciéndole verdad: entonces, sin darse cuenta de lo que han Caseina, albúmina, fosfatos.
que negras nubes oscurecen la luna! y levan los grandes riesgos que se exponia una decía, agító los dados en su mano y los dejó Agua. tando la cabeza, añadió no sin temor una mna jóven aún y hermosa, yendo a presentar caer sobre la mesa, y pálida silenciosa, inmó58 tempestad se prepara en el cielo. Enri se una turba de aventureros de vida desen vil, quedó con el brazo estendido sobre los que está ausente!
frenada y licenciosa. Pero Matilde era madados. Esta vez el jefe inclinó la cabeza pa100.
Igual noche hizo. dijo María, la vís dre, creía perdido a su hijo único, y solo esra ver. Matilde no veia cada: oyó la p2pera del día en que vuestro esposo, mi señor, cuchó su carazón.
labra doce! sin comprender su significado.
Como se ve la composición es idén marchó con sus ginetes de guerra a combatir I!
Tampoco oyó las horribles imprecaciones del tica con excepción de la cantidad. El los infieles. no volvió nunca. dijo Maviejo Juan Montiel y de los demás bandilíquido es ligeramente ácido y es más tilde lanzando un triste suspiro.
Largo y penoso fué el camino, porque lados.
Dos fuertes golpes dados la puerta del continua movilidad en que vivían los aventuel Cuando Matilde, quien habia sostenido che de vaca Pecuarto, hicieron estremecer a las dos muje reros, les hacía cambiar con frecueneia de su fiel Hernando, volvió en sí, se encontró en coagula al aire y forma ques. Este res. María ocultó el rostro entre sus manos campamento. Por fin después de muchas los brazos de su hijo. Huyeron inmediatacoágulo purificado puede servir paraiy Matilde se dirigió a la puerta con su acos investigaciones, logró saber sy paradero. mente de aquel antro y regresó aturdida, aur candelas. Bay en el galactodendron tumbrada dignidad. La abrió y se encontró Llevaba consigo sus pocas halajas, resto su castillo.
cara cara con el viejo escudero de su mari de su pasada opulencia.
Durante mucho tiempo no permitió Enuna especie de fibrna y albúpaina ve Ido. Hernando, que no había podido encon Sus palabras y sus lágrimas podrían satisgetales, sustancias azucaradas, salestrar la muerte lidiando, donde la halló su facer la avaricia de aquellos vandidos? mos y de balagos. Había padecido tanto diversas.
desventurado amo. Inclinó el anciano su La zozobra y el cansancio la suinergieron durante su cautiverio! Cada vez que veía un cabeza encanecida delante de su señora y le en una especie de letargo, del cual fue arrandado, se estremecía, su razón vacilaba y reso.
Para concluir, y antes de que se dijo con tono doloroso: cada por estrepitosas carcajadas y palabras naban en sus oídos aquellas terribles palabras: nue quedeen ei tintero, diré dos palabras Os traigo, noble castellana, una fatal no Isoeces. Se vio rodeada repentinamente por idres! jdoce.
de la curiosa planta tinto. Es origi ticia.
unos hombres de aspeeto feroz. Eran los naria de Colombia y por contigüidad. Hablad, dijo Matilde, mi corazón es bandidos quienes tanto temía y la vez que debe encontrarse en los bosques limifirme, Hernando acaso es la primera vez deseaba encontrar. Cerca de aquel paraje Algunos años después, alarmados algunos que la desgracia visita el techo de mis pa en que se elevaban los fuertes muros de un por el saqueo de algunos castillos y otros crí.
trofes de Costa Rica. El jugo que se dres?
castillo, cuyas ventanas aparecían iluminadas. menes cometidos por la banda del feroz Juan me trajo el verano pasado, era, según Miróla el anciano con respetuosa compa Su corazón de madre le dijo que allí se encon Montiel, reunieron doscientos peones y alguel que me lo envió, de color rojizo al sión y dijo con voz trémula: traba su Enrique. Interrogada por aquellos nos ginetes, resueltos esterminar aquellos El señor Enrique ha sido hecho prisio hombres, les replicó que la condujesen ante foragidos. El Conde Enríque se puso la principio, hoy tan negro, que con él nero. Su paje todo cubierto de sangre, ha su jefe; pero uno de ellos le dijo que este ha cabeza de esa fuerza y un día, después de hatrazo estas lineas. No exije ninga podido arrastrarse hasta las puertas del cas bía pasado el día bebiendo y que mas nece ber derrotado en varios encuentros aquellos na preparación, pues contiene sufi tillo.
sidad tenía de sueño que de sabrosa plática desalmados, a los que no daba cuartel, logro ciente cantidad de goma natural, con. Dónde está? quiero preguntarle. con una dama. Esta respuesta fué acompa apoderarse de Juan Montiel.
la apreciable ventaja do no atacar las.
ble ventaja do no atacar las. Murió después de haber cumplido su co nada de groseras chanzonetas, que desgarra Me acuerdo. le dijo el Conde. que ha smisión.
ron el corazón de la Condesa tan acosturn beis sido un gran jugador los dados y que plumas metálicas que en el ban per. Pobre Ausurez! dijo Mariide enjugando brada al respeto de su servidumbre.
mi madre os ganó, sin embargo, un partimanecido varios días sin alteracion. una lágrima cuán corta ba sido su vida! Insistió en su pedido y la condujeron de do.
Debe pertenecer al genero cariaría, Haced, Hernando, que velen su cuerpo y que lante del jefe, El aspecto de este no la tran. Si lo hubiera perdido, yo no estaría hoy que da un tinte oscuro verdoso, que el Capellan recite por él las oraciones de los quilizó. Era viejo; su semblante tenía el se en vuestro poder. replicó el bandido.
difuntos. Yo soy ocuparme de los medios lio de un carácter sórdido, de la astucia y fe. Cómo. habrías arrojado una madre en Europa no se emplea en untore de sacar mi hijo Enrique de las manos de rocidad. Le rodeaban sus mas distinguidos desolada la ensangrentada cabeza de su hijo ría.
los bandidos.
guerreros, algunos de los cuales eran seres único?
Paréceme de importancia esclare Piden, señora, demasiado oro y somos completamente innobles y abyectos, pero en Yo cumplo siempre mi palabra en el juecer bien todos estos productos por el semblante de otros había algunos restos de go y en el campo. Pero vos podríais darne No podríamos tomar a préstamo de mis nobie altivez y de una vida anterior muy dis hoy la revancha.
medio de estudios especiales, auxiliatinta de la actual. Estaban medio ébrios soño. Quereis que juegue con un bandido, al dos convenientemente por el Gobier. Están poco menos que rzosotros. répu lientos, como si acabasen de salir de al orgia. frente de mis vasallos!
no para lograr ser útil las clases poso dolorosamente Hernando, y esos paga. Sc encontraban reunidos en un triste y vasto No jugó un bandido con una Condesa bres, libertarnos del pupilaje extran 1)
nos ainenazan con matar mi amo, si antes aposento, de paredes desnudas de todo ador al frente de los suyos?
de ocho días no se les satisface el rescate que no; en un rincón se veia tan solo un hacina. Sea dijo el Conde después de un mojero, dar cauce la industria nacio piden.
miento de armas.
mento de reflexionar.
nal y robustecer la riqueza pública. Qué hacer. exclamó aterrada la pobre El jefe, Juan Montiel, sentado delante de Pero no olvides que la providencia proteY de ese modo el pensamiento que a madre Escuchad, Hernando, tomad todas una mesa de encina esculpida sobre la cual gió la Condesa, porque su hijo era inocenlumbra, el trabajo que constituye ei las joyas de mi madre y también las mías, se veían dados y enormes jarros de vino, fijó te.
obtened por medio de ellas que dejen la vida en la recien llegada una mirada insolente. Vá mí me protegerá el diablo porque genio que turda y gior! nica, vale mas mi pobre hijo hasta que yo pueda pagar el que la hizo ruborizarse. Con Voz bronca y soy un malvado, replicó con desentado Juan.
que el brillo de las espadas de las rescate que piden.
dura le preguntó qué deseaba? y Matilde pro Montiel.
charreteras ennegrecidas por el humo Las continuas guerras civiles que habíannunció el nombre de Enrique.
IV de los combates, que con frecuencia agitado Castilla durante el reinado de don Trees oro? Pedro el Cruel, habían hecho que los seño La desgraciada inclinó la cabeza sin res El Conde pidió un par de dados, los agito aniquilan la obra del progreso y for res que contra él se rebelaron, se valiesen de ponder.
con su mano y los tiró.
man doseles al despotismo.
hombres de genio audaz, que vendían su vida1 Traes oro? repitió el jefe.
Todos los presentes seguían con interés la precio de oro, sin cuidarse si don Pedre eral Arrastrada por su corazón, la Condesa ex extraña partida el legítimo rey o el bastardo Enrique de Tras tendió las manos en actitud suplicante, pero Tres! exclamó el bandido, con feroz aPuntarenas, agosto 10 de 1891.
tamara. El drama se desenlazó en Montiel, el viejo rio carcajadas.
legría.
donde los dos hermanos lucharon cuerpo al Qué habeis hecho de Enrique? llevadme El Conde se puso triste y Juan Montiel, GUZ ÁN. cuerpo, y el fraticida don Enrique triunfó y su lado. dónde está. dónde está?
meneando los dados eon aire confiado, los fué rey de Castilla, y como rey lo adularon. Donde no le da el sol, respondió el jefe tiró a su vez. Pero de repente se puso liviEN el primar artículo del doctor Guzlos escritores de aquella época y legaron a la con brutal ironía, y de fijo te perderías si te do y un temblor convulsivo sacudió su cuerposteridad el nombre de don Pedro como el llevara donde él está. Verdad que no sufri po.
man, publicado en el numero anterior de de un monstruo de barbarie y ferocidad. Sus rías mucho tiempo, porque yo no acostumbro esta hoja salieron los siguientes errores desmades fueron hijos mas dela época en que lá aguardar lo que no sirve. Dos. exclamó don Enrique, recobrando.
su energía.
de comparación que deseamos rectifiquen vivió y de las terribles situaciones que tuvo Matilde, anegada en llanto, cayó de hino V dirigiéndose sus ballesteros, les grito puestros lectores que vencer, de su carácter. Pacificada Cas fjos los pies del bandido.
con voz de trueno.
Planta linda léase plunia tintc. pen tilla con su muerte, los hombres avezados al. Estás loca, niña? un hombre de barba. Asaltad ese hombre y colgad de un Carpio léase pericarpio, desfilarado, desfi robo y la matanza no se sujetaron er mun gris no se conmueve con palabras huecas y arbol su cadáver para que sirva a la vez de trado: tenas, tonáz: Lizal, Sisal: barriosa, chas partes al yugo de trastamara, sino que por algunas gotas de agua.
escarmiento y sea presa de las aves de rapibarniz; cortes artes.
adoptando una vida errante, cautivaban a los Matilde se obstinaba en conservar suhu na!
Pedimos perdón al autor por este despasajeros, se les exigia por su rescate creci millante postura; que no le hiciera abandonar, Cinco minutos después, quedaba cumplida das sumas y algunas veces acometían los cas nilas exclamaciones de cólera, ni las burlas su orden: cuído.
tillos menos fuertes y se entregaban todo de los bandidos.
El Conde Enrique cumplió también con su género de excesos.
De repente una idea bizarra, caprichosa, palabra en el juego y en el campo.
Una de estas bandas de facinerosos había pareció brotar del cerebro del jefe de los 2hecho prisionero Enrique, hijo de la Con ventureros.
desa Matilde, doncel de grandes esperanzas. Eres afortunada los dados? juguemos. De la Gaceta Española. que aquel día se encontraba cazando con sus. No podre jugar con el corazón lleno de gentes en uno de los bosques. La caza era langustia.
entonces la ocupación favorita do los nobles Pero yo quiero que juegues. Sabes lo y un aprendizaje para la guerra, que era el que jugaremos! la libertad muerte de EnriConferencias Culinarias.
estado normal de aquellos tiempos. La reA LOS sistencia de Enrique y sus guerreros fué inú1. No! no! exclamó la pobre madre levanLA LECHE.
til; tuvieron que ceder ante el número y el cándose aterrada.
fiel Ansurez, aunque mortalmente herido, fuel el tínico que pudo llegar al castillo para dar.
uan Montiel frunció suis encanecidas cejas Llamaré la atención acerca de la cuenta del suceso.
dijo.
Todo el tiempo que el fie! Hermando estu Si no juegas, ahora mismo hago que te preocupación que generalmente existe ocup Vatilac, la joven y bermosa castellana deivo ausente, Matilde lo pasó en hacer calcu traigar su cabeza.
de que la leche no sienta bien, y esto, un antiguo castillo situado en los conñnes de los y proyectos que no podian realizarse y en Matilde se resignó con toda la energia de que puede ser verdad en algunos caCastilla, sobre la frontera de Aragón, iba des. cirigir fervorosas plegarias ai cielo por la li. su desesperació.
Sos y en determinadas circunstancias, pojarse de los atar los que la habiar eagala bertad de su hijo. r iejo jefe como los dados y con aire de nado durante el dis, para a donarse a las Hernando represó por fin triste rabatido. descuido indiferencia que hacía estremeceries todo punto falso en los demas. Se cukurs Ce! stero, Cur. coentro de repente sin haber obtenido sada. Por la tarde aquellos arrojó sobre la mesa sin hacer un movi. la manera de tomar la leche està el és: aposento 23 de sus curas.
mismo dia, la desgraciad: madre regaba por miento para ver el punto que marcaban. To secreto. Cuando se toma grandes VARIEDADES DOS PARTIDAS que.
DADOS.
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