LA REVOLUCIÓN Niños que no son niños sociedad sus faltas, sin tomar en cuen examinar la prenda que le presentan esa forma? No negamos que muchas ta que de causa de ellas es ella misma y de calcular la necesidad que lleva el veces se resuelven a facilitar pequenas que no los protege.
dueño de la misma, manifiesta que la sumas con el respaldo de objetos vaSi se embriagan les arrebatan parte casa no tiene interés en empeñar; que liosos, pero lo cierto es que antes hade un jornal tan duramente obtenido, su interés mayor es el de comprar. cen toda la fuerza posible por obtener sin comprender que el peón toma para en esas condiciones sabemos que ofre su venta y que los préstamos son muy olvidar lo árido y cruel de su vida.
ció a una señora que le presentó una raros. Así como esa hay otras casas Que en él los efectos del licor no conscámara fotográfica que valía cerca de por aquí, que creemos haría perfectatrescientos colones, seis colones por mente bien el gobierno eliminándolas tituyen un placer, sino un lenitivo a ella ¿Cuántos infelices habrán caído en de un sólo tajo.
sus dolores Sus padres fueron peones; ellos son peones, y sus hijos también manejarán la pala y el pico, deslizándose su vida de un modo mecánico, triste y doloroso Todo ríe en el parque; el sol inunda de En el niño la espiritualidad satisfecha alegría las anchas alamedas, el agua de la manifiesta su contento por medio de la Un robo fuente modula su canción eterna. risa; en el hombre, ya que el alma no puede Niños de caras sonrosadas corren sobre reír, ríe engañosamente la materia.
Conversando en días pasados con las baldosas multicolores bañadas por los una de nuestras bellas obreritas nos Así ríen esos pobres chiquillos; homrayos del sol; tenue brisa discurre entre el decía: bres a los diez años, no tienen el consuelo esmeraldino ramaje, refrescando la tibieza Figúrese que en la tienda donde de haber sido niños; su vida es un continuo estival del ambiente.
trabajo, me pagan por cada camisa que batallar He dicho que todo rie; pero no; ese cuahago, cincuenta céntimos, y me exigen Qué difícil es que un chiquillo de esos dro de alegría está nublado por una pinceun trabajo tan fino que sin descansar vea la vida color de rosa! qué dificil es lada de dolor, que incita a la reflexión.
un momento no puedo hacerme más hacerlos diferenciar lo bueno de lo malo!
Sentados en semicirculo sobre pede tres camisas al día con lo que me queños cajones están otros niños ¡Pero No conocen lo que es bueno, pues nadie gano 50.
qué diferencia tan notable existe entre los usa la bondad para con ellos, no comprenEn cambio, mi patrón cobra, al antes citados y éstos! Aquellos son niños den lo que es malo pues la maldad es su cliente por la hechura de cada camisa, en la verdadera acepción de la palabra; tieambiente. 00 ganándose por tanto e 50 en nen sus alegrías íntimas de chiquillos; sus Los gérmenes de las ruines pasiones cada una.
risas son canciones de optimismo; el trato están latentes en ellos Envidian la dicha Quiere decir, que nuestra amiguita que reciben es el de una planta delicada de los otros niños al verlos gozando de una produce diariamente con su trabajo, propensa a estropearse al menor descuido. felicidad imposible para ellos. Aborrecen 21. 00 de los cuales se deja el patrón En cambio contemplad a estos otros: ve la fuerza oprobiosa de la autoridad que 19. 50 y la conforma a ella con 50. dles los ojos, y en la mirada de todos en los deprime, y en cuyas garras caerán más ¿No es ese un verdadero robo?
contraréis una tristeza profunda, infinita, adelante. el patrón que así procede îno es que ellos mismos no pueden comprender: Oh pobres chiquillos que siendo niños un verdadero ladrón?
vedles la boca, y encontrar en el pliegue sois hombres. Pobres seres para los cuales de sus labios la huella que deja la copa se construyen las cárceles que tenéis obliya escauciada del dolor, ved esos cuerpos gaciones para con la sociedad, y no gozáis raquíticos, sucios y mal cubiertos, y pende ninguna protección de ésta!
Existe en esta capital una casa saréis con tristeza en esos árboles nacienSe construyen escuelas; se crean insde empeño denominada El Monte tes expuestos a las inclemencias, que no tituciones de beneficencia; se elevan temBlanco que en nuestro concepto es un tienen una mano amiga que enderece su plos y se hacen ofrendas, y no se recuida foco de atroces inmoralidades. Hemos tronco. Al verlos reír os extrañaréis; no de nosotros.
visto como se anuncia en los perióes la risa cristalina y modulada del niño, Se publican libros, muchos libros en dicos, llamando a los pobres a que que brota alegre y espontáneamente; no; los cuales se habla de los derechos de los lleven a ella sus objetos para recibir es la risa que sale forzada, siendo el cuerniños y a vosotros se os excluye de esas con el respaldo de los mismos y en las po y no el alma quien rie.
condiciones más ventajosas, el dinero ¡Ah. Cuánta diferencia existe entre la prerrogativas risa del niño y la risa del hombre!
con que han de remediar sus necesida¡Qué hipócrita y miserable es el hombre! Como reina el egoísmo en este mi¡Cuánta diferencia existe entre un día des. Pero sabéis lo que sucede a los serable género humano! Si pudieran los despejado, en que el sol brilla placentero, infelices que tienen la desgracia de en que se escucha por doquiera el murmu individuos obtener provecho de estas pocaer en aquel establecimiento? Que se encuentran con un señor por ahí, llo de las fuentes y el canto de los pájaros, y bres criaturas relegadas al olvido, entonces casi siempre malhumorado, que los esas noches de invierno, tristes, grisáceas si se ocuparían de ellas; si sus padres fueran glaciales, alumbradas por una luna blanca millonarios; entonces brotarían los protecrecibe con desdén, y que después de y fría, cual el ojo de un cíclope muerto. Itores por millares 26 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.