Manuel Mora

LA REVOLUCIÓN Directores: MANUEL MORA TALVERDE RICARDO OSTO CONDE SEMANARIO DEMÓCRATA APARTADO No. 1386 Número suelto 10 cts Año No. Con respecto al tribunal de accidentes de trabajo duo que lo maneja; la pala al rebotar sobre el duro pavimento imita la queja continua e inescuchada del trabajador, y las piedras, golpeadas por los aceros, chispean en un arranque de Esindudablequela Ley de Accidentes Accidentes demnización y el Presidente revoca el demnización, y el Presidente revoca el insubordinación. Pero los hombres, de Trabajo, con el mecanismo que fallo de la manera más estúpida y cruel inconscientes de su miseria, e incase usa para su aplicación, no da en la por agradar al infame capitalista, que paces de comprenderla y remediarla, práctica los hermosos resultados que no vacila en poner en juego cualquier golpean sin cesar. El sudor corre por se tuvieron en mira al elaborarla. Se sucia trama, para robar el pan al trasus polvorientas frentes; el polvo obsquiso hacer una ley que protegiese a bajador que se invalidó regalándole sus curece sus vistas; los labios apretados los pobres trabajadores cuando la desfuerzas. Repetimos que esos casos son sostienen el puro, formando un rictus gracia de un accidente los obligase a muy frecuentes, y no citamos ninguno amargo y doloroso; sobre la espalda guardar cama y a dejar de trabajar, y por no hacer larga esta nota, pero en doblada el sol deja caer implacable sus esa ley ha sido perfectamente anulada, otra ocasión lo haremos Varias veces rayos de fuego.
al dejar supeditado el tribunal que la hemos tenido que reírnos no sabemos Si fatigados de su incómoda poaplica al Poder Ejecutivo ¿Por qué no si de lástima o de vergüenza, al consición descansan unos instantes, la depende ese tribunal del Poder Judicial templar en un boletín judicial, razones voz brusca del capataz los llama de como la lógica lo pide? Todos sabemos que el Ejecutivo no es el llamado a la absurdas y ridículas, traídas por los canuevo a su tarea: son los galeotes de administración de justicia, y que al enbellos, con las cuales son reducidos a la tierra.
comendársele funciones de tal especie, nada, fallos bien fundamentados en la ¡Pobres gentes, parias de una sociedad disoluta y despilfarradora, que no se hace sino poner esas funciones a justicia y en la Ley merced de múltiples influencias, entre irrisoriamente se titula democrática.
Querría el Congreso remediar otras, las políticas. Ya son muy frecuen esos males. de no suceder así, los Nadie al pasar al lado de ellos piensa tes los casos en que el Tribunal con obreros por qué no se unen y exigen que alguno puede estar enfermo; que dena a un rico hacendado o a un em por la fuerza la reparación de esa inmuchos probablemente desfallecen presario de cualquiera clase, a pagar a justicia. Pensarán continuar dejando debido a una alimentación inadecuada, un infeliz trabajador una miserable in cobardemente pisotear sus derechos?
ue matarse trabajando como bestias. Quizá en la casa de alguno, en su humilde y oscura vivienda, se encuentra enfermo el hijito de su alma; y ansía estar a su lado un momento siquiera; y llevarle mediEl sol brilla en el cenit con todo el Visto a cierta distancia, el cuadro cinas para curarle su mustio cuerpeesplendor que le da un cielo sin nubes, tiene una rudeza agreste que cautiva. cito y juguetes con que arrancar una de un azul profundo. Sus rayos dirían Pero de cerca tiene un no sé qué de sonrisa a los macilentos labios.
se aceradas y candentes agujas que ta triste y doloroso. Es una de las tantas Cuántos al salir de sus casas deladran la carne. Nada empaña la lim páginas del libro de la vida, en la cual jaron postrada en el duro lecho a su pidez azulosa de los cielos inmensos. podemos leer la miseria de ciertos mo anciana madre sufriendo los achaques La vía en reparación es intran nigotes que se llaman hombres. de la miseria. En los oídos de muchos sitable. Sobre ella la tierra amon Da lástima ver a esos seres, encor resuenan todavía las duras palabras tonada dibuja caprichosas montañas vados desde la mañana hasta la tarde del dueño de la miserable covacha que en miniatura, de un color amarillento sobre el ardoroso suelo levantando el les sirve de habitación, increpándolos que se torna rojo al recibir los dardos pesado pico con un movimiento me por un atraso.
de Febo; los sanjones estrechos y pro cánico, monótono, cansado. Cae éste Cuál diversión, cuál distracción fundos semejan abiertas tumbas de un sobre las piedras y al chocar con ellas tienen esos hijos del dolor? Ninguna.
cementerio de aldea.
parece que lanza un grito de rebeldía sin embargo, cuán duro castiga la impotente de que es incapaz el indiviPasa a la página dor So tier VIENDO VIVIR 25 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.