Communism

Carta de Machado al Grupo continental venezolano 1929 04 05 lución agraria, lucha antiimperialista y gobierno obrero y campesino, etc. Merece el V, que nos ocupemos de su liquidación mediante una cr ítica que va a gastar gran parte de nuestras actividades? Yo estoy por la afirmativa. Antes de dar mis razones, creo indis pensable determinar que es el qué representa, que fuerza tiene, que carácter reviste para los numerosos obreros que lo conocen en el exterior y para el número poco considerable a que ha llegado en el interior.
Es la única organización política venezolana que existe. Dentro del país no existen ni organizaciones políticas ni sindicales; las orga nizaciones estudiantiles han sido disueltas en varias ocasiones; unas pocas asociaciones mutualistas de artesanos y obreros están sometidas al patronato de algún santo y, en la directiva tienen agentes de la policía. En su seno jamás se han tratado ningún problema relacionado con las reivindicaciones obreras. En el exterior, durante el largo período de la dictadura gomecista se han creado varias organizaciones con carácter político pero todas de vida efímera y como instrumento de algún grupo de caudillo. Hasta la primera organización obrera que se constituyó en el exterior, la Unión Obrera Venezolana, iba a la cola de los caudillos y sistemáticamente se negó a romper nexos con los representantes de los latifundistas venezolanos asilados por rivalidades políticas con Gómez. De manera que cuan do apareció el toda la emigración sólo se fijó en la parte negativa, es decir, en su campaña anti caudillista, antiimperialista, anticlerical, considerándolo como una máscara de los comunistas; y así se explicaban las vaguedades y confusiones de su programa positivo: los Principios Básicos del eran solamente el dis fraz de un programa comunista futuro. Esta era la opinión de todos: inte lectuales liberales, generales reaccionarios, trabajadores. Durante dos años hemos publicado a Libertad. ace ya un año que aparece La Chis pa. nuestra campaña anticaudillista nos ha conquistado el ataque rabioso de todos los elementos reaccionarios; nuestra campaña antiimperialista nos ha valido la acusación de intervencionistas como provocadores de una pot encia que desembarcará soldados en Venezuela tan pronto se encuentren amenazados sus intereses; nuestra campaña anticlerical el odio de elementos de todas las clases sociales que conservan las tradiciones religiosas. Que nuestra campaña ha sido bien acogida en los círculos obreros lo prueba la influencia tremenda que adquirió nuestra Local de Curaç ao, el lugar de mayor concentración obrera de la emigración, y en Aruba. Nuestros compañeros de Curaçao introducían a la región petrolera ve nezolana de Maracaibo gran cantidad de propaganda, la cual era bien re cibida. Sin embargo la influencia que ejercía el dentro de los ele mentos obreros a quienes llegaba nuestra