Mensaje del BSA al Comité Central y a los Comités Regionales del Partido Comunista del Perú 1932 04 07 El ve un formidable peligro en la tendencia de algunos camaradas de la dirección a plantear sobre la orden del día, como cuestión inmediata, el problema de la insurrección.
Sin una suficiente preparación ideológica, sin la formación de un activo sin una seria organización del Partido y de los sindicatos revolucionarios, sin una sólida ligazón con las fábricas y usinas, con las comunidades indígenas y las masas de yanacones, sin posiciones firmes en el ejército, sin una auto defensa de masas organizada, el planteamiento prematuro del problema de la insurrección como tarea inmediata sirve únicamente a nuestros adversarios y, en primer lugar, al aprismo. En verdad, esa formulación ultra izquierdista en su forma, descubre su contenido derechista en la práctica.
El aprismo prepara su golpe de estado y presiona sobre nuestras filas también a través de los millares de obreros, que llegan hacia nosotros y que no han sido todavía reeducados. Esos nuevos obreros que llegan a nuestras filas, que participan en nuestros organismo de frente único, deben ser ganados y reganados sistemáticamen te para nuestra línea. Debemos asegurarnos contra una degeneración aprista en nuestras filas.
Planteando el problema de la insurrección como cuestión inmediata, el Partido se desvía y desvía al proletariado de su tarea actual más revolucionaria, de la tarea de la organización de la revolución obrera y campesina. En la revolución obrera y campesina participarán millones de obreros y campesinos indígenas y únicamente organizando al Partido como partido de masas realizando una fuerte lucha ideológica, organiz ando sistemáticamente al Partido, participando activamente y encabezando todas las luchas de masas solo4 así será capaz el Partido de organizar la lucha de millones y conducirlos a la realización del programa de la revolución obrera y campesina.
La situación del Perú plantea ante el Partido grandes tareas frente a las luchas de masas. El Partido tiene que encabezar cada lucha reivindicativa cada huelga, cada sublevación de los indígenas, desencadenando en acciones crecientes la lucha por la tierra y por la auto determinación. Todo ello, sin temor, con la mayor actividad, con la más grande decisión, haciendo una propaganda enérgica, sencilla y comprensible de la solución revolucionaria de la crisis, del hambre, la miseria y esclavitud de la mayoría de la población, por la revolución de masas, por nuestro programa revolucionario, por la insurrección misma. Tal es, en conjunto, la ta rea de la organización de la revolución en Perú.
En la situación actual, algunas camaradas sostienen la concepción oportunista sumamente peligrosa de que, dada la agudeza de la crisis, las huelgas y luchas parciales no pueden dar ningún resultado. La charlatanería sobre la