CominternCommunismCommunist PartyFascismTrotskyWorking Class

Carta de Lombardo Toledano a la Komintern 1937 04 15 elementos más rudamente atacados, a tal punto que a Piña Soria se ha llamado en El Machete asaltante y otras cosas completamente absurdas y perfectamente injustificadas. Seguramente el propósito de estos ataques consiste en hacerme aparecer como un individuo que usa a los peores elementos para hablar por boca de ganso. como se dice vulgarmente.
En las últimas semanas, como resultaría hasta ridículo que tam bién a mi se me llamara derechista, la consigna dada por la directiva del Partido Comunista a sus elementos dentro de la consiste en que las agrupaciones en las que ellos tienen intervención me declaren dictador de la individuo que trata de absorber la representación del Comité Nacional contra la opinión de los demás Secretarios, movido por un afán de controlar al proletariado para fines personales. En estos momentos esa es la campaña que se sigue en mi contra en todo el país.
La realidad de las cosas es ésta: si yo sirviera de instrumento a los dirigentes del Partido Comunista y aceptara todos sus errores, la T. M, se dividiría en el acto; y si yo sirviera de instrumento a los compañeros juntamente resentidos por los ataques del Partido Comunista, y que en muchos casos obran apasionadamente, la también se dividiría. Mi papel ha sido, desde el principio, el de coordinador de todas las fuerzas en pugna y el de un orientador que se coloca por encima de os intereses sectarios o personales de los diversos elementos que integran la En el seno de la Confederación no hay derechistas en el sentido en que los compañeros del Partido Comunista quieren hacerlos aparecer: ni Velázquez, ni Gutiérrez Bustamante, ni Lobato, ni Piña, ni Lobato, son derechistas; ninguno de ellos está de acuerdo con la clase patronal, ni recibe dadivas del Gobierno; no está de acuerdo con el fascismo ni con Trotsky. Lo único que los desagrada es que por voluntad o por fuerza, los dirigentes del Partido Comunista pretenden obligarlos a que acepten sus iniciativas sobre todos los problemas. En los años que tengo de tratar a estos compañeros, no solo no los he visto retroceder, sino que, por el contrario, los he visto aceptar con interés cada vez mayor los principios revolucionarios. los actos realizados hasta ahora por la todos ellos en favor del proletariado y del pueblo de México, así como del proletariado internacional, demuestran que los antiguos líderes sindicales personalmente y en su conjunto, respe tan y realizan el programa revolucionario de la La unificación de los servidores del Estado. El compañero Hernán Laborde siempre ha tenido el propósito de reunir a los elementos de izquierda dentro del Gobierno, para que sirvan mejor a los inte reses de la Revolución mexicana y del proletariado. El propósito, considerado en abstracto, es