BourgeoisieCominternCommunismCommunist PartyURSSWorkers MovementWorking Class

Carta de Lombardo Toledano a la Komintern 1937 04 15 fuera de mi país, porque el proletariado debe tener fe en su causa y jamás deben los dirigentes obreros dar pretexto a la burguesía para que explote nuestra propia confesión sobre los errores y los defectos internos del movimiento revolucionario, sembrando la confusión entre los propios trabajadores, que en su gran mayoría permanecen aún en la ignorancia.
La prensa burguesa hizo un gran escándalo con motivo de mis conferencias sobre la Tergiversó mis conceptos, adulteró dolosamente mis palabras, y sobre las informaciones así publicadas, hizo comentarios violentos con el fin de levantar la oposición contra la propaganda comunista, tratando de impedir el congreso de unificación sindical que ya estaba próximo.
Pero no solo la prensa burguesa llevó a cabo esta labor: algunos de mis propios compañeros, los que me habían prevenido sobre los peligros que a su juicio existían, si yo llegaba a externar una opinión favorable a la Unión Soviética, valiéndose del cargo que desempeñaban de miembros del Comité Nacional de la en el momento en que el ataque de la clase capitalista llegaba a su máximo, de sautorizaron mi labor y declararon que la no era comunista, que no me habían autorizado para dictar las conferencias, y que yo no era el portavoz de la opinión del movimiento obrero de México. De esta suerte se unieron en mi contra dos fuerzas ue sin estar de acuerdo de una manera directa, si concurrían para hacer fracasar la unificación del movimiento obrero de México. UNIFICACION CON LOS COMUNISTAS SIN ELLOS?
Si hubiera escuchado solo a mi amor propio, y a la razón absoluta que me asistía, habría provocado dentro de la M, un movimiento para expulsar a los líderes que me habían asestado una puñalada por la espalda; pero sacrifiqué mi impulso legítimo de defensa, porque en esos momentos cualquiera división en el seno de la principal entral sindical del país, hubiera hecho fracasar el congreso nacional de unificación. Retuve el disgusto de numerosos sindicatos y de la mayoría de los líderes que deseaban castigar a los que habían adoptado esa actitud contrarrevolucionaria, y seguí insis tiendo en la urgencia de preparar el congreso.
Resentidos los líderes a que me refiero porque sus palabras no tuvieron en la masa el resultado que esperaban, y animados por mi actitud que podría haberse calificado hasta de cobarde, me plantearon el problem a de ir a la unificación, pero sin los elementos del Partido Comunista. Libré entonces una batalla de largos días de discusión, al final de la cual conseguí que aceptaren la unificación del proletariado contando con los comunistas. De este modo fue posible llegar al congreso sin grandes problemas, excepto el de