10 GERMINACION da. Yo soy y perdonadme que hable de mi mismo el creador formidable del futuro. Muestras confianza en lo que dices, habló irónica la Espada.
Sí, lo confieso; tengo absoluta fe en e!
dest no mio. Los libros laboramos con gigantesco empeño camino al porvenir. Como las mariposas en aleteo constante, llevamos en nuestras páginas el polen hecho ideas del Pensamiento Humano. La Ciencia es nuestra hija predilecta que apropamos en nuestras páginas mugrientas; ella destruye con sus hechos positivos, el falso pedestai de la Mentira y de lo Injusto, Fuerte te consideras, cuando estás por entero carcomido. recalcó con voz pépfida la Espada.
No, frerte no soy ni pretendo serlo; pero siempre hay un pero ¡oh noble Espa.
da! los libros cual el ave Fenix legendaria, renacemos de nosotros mismos. En cambio vuestra hoja ya se oxida, vícitima del tiempo destructivo y poderoso; sin que vuestro pasado capaz sea, de detener el estrago de los años.
Pero la pasión humana me pertenece. replicó la Espada. Nunca. prorrumpió exaltado el Li.
bro La pasión de los que a vuestras ex pensas tiranizan a los más, puede pertene.
ceros; pero la de los bravos trabajadores de la vida y de la tierra, está aquí, donde estoy yo. Campos desvastados por la gue rra, cultivados no han podido ser, porque falta a las rejas del arado el acero que vosotras po seis.
Quedaos con vuestras glorias ¡oh noble Espada! que yo en cambio carcomido como soy, sirvo de pan a los insectos; que no por pequeño que el ser sea, deja de tener el derecho a la vida. Llevar la luz a los cerebros de los hombres, es el fin que me guiará eternamente; ni el tiempo, ni el ace ro cortante que vuestra hoja forma, detendrán el paso vencedor de mis ideas.
Cesó de hablar el Libro quedamente, fatigado quizá por la jornada; y recogiendose: en sus desteñidas páginas, opto por medital.
La Espada incapaz de contestar al Libro, se contentó con sonreir despreciatvamente, durmiéndose sobre el duro es tante; soñó con viva complacencia en sus triunfos y en sus glorias.
JUAN LATINO MUNDO CIENTIFICO El zinc en los tejidos vivientes medida que se perfeccionan los pro para el buen funcionamiento del orgacedimientos de análisis químico, es más nismo, y ante tales condiciones, importa permitido el descubrimiento de las razas saber la cantidad de zinc que hay en las infimas de los elementos que constituyen substancias alimenticias.
los tejidos u órganos de los animales o Bertrand y Benzon, por medio de plantas, y se llega a comprender que éstos un procedimiento muy preciso han admicontienen normalmente elementos quími nistrado una dosis del metal en cuestión cos cuya existencia no se había supuesto a una centena de plantas, a parte de planen ellos, y que, sin embargo, lo son indis tas, escogidas entre las que más comunpensables a su vida. Tal es, por ejemplo, mente se utilizan para la alimentación del el caso del zinc, como recientemente así hombre o de los animales domésticos, y lo ha hecho conocer Gabriel Bertrand. han llegado a constatar que es en la parte El zinc, tanto como el hierro, es necesario carnosa de los frutos y las hojas marchi