BourgeoisieCommunismCommunist PartySocialismViolence

Carta del SSA al Comité de Santiago del PCCH y a todos los miembros del partido 1929 08 00 por el Partido Comunista. Ellas solas serán capaces de luchar contra la burguesía nacional y el imperialismo, llevar a término la revolución anti imperialista, dar la tierra a quienes la trabajan, confiscar las empresas imperialistas y realizar el gobierno obrero y campesino, primera etapa hacia la revolución socialista.
Teniendo en cuenta esa perspectiva revolucionaria debemos preparar los órganos de dirección de esa lucha: los sindicatos revolucionarios y el Partido Comunista.
La constitución de un Partido legal, como proponen algunos compañeros en espera de que ese partido legal no inspirar a desconfianza a la tiranía sino que seria una forma de desviar la feroz corriente de reacción que viene lentamente es una ilusión, y pudo representar una desviación peligrosa de la línea revolucionaria del Partido.
Una de dos: o ese partido legal será u partido de oposición burguesa y por consiguiente tendrá una composición social pequeño burguesa; no realizará ninguna política proletaria y anti imperialista y entonces será respetado por la reacción. En ese caso contribuirá a la farsa obrerista el gobierno, el que se complace en declarar que combate solamente a los sindicatos revolucionarios y al Partido Comunista, por ser organizaciones antinacionales. ese partido legal será un verdadero partido proletario, que luchará consecuentemente contra la reacción y el imperialismo; en una palabra: realizará la labor de un verdadero Partido Comunista y entonces la reacción caerá con más violencia que nunca sobre él, destruyendo su organización y encarcelando a los mejores compañeros. En este caso ten dríamos todas las desventajas que puede acarrear la acción abierta contra la reacción, y habiendo descuidado la organización de un fuerte Partido ilegal el partido legal absorberá toda la actividad de los compañeros, capaz de accionar sin presentarse como blanco de la reacción y de resistir los golpes, presto a surgir a la superficie para dirigir la acción revolucionaria de las masas en el momento preciso en que estas adquieran conciencia de su fuerza y se dispongan a la lucha efectiva contra la burgues ía nacional y el imperialismo.
En resumen, entonces, si bien es necesario estudiar algunas formas de organización legal, centros deportivos, agrupaciones artísticas, sociedades mutualistas, etc. que sirvan para mantener la ligazón del Partido con las amplias masas, la tarea fundamental actual es la de fortalecer la organización ilegal del Partido y de la FOCH.
Al mismo tiempo no hay que descuidar el trabajo en las organizaciones sindicales gubernamentales. Es necesario trabajar en el seno de las mismas; pero no con vistas a conquistarlas, sino que tendiendo a disgregarlas y