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Carta del SSA al Comité de Santiago del PCCH y a todos los miembros del partido 1929 08 00 reaccionaria, reconstruir su organización y continuar la lucha en defensa de la clase trabajadora del país y contra el gobierno nacional fascista de Ibáñez son la demostración de la voluntad de lucha existente en la parte más consciente del proletariado chileno, que en un próximo porvenir les aseg urará el triunfo. El golpe más fuerte asestado por la reacción al Partido ha sido, indudablemente, el que se realizó al comienzo de este año, por medio del cual el gobierno ha podido incautarse de casi todos los compañeros del CC y de los centros de dirección existentes en el país y quebrar, momentáneamente los lazos existentes entre las organizaciones regionales y la dirección del Partido.
Dada esa situación, el hecho de que los miembros del Comité Regional de Santiago hayan tomado sobre si la tarea de re organizar el Partido y de transformarse en centro de dirección del mismo, es digno de todo apoyo, si bien, como es lógico, es necesario que a la brevedad posible representantes de las diversas organizaciones de base del Partido nombren la dirección definitiva, que debe ser la expresión directa de la masa de los afiliados y contar con el apoyo de la misma.
La tarea fundamental del momento es la de organizar al Partido, dándole una estructura orgánica que le permitirá ligarse directamente con las masas trabajadoras en los lugares de mayor concentración de las mismas, y organizar también al mismo tiempo los cuadros sindicales revolucionarios (FOCH)
sobre la base de los lugares de trabajo, para oponerlos al avance del sindicalismo gubernamental, y hacer que la masas trabajadoras, guiadas por la vieja organización sindical que las ha llevado a diarias victorias, adquieran nuevamente fe en la lucha.
Reorganizar al Partido sobre una amplia base proletaria, darle una ideología revolucionaria que lo presente ante las masas trabajadoras como el único guía en sus luchas diarias que a través de ellas ha de llevar a la victoria final, es la tarea más inmediata a realizar. Para eso hay que tener en cuenta la situación política actual de Chile, a objeto de ajustar nuestra táctica a la misma. Si analizamos la situación, emos cómo el gobierno nacionalfascista de Ibáñez se conforma a las necesidades objetivas de la penetración imperialista, de la que es un instrumento, y cómo la reacción que ese gobierno desencadena contra las masas trabajadoras tiene por objeto permitir una mayor explotación de las masas laboriosas en beneficio de las empresas imperialistas, al mismo tiempo que resolver las crisis económicas del país mediante la entrega al imperialismo de las fuentes vita les de producción.
Todo el aparato estatal ha ido adaptándose paulatinamente a la estructura económica del país, sometido, colonia del imperialismo, y sobre todo del