BolshevismFalsificadores de la historiaSovietURSSWorking ClassWorld War

Febrero 12, 1932

CARTA CIRCULAR A LOS DD DE LOS PARTIDOS DEL CARIBE SOBRE LA URGENTE NECESIDAD DE MOVILIZAR A LAS MASAS CONTRA LA GUERRA IMPERIALISTA EN CHINA POR LA DEFENSA DE LA UNIÓN SOVIÉTICA Y DE LA REVOLUCIÓN CHINA, SOBRE LA POPULARIZACIÓN DEL SEGUNDO PLAN QUINQUENAL Y SOBRE LA NECESIDAD DE LUCHAR CONTRA LOS FALSIFICADORES DE LA HISTORIA Y DEL PAPEL MUNDIAL DEL BOLSHEVISMO.

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Queridos camaradas:

La ofensiva Japonesa para la repartición de China encierra el PELIGRO INMEDIATO de intervención contra le Unión Soviética y de una nueva guerra mundial. La detención de este peligro depende de la lucha del proletariado mundial, de la resistencia de las masas chinas y del desarrollo de las contradicciones internas del imperialismo. Consecuentemente, nuestro mas importante deber en el presente, consiste en la movilización de todos los miembros del Partido y de las mas amplias masas contra la guerra de los ladrones imperialistas en China, por la defensa de la Revolución China y de la Unión Soviética. Unido a esto debe hacerse la mas amplia popularización del Segundo Plan Quinquenal y una intensa lucha ideológica contra los falsificadores de la historia y del papel mundial del bolchevismo.

I. La Repartición de China y el Peligro de Intervención

Frente a la crisis que se profundiza cada vez mas, la clase capitalista está intensificando su lucha para hallar una salida de esta, mediante un ataque más amplio y más general contras las condiciones de vida de las amplias masas y por medio de la guerra. La guerra, especialmente contra la revolución china y contra la Unión Soviética se precisa cada vez más como una de las soluciones capitalistas de la crisis, la cual va unida íntimamente con una ataque más intensificado contra las condiciones de vida de las masas trabajadoras y sus organizaciones revolucionarias – siendo este ataque la línea general del esfuerzo capitalista para hallar una salida de la crisis.

Con la ocupación de Harbin, el imperialismo japones está estableciendo mas firmemente su poder en la Manchuria, lo cual tiene lugar con el soporte y la aprobación de la Liga de las Naciones y del imperialismo yanqui. Así pues, el imperialismo mundial está efectuando la repartición de China, edificando la base de Manchuria para la intervención contra la Unión Soviética, movilizando y armando las Guardias Blancas rusas para ataques provocativos contra la frontera soviética y las instituciones soviéticas en la Manchuria. El imperialismo japones está llevando ya su ofensiva más allá de Manchuria, dentro de la Baja Mongolia. El peligro de intervención ha alcanzado gran agudización.

Al mismo tiempo las tropas y marinos japoneses están ocupando Shanghay, llevando su ofensiva para la repartición de China más al interior de la misma, a lo largo del río Yangtze, dirigiendo su ataque especialmente haccia los centros proletarios revolucionarios de China y contra el Ejército Rojo de la China Soviética que está en marca hacia Hankow, tratando de reforzar la posición del imperialismo japonés en su lucha con los otros poderes imperialistas por la repartición de China. Los otros poderes imperialistas, especialmente el yanqui, británico y francés, están concentrado en y en los alrededores de Shanghay grandes flotas de barcos de guerra contingentes frescos de tropas y marinos para aplastar la creciente ola antiimperialista de China, para atacar a los Soviets Chinos y su Ejército Rojo y para asegurarse, ellos mismo, la mayor parte en la repartición de China.

La lucha entre los imperialismos por la repartición de China ha agudizado todavía más los antagonismos fundamentales entre los poderes imperialistas. La proposición de Japón de crear “zonas neutrales permanentes” alrededor de Shanghay, Hankow, Tietzin, Taingtso, que es un movimiento abierto para la repartición de China y para la iniciación de una guerra imperialista combina-