. 10 LOS SOLDADOS Por Omar Tengo Los humildes soldados campesinos! Entran esos hombres on a los esclause número de los que siempre me inspiraron amor: Los esclavos cuando no lo son de voluntad, cuando no es la vileza de su pensamiento quien los ata a la noria sión merecen ser amados. Es amable el paria, el proscrito de la vida libre. Hay que anar en él la esperanza en su resun çimiento que lo alienta, y el esfuerzo que al calor de alla rebullo en su corazón oprimido. Cuando el hombre quiere coderezar la frente y elevar su mirada, es hidalgo amarlo, es noble, es generoso.
La vida doliente de los soldados campesinos ha hecho que anide en mi ánimo más de una amargura punzante como un cardo seCO; he sentido que a mi espíritu lo muerden las mismas hondas congojas que haceran sus cuerpos fatigados; y mi cuerpo se ha estremecido bajo la impresión del dolor que disticnde en sus clmas. En sus almas puras y sencillos de campesinos. En sus almas opresas de soldados. on.
Allá en lo hondo de los ojos de esos hombres entire las bruno de tristeza que los nublan, y tornan agónicäs les fulguración nes que fueran hermos as antes, cuando el campo amplio, alegre y destellante, recogía la oración de sus miradas, lay be tinte de semblanza con el mirar penosamente lrar penosamente inc.
incierto de los su bueyes, De los mansos bueyes que encendieron. es que encendieron ci fuego de 28 virilidad ante el altar siniestro del yugo.
Como es verdad que los soldados son bueyes, bueyes que Igual de los que gostan on spod de los campos el. 1000 ürrastran sobre ellos la furia tajante del arado, ne ner el punto final a su existencia entre til dero! Triste es morir así. Morir cuando no se.
estar despojado del hermoso derecho de morir por que el deber de morir por la patria, una ignominiosa sumisión, como son ignominio.
que 1103 anulan para comprender las cosas realmente ajante del arado, han de poentre la sangre del matando no se ha vivido. Es rir por deber. Porin no sabe ya que es son ignominiosos todas las que OS as realmente grandes.