ACRACIA bach, en La Juventud de Franz Kafka. tes que deja planteada la obra.
El Dr. Jorge Blanco Campos, en un pequeño pero sustancioso opúsculo, titulado; La narrativa de Franz Kafka y Julio Cortázar. nos aclara mejor la vision kafkiana del mundo.
Nuestra vida racional, es una máscara con la cual pretendemos ocultar nuestra angustia e inutilidad en la vida. El hombre no supera Io malo que lleva en él, por ende.
se refugia en la desesperación; en la irracionalidad. No logra redimirse de su animalidad. sino a cada paso se esclaviza más.
Carlos Sagot, en su sesudo artículo, bajo el titulo de Reflexiones en torno a El Castillo. nos comenta mejor esta última idea; cuando afir. ma que El Castillo es símbolo de. lo trascendente, el camino, si: no, el esclarecimiento del destino del hombre.
En otra. de sus obras Cartas a Milena. publicada en forma póstuma, la temática varia sustancialmente. Las cartas están dirigidas a su traductora al checo, Milena. Nuevamente encontramos al Kafka de América. tierno y dulce.
Luego de la anterior aclaración del Dr. Blanco, pasemos a la obra monumental de Kafka: El Castillo.
En esta obra es donde mejor se aprecia el tema que venimos tratando: la soledad en la obra de Kafka. El.
agrimensor llega a una aldea, desorientado de su ruta. Desde el.
inicio; la ambivalencia, la inseguridad se adhieren a su precaria situación. Siempre espera la confir. mación oficial de El Castillo como agrimensor, pero ésta nunca llega. Los pobladores de la aldea permanecen indiferentes a sus preccupaciones. El Castillo. siempre rodeado de niebla, es inalcanzable para una persona que no es de ese lugar. La soledad y la desorientación se agigantan a cada paso.
Fireda, amante de Klan, Barnabás; el mensajero, el maestro del pueblo, todos le niegar la información que desea el agrimensor La obra queda inconclusa para no necesitaba final: Not: Todo su mundo personal que en gran parte se nutre su novelistica, aparece descrito en esta obra en forma. directa y sencilla. En algunas car tas ya se aprecia que la enfermedad está consumiendo al escritor, no.
obstante, eso no es obice para que Kafka, nos regalara imágenes llenas de ternura escasísimas en su obracomo la siguiente que aparece al final de una de las cartas (estas fueron escritas entre 1920 1922, dos años antes de su muerte, ocurrida en 1924. el domingo nos yerencs, estaremos juntos unos cinco, unas seis horas, es muy poco para hablar, pero es suficiente para callar, para darse la mano, para mirarse en los ojos. o esta otra. acabo de pasar dos horas echado en el sofá, pensando casi exclusivamente en tí. Cartas a Milena. es una refrescante brisa, és un mar proceloso, que es la obra de Kafka. 44. no pred El buscar en la vida algo que nosotros mismos no sabemos que es, el caminar sin derrotero fijo, pensando sencillamente en avanzar. Esa.
moraleja es una de las interroganLa nitidez con que César Valverde resume la trama general de la obra de Kafka; en su artículo Las cartas de Kafka. amerita que lo cite.