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Sábado, 15 mayo 1937 Lierra y Libertad DEL HISTÓRICO MANIFIESTO DE LA Y JJ. LL. DE CATALUÑA, DEL 11 DE MAYO DE 1937 Se perfila en cierta Prensa y en boca de determinada gente una nueva derivación del complot abortado.
ello nos anticipamos, declarando lo siguiente: LA LA I, que fgeron llevadas al movimiento por una maniobra monstruosa en la que intervinieron muchos y diversos sectores y hombres cuyos nombres prohunclaremos, acusando con prutebas cuando el caso llegue, no están dispuestas a que se siga por el camino emprendido. anunciamos que ha.
blaremos paralizando toda villana ofensiva, tanto antes cuanto más pierdan la cabe.
za y suelten la lengua quienes tienen muchísimo que callar en este asunto. No nos dejaremos llevar al terreno de provocaciones a que se continúa pugnando por conducirsenos. Pero adsertimos que a los secuestros, a los atentados personales, cuanto pueda ngeramente plancarse, contestaremos en forma adecuada.
ORGANO DE LA DESPUES DE LA TRAGEDIA.
Cuidado con las mistificaciones peligrosas. Cuidado den represalias Wilcfinitivas) contra cierto sector marxista, con especular con la squgre de los caídos! He aquí las ad incluso el exterminio, ne insinúa, con demasiada claridad, vertencias que debemos hacer necesariamente a los diri. que los incontrolados están en el seno de nuestro movimieilgentes de ciertos sectores antifascistas, en el momento mis to, al que se procura colocar en una posición equívoca y mo en que se requiere el mayor esfuerzo de cordialidad y de achacarle indirectantente la responsabilidad de la sangrienta coniprensión a fin de evitar que la tragedia que acabanios lucha.
de vivir en Barcelona, que ha vivido todo el mundo prole. Parece imposible que se hagu esto aquí misnio, a pocos tario, pueda repetirse.
dias de la tragedia. Sc olvidla acuso que la provocación ini.
Ahora, cuando más que nunca hay que concentrar Les cial, es rectacular, partió ale arriba, es decir, de los que ma.
fuerzas contra el enemigo común, debe tenerse cuidado con nejaban la fuerza pública, quién sabe con qué intenriones?
lo que se dice y lo que se hace frente a los hechos sangrien. Es que puede permitirse, en momentos en que se está rcatos ocurridos, dehe actuarse con el máximo sentido de res lizando una revolución, cuando lay inquietud en el am.
ponsabilidad. Poner en primer plano todo aquello que pne bicnte, cuanto los obreros receian con razón que se les inda umirnos para superar el peligro del momento, abandonar tenta arrebatar sus conquistas, que ac quiere elesurmiar para todo aquello capaz de ahondar el rencor y alejar hostilmente sonielerlos luego a miancios contrarrevolucionarios, puede unos de otros a los sectores antifascistas, sobre todo a los permitirse, decimos, un acto de la gravedad que tuvo el asul.
sectores proletarios.
lo de la Telefónica. No fué un acto de simple acción de Nosotros, los hombres de la y la hemos fensiva el que hizo salir a los obreros a la calle? 20 45.
dado todas las demostraciones humanamente posibles de perahu (file lo puentra nada y quc la burguesía, uninglii nuestra buena voluntad en ese sentito. Hemos hecho todos por la pasividad popular, retomard poco a poco sus prosi.
los sacrificios y puesto en juego la más grande serenidad a ciones?
fin de dar término a la lucha fratricida y hacer que ella no Todo eso era imposible, era absurdło. Nuestro prolciaria.
pueda repetirse. Tenemos derecho. pries, a pedir recipro do lan atomiostrado a través de gestas heroicas, en las peores cidad y también a puntualizar las desviaciones peligrosas de épocas de represión, que sabe reaccionar ante los golpes de quienes no parecen sentir la gran responsabilidad del mo. arriba y sulir en defensa (le Hus conquistou weuuzados. Lo mento que vivimos.
menos que portin e perurie (s que en momentos de revolu. C que se está haciendo un juego desleal en torno a los ción y de nerviosismo cantado por ciertas campañas reuchechos sicaecidos. Lo están haciendo sobre todo los que di. cionarias, los trabajadores respondieran con encryia a lo que rigen las organizaciones «lel Partido Coinunista, desde su erit ostensiblemente un ataque a sus derechos de control.
prensa, desde sus tribunas, por internecio de sus hombres Fácil cra prever que sucederíu asi y los que se decirtieron u representativos. Se pretende que todo lo sucedido, todo cso liacer aquel paso funeslo, lebían saher perfectamente a qué que pudo precipitar una catástrofe, no fué obrn sino de al aleners. Por qué lo hicieron? Ile ali ang interrogante que gunos provocadores o incontrolarlosı, y a la vez que se pl dejamos planteada.
Después sucedió lo que ocurre siempre. Los que iniciaron la agresión pasaron por agredidos. intervinieron desde luego elementos turbios, provocadores que procuraron que lü luchu sc extendiern y se liciera más grave. Entonces se impuso la serenidud, el espíritu de responsabilidad y de elisci.
plina de nuestros liombres, Vino el alto el fuego! acalado inmediatamente por nuestros camaradas todos, a pesar de ser constuitemente llastilizados y provocados, a pesar de los desmanes que se proclujeron, después que muestros hom.
bres abandonaron la luchn. Si algún heroismo hubo, fué precistimente el de mantener esa serenidad que salvó a Cattaluña y a España ile in catastrofe in precelenley y sin remedio.
Fue posible así que el fuego se parara realmente y se volviera al trabajo con la impresión de la lección recibida que era de esperar aprovecharan tollos y en primer término aquellos nya tenteraria actitud «iera Ingar al primer úcto de la tragedlin.
No parece que haya ocurrido (sf. ya que se persiste en el error (lel exclusivismo y se quiere chiar la culpa le lo succeido a uno de los sectores obreros, se liablit de represa.
lins, de exterminio. Mal sistema, pésimo lenguaje. No es así COMO se solidificará la paz cutre los sectores antifascistus, se desarmiaron los espíritus y se lurá posible ima sólida y len colaboración antifuscista.
Ilay que cambiar ile procedimientos cuanto antes. Es una exigencia que li cemos a todos, especialmente a los comaritclas comunistas. Dejad a un lado las especulaciones, la poli.
licu, el juego peligroso de los odios, Lo hacemos con toda la toción «le responsabilidad revolucionaria que el momento exige. esperamos que no se ros obligue ir puntuntizar uma scric de leclios que recogerá la historia pero que allora pre.
ferimos dejar en la sombra. ulle El orden en manos de los trabajadores esbelt El orden Revolucionario debe asegurarse 92.
JE La El orien revolucionario y de relaguardia no cg una cuestión de fuerza pública, como aún pretenden algunos.
El orden revolucionario y de refoguardia, el verdadero orden asumido por los trabajadores an.
tifascistas, es sobremanera una cuentlón de control proletario, de expansión y extensión de una moral de guerra, do producción y creación de fuerzas económicas capaces de disciplinar y resolver In voJuntad proletaria en un sentido emancipador, don.
do millares de trabajadores Ae encuentran representados y unificados, con absoluta fientificación en las fábricas, fos talleres y los campos.
El orden revolucionario y le retaguardia sólo puede desarrollarse y lener expresión a través de un ritmo diario y sin cesar creciente de unidad y fraternitlad obrera.
La fuerza pública carga sienipre armas y confia en la solución de las armas, haciendo presente a los más lo necesidad y la solución de tus armas.
Los trabajadores, en cambio, hacen su vida en la producción y en las fálsricas y resuelven sus proJlemas a través de una moral activa forjada por el hecho socialista de una economia progresivamente colectiva, que encuentra su expresión política en los sindicatos y las grandes asambleas proletarias.
los trabajadores son la gorantit de un orden social en retaguardia y en revolución. Hecho alm.
ple, concreto, de enorme contenido social lo die ron, al respecto, los frabajadores del transporte de la Confederación. Cuando la N: radio a las cuatro y media de la madrugada la orden de resta.
blecer el tráfico tranviario en Barcelona a las selo horas, millores de ohreros del transporte se enca.
minaron a las estaciones, publeron en movimiento los coches y animaron, con tina sensación real del vido, las Rondas, las Avenidos y Ramblas, al poner en movimiento el inecanismo de producción que ellos administran y gobiernan, El orden era eso. El orden eran los Trabaladores. El orden era la Confederación Nacional del Trobajo y el Sindicato del Transporte. pesar de los pocos y los disparos alelados por no declr crl.
minales, de los que claman por el orden asegurado por la presión de las llamadas fuerzas públicas y.
de algunas fuerzas públicas volcadas contra el nue vo orden proletario.
RESPETANDO AL PROLETARIADO REVOLUCIONARIO, NERVIO DE NUESTRA VICTORIA.
RECONOCIENDO QUE LI GUERRA AL FASCISMO ES LA DEFENSA DE LA REVO.
LUCIÓN DEJANDO LOS TRABAJADORES LI.
BERTAD DE ACCIÓN EN SUS REALIZA.
CIONES.
ANULANDO LA POLITICA DE MANIO.
BRAS, DE DEMAGOGIA, DE CALUMNIAS.
SANCIONANDO LOS PROVOCADORES DE LA LUCIA ENTRE LOS TRABAJA.
DORES.
ASEGURANDO LA LIBERTAD DE PREN.
SA DE ORGANIZACIÓN PARA TODOS LOS SECTORES REVOLUCIONARIOS.
EXTIRPANDO DE LA RETAGUARDIA LOS ELEMENTOS EMBOSCADOS DEL FAS.
CISMO, SUPRIMIIENDO EL LENGUAJE VIOLEN TO PROVOCATIVO DE LA PRENSA PARTIDISTA.
CUMPLIENDO LOS COMPROMISOS CON LEALTAD RENUNCIANDO PLANES DE HEGEMONIA.
RENUNCIANDO EN ABSOLUTO AL ESTABLECIMIENTO DE DICTADURAS DE CUALQUIER TIPO.
HABLANDO MENOS DEL AMOR LA UNIDAD, DEMOSTRANDOLO EN LOS HECHOS CON EL EJEMPLO.
NO JUGANDO CON FUEGO, AZUZANDO ODIOS RENCORES, CONTRA LA LA SELLANDO LA ALIANZA OBRERA REVOLUCIONARIA ENTRE LOS OBREROS DE LA T, LA G, CUMPLIENDO LEALMENTE LA CONSIG.
NA: GANAR LA GUERRA HACER LA RE VOLUCIÓN.
NUESTRAS ARMAS NUESTRO TRABAJO, POR LA REVOLUCION PROLETARIA!