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TIERRA LIBERTAD Página Que jamás se repita la tragedia vivida por el pueblo de Barcelona y que la unidad del proletariado de la y la sea un arma poderosa contra todas las provocaciones de los que quieren llevarnos a la lucha fratricida, Serenidad, camaradas!
Proletarios de España. Uníos!
Hemos salido de ap trance difícil. Entramos en un período en que se deben estudiar y hallar las soluciones a los problemas que han quedado truncos, y a los nuevos que se plantean como consecuencia de los acontecimientos ocurridos. Ne.
cesitamos, una vez más, aplicar nuestra máxima fuerza de raciocínio, adestro más profundo espíritu analítico, con la serenidad y sensatez que horas tan paves y situaciones tan enmarañadas reclaman.
Tengamos, ante todo, serenidad. Días de fiebre, nos han puesto en la calle, nos han llevado a proclamar ante el mundo, ante todos, que no estaban la y la dispuestas a tolerar un paso más en el camino tortuoso de los politicantes que nos han declarado la guerra, aunque no en forma franca y abierta.
Nuestros nervios han vibrado bajo el fuego de las barricadas. Sangre de hermanos se ba vertido y vidas de seres queridos, de compañeros nuestros, do hombres de trabajo de otros sectores, han rendido tributo en las horas agitadas de la lucha Pero hemos retomado el camino de la paz, porque tuvimos la suficiente visión de los problemes, la necesaria serenidad en medio de la borrasca, para comprender que por guel camino ibamos todos, Abrolutamente todos, a la catástrofe.
Hoy, pensemos las cosas con la serenidad que reclaman. Midamos cada paso, sabiendo perfectamente sus consecuencias. No nos dejemos llevar jamás por el impulso primero de nuestras reacciones sentimentales. Reflexioncmos, estudiemos, extraigamos enseñanzas y sigamos.
Formamos parte de un movimiento revolucionario organizado. En la debemos resolver nuestros problemas tácticos. Desde la hemos de afrontar las circunstancias, sin olvidar nunca que tenemos la responsabilidad enorme de una guerra contra el fascismo que hay que ganar, como hay que hacer, dentro del ritmo que las circunstancias permitan, las transformaciones revolucionarias Al resolver cualquier problema, encadenémoslo al resto de los problemas de la guerra y de la Revolución. Al decidirnos a dar un paso adelante, miremos bien todos los caminos, no sea que por darlo demasiado apurado, nos alejemos del que la realidad misma está indicándonos a gritos. Sepamos siempre obrar orgánica.
mente. Nunca más que ahora, es indispensable poner en práctica la coordinación en nuestras actividades de todo orden. Vivimos y actuamos rodeados de peligros, Hay que saber salvarlos con inteligencia, sin caer en extremos que nos pueden re.
sultar fatales. Se impone la visión de conjunto de la realidad que nos rodea. 10 impone, por sobre Indo, la máxima comprensión del momento que atravesamos Camaradas! Nuestro organización, la debe ponerse a la altura de la hora histórica que vive el proletariado de España. Seamos, siempre, capaces de marcar rumbos eficaces en esta marcba dificil del pueblo hacia su liberación.
Para ello, repetimos: serenidad.
Lo clase trabajadora no tiene la culpa de que haya elementos que tienden a llevarla a suicidio. Ni tiene la culpa de albergar bajo los pliegucs de sus banderas a clementos provocadores. Ni pucdc pagar la responsabilidad de los dedicados a su política partidista, por encima de la voluntad y de las aspiraciones de los trabajadores.
La clase proletaria es una sola, aunque esté dividida ideológicamente. Todos los trabajadores son integrantes de la misma familia y todos anstan conquistar su emancipación.
Hemos afirmado que la política en acción dentro del campo sindical, dirigiendo los destinos de las organizaciones obreras, cra nelasta. Todo lo contrario, en cambio, pasa con los organismos sindicales regidos por la voluntad de los mismos trabajadores.
Se resuelven todas las cues ioncs en forma armoniosa, sin que surjan pleitos entre Sin.
dicales de esta u otra tendencia. Del corazón de las masas proletarias surge un solo afán: la unidad.
Pero vienen los que no pueden conformarse con la acción propia de los trabaja.
dores y los enredan en sus tentáculos, y los hacen servir planes propios. planes personales, de partido, asl sca a costa de la vida de los mismos trabajadores. esta a la tragedia, cate o el dolor vivido en estos días agitados de sangre y de lucha. Entre hermanos, entre trabajadores, entre hombres quc deben marchar unidos, estalla la tormenta, sc deratan los odios, surge la lucha fratricida. esto no puede scr, no debe sei nunca más en nuestra España liberada del fascismo. Esto ha de terminat, porque no hay crimen mayor que el de desangiarse entre los mismos hermanos de clase.
Siempre propugnamos, lo hacemos cada día, por la unión del proletariado. si se ha levantado la tormenta y se ha derramado sangre entre hermanos, podemos afirmarlo rotundamcntc: hay quienes no han tenido inconveniente en encender los odios y en lanzamos, mediante provocaciones intolerables, a la catástrofe.
Después de lo ocurrido, trabajadores de Barcelona, de Cataluña, de toda España, recoged el llamamiento de la Federación Anarquista Ibérica; REALIZAD LA ALIANZA OBRERA ENTRE LA LA G, PARA GANAR LA GUERRA HACER LA REVOLUCION. Proletariados de España. UNIOSI EL PROLETARIADO DE CATALUNA ESPARA NO PUEDE ADMITIR UNA POLITICA DIRIGIDA DESDE EL EXTERIOR, VENGA DE DONDE VENGA DESPUES DE LA TRAGEDIA ¡Sigue Federica, sigue!
Clarcaba el de mayo y los primeros rumores del trabajo que se reiniciaba, cerraban con una nota de esperanza la noche de inquictantes repiquetcos.
Nuestros camaradas Santillán y Montseny regresaban al local del Comité Regional, abrumados por tres dias de desvelo, cncrvados por la interminable gestión en la que pospusieron todo legítimo orgullo personal, para tratar de arrancar la venda de incomprensión que inmovilizaba a los hombres que en la Generalidad de Catalufia tc.
nían el deber de agotar lodas las gestiones, de golpear a todas las conciencias, de ha.
cer algo más que decir palabras en pro de la fraternidad de los combatientes. Habla que evitar que la política de retaguardia desmoronara el frente antifascista. a tu gestión correspondió en buena parte la solución que deshizo las barricadas.
Pasaban frente al Sindicato del Vestido, adherido a la sito sobre la Via Durruti. En ese loral aún había hombres enconados por la lucha Les vieron venir. Lo radio voceaba cl lamamiento confederal. las seis, todo, al tra.
bajon. en un momento de sinccra emoción proletaria, movidas por una clara con.
ciencia de clase, sin consulta previa, sus manos palmotearon el Aplauso.
Ellos se Jet ivicron sorprendidos. entonces una recia voz obrera exclamó desde lo alto. Salud, compañeros! Sigue, sigue, Federica, luchando por la unidad ubrera. cuando, rato más tarde, la compañera Montseny relataba las incidencias. dc la jornada, nos decla: Si algo pudo, de un solo golpe, limpiarme el sabor amargo de la tragedia en la calle y la intolerancia en el Palacio, ha sido este matinal saludo obrero, que será un alicicntc inolvidable a mis tarcas por la emancipación proletaria, Salud, compañero, respondemos nosotros poi Federica, y agregamos; tú también, obrera de la UGT, sigue, sigue luchando por la unidad obrera!
por FEDERICA MONTSENY, ministro de Sanidad Al Go, cuando ya la calma va renaciendo, con las fuerzas físicas agotadas y el alma trapuida, escribo estas línças.
Barcelona ba vivido las maus angustiosas, las mis terribles horas de tu vida.
No queremos volver la vista atrás. No us posible, en este instante, sin la serenidad precisa, que volvamos la vista atrás. Hemos de mirar hacia adelante.
hacia el mañana, sirviéndonos el pasado de lección tremenda. unos y u otros.
Porque el pasado y la terrible experiencia de estos espantosos dias deben deciruos a todos cuál ha de ser poustra misión y nuestra moral en la retaguardia. No más políticas do partido. No más desmembración de la unidad precisa para di triunfo. No más anteponer el interés de cada grupo, de cada sector, de cada partido, de cada organización, por encima del deber sagrado de una unidad apuñalada por la espalda por cuantos hicieron de su esfuerzo o de su habilidad las palancas para levantar bloques particulares.
El proletariado debe colocarse por encima de esto, con pleno sentido de eaponsabilidad, superándose a sí mismo y arrinconando a cuantos no saben sunarse a la obra y al grandioso interés colectivo.
Lección tremenda, que arrasa de lágrimas nuestros ojos y hace temblar el corazón de indecible pena. Cuántos muertos, cuátitos heridos, camaradas! sicmpre la misma tremenda pregunta. por qué eto, amigos, hermanos en lucha contra el fascismo. Por qué eso, trabajadores de todas las organizacio.
nes?
No, nonca más ba de repetirse esa horrible tragedia. Screpidad, calma, comprensión, sentido de responsabilidad en todos. los que no sepan ser dignos do la hora que vivimos, los que, por ambición política o por incapacidad creadora, generaron, facubaron ese drama, ese desbordamiento de las masas, implacablemente aportados Que la paz de Catalun que la necesidad de panar la guerra y de coronar la obra revolusia. Lord, who de esta por encima de to o de cien bombres.