AnarchismBourgeoisie

Sábado, de enero 1937.
GUERRA com hierra y Nocotra compañera Federica ha dicho bien: estando en lo alto de la montaña es impo.
sible apreciar en inmensa al.
tura. Cuando nos alejemos de ella, nos preguntaremos con asombro: inosotros bemog sn.
bide tant alto. i, entamos escalando una cumbre, dejando jirones de carne y ríos de sangre en la marcba. queremos sobir, teguir eubicndo.
Esta guerra es por nuestra vida o nuestra tccrtc. Por eso nitreetras armas camaradas, redoblan dia a dia fu arrellador cefuerzo.
Vengen alemanes o italjaпод moros y serioritos de la falange. Que nuestros fusiles y cañones, nuestras ametralledoras y aviones, han de aples.
tarlos en piedad.
Con los reptiles venenosos, con los asesinos da niños, po puede haber misericordia. Hay que ultimarlos. Nuestmgueта аві.
libertad MUERTE ORGANO DE LA LA ch RECONSTRUCCION ali Kanine Si alguien dudara del sentido revolucionario del momento que vivimos, debería venir junto al obrero de la retaguardia, junto al campesino de la retaguardia. No sólo es Cataluña quien construye. En los pueblos de Aragón, de Levante, del Centro, de Austurias y de Euzkadi, los obreros y los campesinos hacen efectiva labor revolu.
clonaria. Una tendencia común los pone a la obra. Organizan el trubajo sin patronos, direclamente, en pequeña o gran escala, parcial o integramente en una industria, en una zona agrícola. Organizan el control obrero. Organizan la escuela nueva. Organi.
zan la sanidad. Construyen. Hablarle a uno de los hijos del pueblo que combate en el frente, de ganar la guerra para hacer después la Revolución, de volver a la tibieza del régimen liberal burgués, de quedar en lo que estamos, es no sólo un contrasentido, sino una ridiculez.
Hablarle al obrero que en la retaguardia crea una nueva estructura económica y so cial, de detener su obra, de esperar, de acomodarse a une vuclla imposible al pasado, es, sencillamente, una fronía, una burla, un escarnio.
La tierra para los campesinos, los fábricas y herramientas para los obreros y los técnicos, también uhreros de la Revolución. La producción para satisfacer las ne.
cesidades de todos. El consumo equitativo, que asegure a todos el mismo derecho a vi.
vir. El racionamiento de los productos escasos. El fin de los privilegios, de todos los privilegios. El Intercambio de máquinas y productos entre los obreros de las cludades y los trabajadores del campo. La ayuda reciproca entre obreros de una mlema industria, entre industria, distintas, entre regiones más o menos ricas por naturaleza, entre los débiles y los fuertes, a condición del trabajo prestado a la colectividad de que se forma parte. He aquí la síntesis de esta Revolución proletaria, social, que realizamos, que impulsamos en España.
Obra semejante no se improvisa, no se ejecuta en pocos días, en pocos meses, cuando hay una guerra moderna que ganar. Cuando hay un mundo que está contra nosolros, con todo el peso de su oro, de sus armas, de sus lacayos fasciatas. Se hace, con ritmo propio, capccial, desconocido en la historia de las grandes revoluciones. Se hace a costa de sacrificios que se multiplican a medida que el triunfo se ve próximo, a costa de esfuerzos que rompen las gruesas barreras que la economía de guerra pone a nuestro paso, venciendo no pocos prejuicios y ambiciones que brotan en la agitada convulsión revolucionaria.
Los anarquistas catamos en la obra, junto a nuestros hermanos de la retaguar dla, como estamos, sin reservas, dando nuestras mejores vidas, nuestros más preciados militantes, en las primeras avanzadas de la guerra. Está en nuestra sangre la audacia Innovadora, la acción ejemplariradora. Somos, trasplantados en el tiempo que nos se para, los mismos «anarquistas de la Gran Revolución de 1789, que en París eran el alma de las multitudes y con ellas exiglan pan y libertad. Somos los que en la Re volución rusa dimos el pecho en todas partes contra las bandas de los generales blan.
cos, de los alemanes invasores, de la contrarrevolución mundial.
Aquí, en España, sumanios algo nuevo, que ha de impedir, para nosotros y el pueblo, viejos errores, sangrientos desastres, retrocesos a la esclavitad. Sumamos nues.
tro esfuerzo creador, constructivo, realizador. Obromos y trabajamos sobre los cimien.
Lou de una Revolución iniciada. Edificamos la economía nueva. Ponemos en el obrero, en el campesino, en el técnico, en el maestro, en el hombre de trabajo slempre, toda nuestra fe. Somos obreros nosotros mismos, y realizamos, reconstruímos la economía, para que pronto el trabajo dignificado, la libertad, la solidaridad social, imperen en este España en llamas, de la que queremos que nazca la organización de carácter au.
ténticamente socialisla, más avanzada, més justa y libre de todos los tiempos.
Por eso de confunde el doble esfuerzo del combate y del trabajo.
En los frentes, ruido de armas, ofensivas y planes de la victoria. En la reta.
guardia, camaradas, ruido de herramientas que trabajan sobre based odevas, para el porvenir, para la humanidad.
o isti TV 14 SS sindicalizar la industria, sociallzar la producción y la distribución seleccionar la producIl ctón; trabajos útiles en la retaguardia; coordinación, responsabilidad USANNE ICOWC De la crítica liemos pasado a la acción. Ingamios, pites, lo más y mejor que podamog. La superación de lo ucitado litru a actuar de mevo. Incer Ins cosas mejor. Si difícil es convencer propagando las ideas, convenzamos haciendo, para que la evidencia entre por los ojos, para que la prélien In hagan los mis.
mos hechos, las experieucias, los avances niestros.
No lauy, no puede haber marcha conjunta, al mismo compás, de las masus revolucionarios. Siempre ha de haber quien se adelante, euschando el camino.
Nosotros, anarquistas, pondremos lo nuevo, lo audaz, lo que revoluciona una costumbre o destruye una tradición, al lado de aquello que escamos suporar, si primir o transformar.
De la comparación entre el pasado yue subsiste y la realizacióu revolucionaria vucstra, surgirá la compuista de los inerédulos, de los timor:45, de los que esperan que los otros liagani, El pequeño burgués, el pequeño proprietario (le la tierra, el pequeño núclco de obreros de un taller aislado, el técnico temicroso de su porvenir, Sin.
dicato retrasado en lu socialización, el cnpipesino desconfiado, han de sumarc a la Revolución proletaria, ante los hechos consumados que pondrán aide sus ojos la verdad que no nos causaremos de repetir: la Revolución quiere que todos tengan el mismo derecho a la vida, cumpliendo cl mismo deber de trabajur si se es apto para el trabajo.
La Revolución tiene sus virtudes propias, Despinzn o adapla a suis conquistas a los elementos neutros, a los que estiin en el plano de la indefinición por pequcños privilegios lieredados o por incipacidad de sentir el momento que ad vive. Pero hay que hacer. En la ciencia, en la técnica, en la historia del maqui.
nismo, en la evolución de las sociedades, las revoluciones las impulsaron los primeros, los que pusieron en marcha sus proyectos, los que mostraron con el intvento nuevo, con la fórmula nueval, con el método de trabajo nuevo, con el sistema de enstwanza nevo, con el vehículo de Transporte nuceo, etc. la superioridad de sus propósitos, su practicidad, sus beneficios.
Así, camaradas, obremos nosotros. llncieudo. Construyento sobre la iunrcha cuanto acordamos en nuestros Sindicatos, en nuestros Plenos, al estudiar el prcsente y proyectar para el futuro. Es la obra anarquista, es la misión avanzada del anarquienio militante. Ilacer y hacer bien.
ATTRESS STRSTVA Savernatnings