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ELEVEN. Sh.
Núm. 47 Precio: 20 cénts.
20 cm. libertad REDACCION ADMINISTRACION.
Unión, Teléf. 23658 BARCELONA. Problemas de la Revolución. LA HORA DEL TRABAJO.
e ON ta Yan. Há visto el pueblo que no desconocemos las exigencias del momento, el frio, chapaleando en el barro, envuelto, en la pieve, con el trabajo, en la natez, en la abnegación. Los otros, los que eDespués de la instauración de la República, difimos nuestro penamiento alma y la inteligencla puestas en el ariba que maneje, en la me capan a la cor lente impetuosa, de una hora trascendental para pusimos en marcha lo que podía libertar al proletariado de la subsistento blobra que reallta, obsesionado por lite sola idea: triunfar, la humanidad, los fríos, los apáticos, los egoístas, los que tienen esclavitud y de los ntievos peligros llegados con las fuerias quie tomaron para que la revolución trunfe, para que todos triunfemos con la desvergüent de crearse comodidades y aprovechar en el rio Ag cargo la dirección del Estado. Basados en experiencias dolorosas pero ella, là yleión de la guerra, de la terrible y epopeyica guerra revuelto de las dificultades de la vida diaria, ésos son el lastre, aleccionadores que hemos escrito, con nuestra gangre y llevado adelante por la libertad, ha de estar ante los ojos de todos. En el taller, el peso muerto que todas las revoluciones han tenido que susacrificando la libertad y la vida de millares de camaradas, ofrecimos antes en la calle, en el hogar, en el sindicato, de día y de noche primir.
que nadie la solución revolucionaria que se imponía por las caracteristics. Vanios a der Uhrer, pero a costa de grandes sacrificios. Vamos a la victoria. condición de ser comprensivos de de las tendencias en que se habían polarizado las masas obreras, Propast. Pedan hoy en la balanza que decide nuestra victoria los hombres la gravedad de la hora. Siempre que deparemos sin tardanza la mos una acción conjunta revolucionaria sobre la base del respeto al pacto y las mujeres coneclente. Los que se impregnen de la moral re relaguardia. Trabajando con todas nuestras fuerzas. Siendo antes y después de la revolución, de la libertad de organización para cada volucionaria, los que están movilizados para la causa, los que aquí y ya mismo dignos de la misión que la historia nos confía.
zona de España y de la coordinación de la economía nacional post revolu. sinceramente aportan ats esfuerzo, los que con el ejemplo en el MAGUID cionaria.
Con plena confianza en las determinaciones del pueblo productor liberado del dominio capitalista, planteamos la necesidad de respetar los acuerdos tomados directamente por los pobladores de las diferentes regio. nes de la Península. En la certidumbre de que en el estado actual de les condiciones y, necesidades de la producción, el consumo y el intercambio, la revolución saldría triunfante solamente si se tomaba en cuenta el con. junto de las fuentes de materias primas, tierras, industrias, medios de.
transporte, el total de medios técnicos y de elementos aplicables en el des arrollo de la nueva economía socializada, nos pronunciamos por la coor.
dináción, por el acuerdo permanente entre las regiones, aunque hubieran establecido diferentes sistemas políticos de convivencia.
Del estudio de las condiciones económica, creadas por una revolu. ción en la más difícil de las situaciones, durante un bloqueo, han surgido soluciones claras que podrían resolver los variados problemas que sin duda Le presentarían. revitando las diverse soluciones propuestas para ase gurar el éxito de la revolución frente a las cuestiones del alimento, el yete. udo, la vivienda, el transporte, la substitución de productos casos o de importación, el aprovechamiento de la energía para fuerza motriz, etc. etc. no se encontrará ninguna que do por cierto que de golpe disminuirá el eg.
fuerzo, se relucirá la jornada de labor, habrá un satisfactorio de eenso de la contribución del brazo y la inteligencia en el trabajo. En el trabajo cons. ciente, en lá 75onpalle actividad de los productores, obreros, campesitos, técnicos, hombres de ciencia, entregados a la causa de la revolución. depositamos la ngor, conftantiza para salir Ne las diflealtado de la etapa inicial de la reconstrucción. Como deber primario para todos los individlund aplos de la nueva sociedad hemos preconizado el trabajo. Siendo la producción destinada a satisfacer las necesidades de todos, no estando al servicio de una minoria. explotadora o de una costa dominante, cada egal tendría el mayor interés en rendir sus máximos esfuerzor. La dignificación del esfuerzo era algo. consubstancial de la revolución triunfunte. En la historia dol proletariado Be ha hablado mucho respecto a la liberación del trabajo humano. De ese trabajo y de la técnica moderna puestos al servicio de la colectividad saldrían las contintrag conquistas que aumentarian el bienestar y embellecerían la vida.
Se ha confundido, como se han confundido tantas cosas de nues tro ideario y de nuestros métodos de acción, el problema. Al afirmar en la critica a la ordenación capitalista que el trabajo erá la esclavitud, 10 Be.
ha querido nunca significar que debíamos convertirtos ni antes ni des.
pués de la revolución en haraganes. Al sostener que los progresos de la técnica en la industria, y en la agricultura permitirían reducir a la mitad las horas de labor útil de cada uno, no se ha pretendido jamás que hechas la revolución, tomado el manejo de los medios de producir y puentos todos. a la obra reconstructiva, de la noche la mañana estária resuelto el probleme y trabajarían las herramientas pocas y Ágradables horas. No. Hemby insistido sobre lo laborioso del parto en que habría de hacer el mundo: nuevo.
Todavía no hemos triunfado en la revolución. No podemos decir que estamos en el período especial de uri pueblo que ava bloqueado por todo el mundo capitalista edifica en paz organismo social sobre based 40 cialialas, y libertarias. Estamos, por el contrario, en plena guerra interior, contra fuerzas alimentadas por el fascismo internacional, contra ejércitos.
modernamente provistos, contra los enormes impedimentos derivados de esa lucha. Estamos jf en revolución, pero eti npä revolación entrelazada hasta victoria o eu derrola con la suerte de la guerra misma, como el.
triunfo de la guerra está ligado al de la revolución. a pesar de ello, la confusión a que nos referimos ya ha engendrado lamentables y peligro.
eos hechos que estamos en la obligación de hacer cesar. Es la hora del afiebrado trabajo, del esfuerzo llevado a Bis extremos de óptimo rendimiento. De eso trabajo depèn de la muerte de la guerra y la Buerte de la reyolución. No hemos golpeado con la varita mágica al engre naje económico, para que nos resuelva, con nuestra pasiva abstención, los un urgentisimos y vitales asuntos del momento. Ni ee permitido suponer que mientras en los frentes de guerra puestros camaradas están librando terre. bles batallas, pasundo todas las penurias, y jugando la vida a cada ins tante, la gran masa popular hi de perder el sentido de las cosas, descono ciendo que está viviendo una época decisiva, difícil, que reclama sacri. ficios de todo el mundo. Si en falso de toda falsedad suponer que una.
revolución social puede prosperar sin el esfuerzo abpegado del pueblo que abatió al capitalismo, absurdo, más quo shaurdo suicida, es perme necer tranquilamente como antes de la guerra o disminuir la jornada de labor en los momentos presentes. No desconocemos que existe un espíritu revoluclonario en nuestro.
pueblo que lo ha llevado a detener el golpe de la canalla fascista Pero. la réalidad nos demuestra que la tensión se ha ido agotando con el correr de los días y se va perdiendo de vista que estamos ante peligros mayúscu.
los y que en nuestras manos está el salvarlos, el eliminarlos. Quisiéramos que cada uno de nuestros obreros, cada una de nuen. tras mujeres, concentraran en un pensamiento el enadro de la lòcha gh ir gantesca que estamos lihrando Qae datos que manejan una miquine, aquellos que ocupan un cargo en cualquler comités que estas mujeres y estos hombres que se quejan de las dificultades en el abastecimiento, que se quejan a pesar de no haber llegado a sufrir los efectos del bam. bre, recordaran en cada lugar y en cada segundo el heroísmo, de que tror milicianos, la abnegkeión de los camaradas que pi duermea ni comed, Para los forjadores de la nueva sociedad, para los luchadores de la retaguardia, encarados al momento y al futuro libertaagotando, toda las fuerzas en beperele de le vetoria del Marolcloprlo, como los luchadorco del frInte, ao so medirá ya el tempo con un reloj y si por los propios afanes e inquietudes y por La visión del hombre de los frenios, que no mira el reloj hl piensa las necesidades de la Revolucion. La medida del tiempo desapareció cuando desapareció el burgués, cuando de nuestro traon la vida que ya mlomo puede segar, an dinamlazo que vive colado por bajo vivlan los parásitos que eliminamos. Cuando el trabajo no era liberación. WWW.
yur.
tenent 11. IMPRENTA CLARASO. Villarroel, 17. Tel. 81882 Dis.