UN GENERAL QUE NO MUERE EN LA CAMA 11. Lo decía poco antes de salir para Madrid: He vivido tan intensamente cuatro meses de guerra al fascismo que no me importaría ya morir. al revés de muchos otros, el héroe exponia cada vez más audazmente su persona. Era la negación del conservatismo. Tenía una vida y la ofrecía en holocaustó a la libertad a todas horas. En todas partes. Con esa valentía nata, con ese heroísmo temperamental, con esa energía bakuniana primaria que le caracterizaba, nadie esperaba que Durruti habría de quedar para narrar a la posteridad, a los hijos de las próximas generaciones, la gesta magna del proletariado español.
Ha caído en su ley! Los generales como Durruti no mueren en la cama. Era en vida un símbolo, una bandera; lo seguirá siendo, y como el Cid Campeador ganaba batallas después de muerto, el nombre de nuestro camarada.
representación auténtica de la guerra del pueblo contra la barbarie fascista, encaminará a millares y millares de combatientes al heroísmo, a la abnegación, al sacri. ficio, a la victoria.
Pocas veces ha llorado un pueblo a uno de los suyos con la espontaneidad y la intensidad con que ha llorado el pueblo español a Durruti. Es que había comprendido el alto valor que perdía. esa comprensión es para nosotros un alivio, una satisfacción.
Los que conocíamos bien su manera de ser y su desprecio a la muerte; los que sabíamos cómo ha vivido veinte años de lucha sin tregua, arrostrando peli.
gros, desafiando al mundo hostil; los que le vimos antes, durante y después del 19 de julio dando el ejemplo de la combatividad y de la abnegación, comprendemos que una vida como ésa no perduraría. estábamos hechos a la idea de la noticia trágica. No obstante. quién de nosotros no se ha sentido aterrado ante la dura realidad de la caída de Durruti?
Nos queda su memoria, nos queda su bandera. No hemos llegado aún a la cima de la ruta espinosa. Cuántos otros de los nuestros caerán en ese camino hasti asegurar la victoria! Sin Durruti, que era el animador legendario de las multitudes, el que sabía enardecerlas y llevarlas al combate, la tarea será más difícil: neru el deber hay que cumplirlo y en el cumplimiento de ese deber hemos de estar todos diepuestos a darlo todo. Sin ese precio, ni nuestros hijos ni los hijos de nuestros hijos disfrutarán del mundo de paz, de trabajo, de felicidad a que aspiramos.
No ha resonado durante generaciones enteras la estrofa de los Hijos del pueblo, antes que esclavo prefiere morir. Pues esta es la disyuntiva del momento: o luchar hasta la muerte o resignarnos a la esclavitud, a la nueva edad media quc sc cierne sobre la Europa capitalista. Para que queremos una vida como la que nos prometen los generales y los obis.
pos fast istas?
Durruti ha caído como había de caer. En la brecha. Como caen los de su temple. En alto los corazones! En el desfile apoteósico. del entierro de lc que era mortal en nuestro camarada, hemos visto millones de puños crispados. Estamos seguros de que no ha muerto en vano y de que su ejemplo seguirá animando las filas de los que luchan.
Hace falta ahora redoblar la pelea, unir la retaguar.
dia a las avanzadas en un solo haz irrompible. Es el testamento de Durruti; es el camino de la victoria.
En el cortejo grandioso han desfilado todas las banderas, todas las insignias de partidos y de or, ganizaciones. Pero los colores, por vivos que fuesen, se esfumaban ante el conjunto. Era un pueblo el que asistía al entierro de nuestro compañero. Que sea un pueblo el que continúe la guerra, que sea un pueblo el que se movilice por sobre todas las diferencias de los tiempos de paz. Contacto de codos.
cooperación leal, sin recelos ni desconfianzas. n08 salvamos todos juntos o todos juntos nos perderemos! DE SANTILLAM 20 prir. HA MUERTO UN HEROE El ardiente y formidable crisol de la Revolución Espa. ñola, cstá fundiendo las principales figuras que más inten.
samente han contribuido a su gestación y más directamente han participado en los primeros episodios triunfales.
Cada día nuevos combatientes caen fulminados por las Lalas asesinas del fascismo y pasan a perderse en las págipas de la Historia.
La imaginación se picrde, confusa y estremecida, al que.
rer recordar el número incalculable de liermanos nobles y generosos caídos en la lucha, por participar intensamente en los acontecimicntos políticos y sociales de su tiempo.
Aliora, llegada la Revolución a su punto culminante, la lucha adquiere caracteres épicos. Es el choque forinidable de las dos vastas corrientes universales que abarcan toda la vida contemporánen; la una que arranca de la noche negra del pasado y amalgama todos los fanatismos, todas las iniquidades, todas las desigualdades, y la otra que va de cara al porvenir, resume todas las conquistas de la ciencia, inapira las producciones del pensamiento, estimula los ayances de la civilización y dicta las normas fundamentales del Derecho.
Es el choque de dos concepciones dispares, de dos cui.
turas diferentes, de dos mentalidades divergentes, de dos imundos opuestos. Es la lucha cósmica que va a tener una influencia considerable en los destinos del mundo.
y terriblce, y de haber puesto en vida tantas veces en peligro. severo, de ojos grandes y sercnos que nos ha dejado. Sólo la es en esta lucha, con marcados caracteres de epopeya, Su vida entera fué una ofrend permanenic a los ideales veía unos momentos fugaces de tarde en tarde; entre dos dequc sucumben los mejores ejemplares de la causa libertaria, anarquistas. Sin reparar en medios para alcanzar el triunfo tenciones o dos viajes.
Yuva de las figuras más representativas de esta lucha cós. Sólo tenín proyectos gigantes, empresas magnas, Como una cosa Alora. ha terminado en plena lucha por el triunfo dcfini.
Alora ha terminado en plena lucha por mica, simbólica, idealista y popular, es la de Durruti.
fragmentaria y cpisódica recordamos sus proyectos de crca. tivo. Las balas que lo han buscado toda la vida, y que el mis.
El nombre de Durruti, limpio ya de las impurczas y peque ción en París de una Editorial Anarquista Universal.
mo 20 de julio le birieron levemente en la cabeza y en el pe.
neces, muy humanas en todo ser, pasará a la posteridad, como Hicieron gestiones y entregaron fondos para crear en la cho, no le han respetado esta vez.
un héroe legendario, como un gigante libertario, bravo, genc Plaza de la Opera, en pleno corazón de Paris, una inmenen Plaza de la Opera, en pleno corazón a Ha caído defendiendo Madrid, cacenario sangriento, donroso y bueno, principal personaje de una de las más grandes editorinl en los principales idiomne del Mundo.
de se está dirimiendo el triunfo o el fracaso de la Revolución epopeyas que han conocido los tiempos.
El proyecto se realizó aunque no en las vastas proporcio. presente.
Las generaciones futuras lo recordarán como una figura le nes que soñaron. Pero lo entregaron todo, sin dejar nada para Si antcs defendimos ese frente, objetivo principal de los gendaria, el Stenka Ruzine, cl Sacha Yegulēv de la leyenda; los terribles años de persecución y de miseria que después ha facciosos, ahora, después de haber caído Durruti en él, liemos simbolo vivo y popular de las masas oprimidas.
bían de seguir, peregrinando a través de toda Europa de defenderlo con más lecón y con mayor coraje.
Durruti era un predestinado voluntario al sacrificio. lo Vida hcroica, sueños. de grandesa, provectos gigantes, con. Que en la tierra donde ha caído nuestro heroe se hilinda verdaderamente milagroso es que haya llegado a nuestro tiem sagración total al ideal. el fascismo.
po, después de haber participado en tantas lúchas sangrientat Apenas conocía a su pequeña Colette, cea niñita de rosiro JUANEL Macho La mascarilla de Durruti hecha por Victorio. Se 10