104 REPERTORIO AMERICANO COSTA RICA CUBA en Manuei González Zeledón Por Herminio PORTELL VILA (De Bohemia. La Habana.
Marzo 15 de 1942. Toda la América Central está llena de reTenía gracejo especial, a lo Ricardo Palma.
cuerdos y relaciones y amistades de los revopara iluminar sus relatos con agudas observalucionarios cubanos del siglo pasado que en ciones; y del mismo modo convertía un tema ella encontraron refugio y apoyo en los días en apariencia trivial en asunto lleno de intedifíciles de las persecuciones españolas contra rés humano y en el que sobre la seriedad más los patriotas. Martí, Gómez, Maceo, Crombert, apasionante campeaba siempre su fina ironía Estrada Palma, Quesada, Ríus Rivera, Palma, y su propósito didáctico, como de buen maesIzaguirre y otras eminentes figuras de nuestro de juventudes que siempre supo ser. Por tras guerras de independencia disfrutaron de la su aversión a lo estridente, González Zeledón hospitalidad centroamericana durante su exino pudo ser volteriano; pero su espíritu sonlio y consideraron como segunda patria a las reía constantemente ante la contemplación de repúblicas que Morazán y Barrios quisieron las miserias y las contradictorias actitudes de unir en una sola nación, fuerte, ilustrada y los hombres y a lo largo de su vida demostró progresista, como un día llegarán a serlo los una resolución serena e invencible en defensa países que se extienden desde el Usumancita del bien y de la justicia.
hasta el lago de Chiriquí y que alientan un Cuando Maceo vivió en Costa Rica, dunoble ideal democrático ya plenamente rearante los años preparatorios de la Revolulizado en Costa Rica, donde mora un pueblo ción de Martí, González Zeledón fué su amiliberal, laborioso e instruído cuyo índice de go intimo y su confidente para los contactos Antonio Maceo analrabetismo es mucho más bajo que el nessecretos de la conspiración. Con él estuvo en tro y que el de la mayor parte de las naciolos momentos de peligro cuando los atentanes de América. dos contra el Titán de Bronce por ciertos es que González Zeledón llevaba siempre consiNo se puede hablar de Costa Rica y de pañoles que pretendieron matarle antes de go para que fuese la primera que cayese sobre Cuba sin dedicar un recuerdo emocionado al 1895. Finalmente, al salir la expedición que su féretro si moría lejos de su patria, se podía diplomático y literato costarricense Manuel trajo a Maceo y a Crombet a las playas de hablar contra Machado, Juan Vicente Gómez, González Zeledón, fallecido hace nzy pocos Duaba en la última tentativa cubana por la Sánchez Cerro, Ibáñez, Uriburu y los demás años y quien tuvo una larga y honorable exisindependencia, González Zeledón ayudó efitiranos de América. De tiempo en tiempo, tencia de amante de Cuba y de nuestras glocazmente a burlar la vigilancia de los espías cuando era necesaria una gestión oficiosa con rias y libertades, tanto en los años del despoespañoles sobre Maceo y fué por su cooperalas autoridades de emigración, del trabajo o tismo español, como en los de más recientes ción entusiasta y hábil que los esbirros del de la hacienda, en favor de algún emigrado, dictadores nativos, o sea, durante el machadadespotismo quedaron despistados. En el moDon Manuel la llevaba a cabo, discreta y to, cuando González Zeledón era Ministro mento de la despedida, que debía ser eterna eficazmente, en los mismos días en que Oresde Costa Rica en Washington.
porque a Maceo le quedaba poco más de un tęs Ferrara ordenaba que no fuesen visados González Zeledón, prosista excelente, poe año de vida, y de lucha en la manigua, el caupor los cónsules de Cuba los pasaportes de ta festivo, ironista sutil, escribía tras el seu dillo cubano abrazo conmovido al amigo cosciertos compatriotas nuestros que combatian dónimo de Magón. que popularizó en sus tarricense y le pidió que cambiase con él su el régimen de Machado y estaban en el excuentos, tradiciones, anécdotas y epigramas, reloj para conservar y usar el cronómetro de tranjero, y a los que de ese modo se les casrecogidos en varios volúmenes publicados no González Zeledón en recuerdo de su amistad.
tigaba.
sólo en Costa Rica, sino también en España. Así lo hicieron. No sé si Maceo murió llevan esto lo hacía González Zeledón con do consigo el reloj de González Zeledón; pela lógica irrebatible de sus convicciones dero sí sé que casi cuarenta años más tarde, mocráticas, ya que, como decía él: Si he vimientras era Ministro de Costa Rica en Washvido interesado en el bienestar y la libertad ington, en traje de calle o de etiqueta, Don de Cuba desde mi juventud; si cooperé con Manuel sabía la hora por el reloj de AntoMaceo para destruir el despotismo español en nio Maceo, un cronómetro de gran tamaño la Isla. cómo puedo megarme a ayudar a los y de doble tapa, en una de las cuales, po.
que combaten a otro déspota en la tierra de fuera, estaban grabadas las iniciales del Titán Maceo?
de Bronce, y por dentro, estaba pegado al González Zeledón había casado en primemetal una fotografía antigua de María Cabra ras nupcias con una dama cubana de la familes de Maceo, dedicada a su esposo y que Gon lia de los Quesada, Manuel y Rafael, persozález Zeledón cuidaba amorosamente, como najes turbulentos de nuestra Guerra de los la joya que le había regalado su glorioso Diez Años que prestaron eminentes servicios amigo.
a la causa de la independencia, y cuya herUna vez cierto diplomático cubano im mana fué la segunda esposa de Carlos Maprovisado, que tenía poco de lo primero y no nuel de Céspedes, el Padre de la Patria. Es mucho de lo otro, pensó comprarle a Don posible que el temprano y genuino interés de Manuel el reloj de Antonio Maceo a título don Manuel en las cosas de Cuba se polarizade curiosidad y el viejo patriota costarricense se en torno a ese venturoso enlace con aqueolvido por un momento sus suaves maneras y Ila beldad camagüeyana en cuyo hogar siemsu charla amable para darle una contestación pre se mantuvo vivo el ideal de la indepenmerecidísima a quien creía que todo tenía sv dencia, ya que sus hijos también han alentaprecio y que con dinero podía hacerse hasta do siempre igual entusiasmo por el progreso on las reliquias que un gran hombre había de Cuba y la felicidad de los cubanos. Ejementregado a otro.
plo elocuente de ello fueron sus gestiones paDurante la dictadura machadista, la Le ra que Margot Ross, la eminente pianista cugación de Costa Rica en Washington estuvo bana, cuando sólo era una niña prodigio, puabierta los cubanos que combatíamos al desdiese ser oída por Joseph Hoffmann como pota y así también su residencia del Ward paso preparatorio en su carrera artística. Cainan Park Hotel. Allí, mientras tc aábamos lladamente, como sabía hacer las cosas Don café de verdad. traído de Costa Rica, junto Manuel, hizo por nuestra pequeña compaa la urna de cristal con tierra costarricense (Concluye en la pág. 112)
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