DemocracyYolanda Oreamuno

170 REPERTORIO AMERICANO damental de la República. Nosotros tenemos la segunda. Hay asimismo dos formas de vivirla: una. para nosotros hasta la fecha en futuro. poniéndola en práctica con todo el mundo, sin id istingos de categorías sociales, económicas o políticas, y la otra autoaplicada sin razonamiento. Vivimos la segunda y cantamos la primera en el Himno Nacional. Con el agravante de que frecuentemente procedemos como si viviéramos en una democracia efectiva, actuando con la libertad que esto significa, y cuando tal hacemos, recibimos una discreta llamada de atención que nos pone a dudar de la Carta Fundamental de la República.
Este proceder degenera en una visible mala educación y en una absoluta o casi absoluta falta de responsabilidad. Actuamos para nosotros mismos y muy a menudo no tenemos ni la primaria idea simplista de la projimidad; falta cohesión, nexo sufrido y trabajado, falta colectividad. El representante máximo de esta tendencia nefasta es un tipo que se podría llamar talento local.
El talento local se prodiga, discute en los corrillos, siempre está en secretos y nunca probados contactos con las fuentes oficiales de noticias políticas, es sábelotodo, especulador y chismoso. Está un poco en la frente de casi todos nuestros grandes políticos y un mucho en el alma del tipo popular. Sería inofensivo, si no le faltase, como antes anotara el simplista sentido de projimidad y si no adoleciera de la falta de considerar nuestro mundillo, nuestra política y nuestra economía, centros aislados del resto del universo, entidades aparte flotantes en el éter, y si no llevara su virus hasta contaminar esa política, ese mundo y esa economía que empequeñece.
Contra todo esto, la reacción viene, se la siente pujar incierta y tomando rumbos a veces pueriles. Tratamos ya de encauzar nuestra vitalidad muda, a selectiva, pero no muerta y salta el músculo vital adormecido por los primeros caminos vírgenes y fáciles. De ahí la rebusca del folklore. Nos descubrimos con deleite atavismos raciales, con la misma fruición que una niña de 14 años ve sus pechos crecer; el cancionero típico revienta como un pájaro enjaulado, copiando a ratos cantos ajenos, se cierran las puertas tenazmente a la salida furtiva de los cacharros indígenas, se comienza a estudiar el regocijo del pueblo (sin preocuparse mucho todavía por su dolor. se respeta más el vocabulario campesino y arrumbamos empezando a andar.
Por ese camino de lucha contra nuestra inercia patológica o adquirida, se hace ésta fácilmente superable, por la sensibilidad abierta y simplista se adquiere la veracidad del paisaje, y allí, en el paisaje y en el hombre en conjunción de dolor y movimiento, lo autóctono nos llama. Es un camino. Hay muchos abiertos en perspectiva.
Los errores, los pecados evolutivos e inevitables de todo paso adelante, aterran nuestra no agresividad y el puritano que llevamos dentro, se estremece ante el pecado capital, el pecado fundamental y decisivo de la entrega al futuro. Los países no nacen con pecados originales como los hombres, pero los han de cometer para ir adelante.
Costa Rica descubre su pubertad, su sexo virgen tiembla, y el futuro la llama para convertirla en una pecadora auténtica y genial.
YOLANDA OREAMUNO rebeldía, se le ignora suavemente, y suavemente también pasa al anonimato definitivo, Grandes figuras políticas, literarias, revolucionarias y demagógicas han pasado tiempos de destierro en Costa Rica, y, de su estada no existe más.
que el nombre en las listas de inmigración.
Además de la ignorancia deliberada y entrenada (diría yo. conocemos las sutiles vertebraciones del choteo. El choteo es una arma blanca, blanca como una camelia. que se puede portar sin licencia y se puede esgrimir sin responsabilidad. Tiene finísimos ribetes líricos, de agudo ingenio; sirve para demostrar habi: lidad, para aparecer perito, para ser oportuno, filosófico y erudito. Afecta características distintas: es empirismo médico, empirismo literario, empirismo sociológico, y empirismo freudiano. Además, contra tan fina y elegante arma no hay defensa. Ud. la encuentra esperándolo en la boca de su mejor amigo, en la mano de su colaborador, en el periódico matutino y en el vespertino; en todas partes. lo que es más: Ud. es corajudo, sutil y llama al pan, pan y al vino, vino si la sabe usar con acierto. Tiene la ventaja indudable de que Ud. no necesita respetar a nada ni a nadie, y que no se requiere mayor profundidad para su ejercicio. Creo que es el único tecnicismo verdadero de que podemos alardear, y sus profesionales los solos expertos en que abundamos.
Llegando a este recodo, nos encontramos con los mitos tropicales. Costa Rica, la desgraciada Costa Rica violada por las agencias de turismo, tiene tres cosas importantes: mujeres bonitas, color y demoperfectocracia, en estricto orden propagandístico. La belleza de las mujeres gira poliferándose en la imaginación del turista Kodak. bellas piernas, ojos negros, cuerpos morenos, bocas deliciosas. El color, o color local, comprende: negros con la piel tirante sudosa, doblados inverosimilmente sobre los surcos abiertos, indios que practican extraños ritos criollo medioevales, sol permanente, cero lluvia (que no es lo mismo que lluvia bajo cero. y palmeras, muchas palmeras. tántas y tan visibles, que sean un objetivo fácil hasta para el más inexperto de los fotógrafos amateur. La demoperfectocracia es un poco más complicada y sutil: el Presidente se pasea sin guardia por las calles, da la mano a cualquier ciudadano anónimo, y concede reportajes a los periódicos todos los días, sin que por ello los periódicos se vean obligados a hacer tirajes especiales.
Desmintiendo a las agencias de turismo y a los creadores de esos lucrativos mitos tropicales. yo diré la verdad a los extraños: en Costa Rica las mujeres son bonitas, demasiado bonitas. puede continuarse usando para la propaganda. indios, hay unos tres mil que viven muy al interior de la República, no conservan ritos exóticos, y, aunque algunos hablan dialecto, todos hablan español; llueve nueve meses al año de la manera más desesperante del mundo (lo cual está reñido, como se podrá ver, con el sol permanente y la eterna primavera. hay calor en la costa en abundancia y los paisajes se prestan para pintores, postales a la familia y para las solteronas soñadoras (puede seguirse usando para la propaganda con las correcciones señaladas. Democracia perfecta no tenemos ni hemos tenido nunca. no puede usarse de todo punto para la propaganda)
Sin entrar en un análisis más profundo de nuestra democracia tica (que es bien distinta de la democracia en sí. quiero anotar que existen dos conceptos antagónicos de democracia, como también dos formas de vivirla. La democracia activa, en movimiento, en evolución, y la democracia pasiva en la Carta FunIsola Gómez en su. Viene de la página 168)
FRENTE LA NIEBLA.
ataron capullos castos Corren con las neblinas que hielan al pasar entre los juncos dorados, retorcidas imágenes, y confusas ideas, de una cesta que ofrecía fruta y flores de granado.
frenética la mente reñida de pensar, Argos, el marqués, no quería amortaja las horas que se van sin alarde.
repujando las cosas que crecen al doblar que previera la chiquilla, que por él eran los ramos cuando en quietud campean, bajo la helada muy cortos en la campiña. tarde.
Mandó que fueran los nardos Bullente pasa el viento silbando coplas frías que llovizna ligera repica al tararear.
como ofrenda de gitanos.
Uno de éstos al mirarla y amontona neblinas como calas abiertas, para entregar regalo, que van velando albricia de cosas encontradas los blancos dientes unidos, o trémulas sorpresas que en un veloz osar, quemaban cal en la mano.
no tienen las fragancias que dan las rosas quietas.
Negras punzadas un sientes Paciente esta teurgia en languidez escueta. en el alma le dejaron.
repliégase en la hebrosa pericia de indagar el perfume de los nardos esta estrecha amargura que se cuela tan mia. hecho espiritu, en gitano!
Al calentar la tierra con llama del zarzal, sobre las mudas copas se va la humedad fría.
La marquesa rebuscaba entre humos sonrosados, y, formas de espiral. los nardos allá en el llano.
Ya quédate en la sombra. Yo voy por campos En las tardecitas sueltas (mios, de cortinajes violetas, retardando el camino que puedo sola andar.
que cubriendo los tapices Si encontrara un recodo donde la luz se pierde, en la tierra estaban quietas; hilvanando mis pasos, no haré por regresar. corría alegre entre las trojes Será mía la calma, como el tendido verde apacentando un rebaño.
truncando flores silvestres que perdido en las hojas se recoge en el mar.
aspiraba en suavidades EL GITANO.
el aroma de los nardos.
Qué hermoso ramo de nardos El castillo de la marquesa, le mandó el marqués del Monte fanal de luz en la noche, a la marquesa del Prado!
campanas clamaban torre.
Lo llevaron los gitanos.
Cuando el sol quemaba el claro, Cor sus cuerdas de guitarra la sombra tendia en el suelo reventadas en el claro.
que iba enjugando el arado. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica