6 04 19 Vin TO DO UN OMBRE Por Carlos Duarte Moreno Parecerá extraño que Pirri. siendel pillete y trató de quitarle el dinero du perro fuese todo un hombre, pero Pirri? no vacilo un solo momento, 1181, era y así fue hasta ca gracias víctima de olvidó, quiso olvidar todo lo que Rasu alma noble. Estaba cojo gracias a tas le babía hecho, y, transfigurado una caída desde el trampolín de circo Quijote, se lanzó contra el ladrón con en que lo obliga a trabajar, látigo en un salto aparatoso con la dificultad mano, un hombre que resultó su duerisible y patética de su pata coja; y ño quien sabe por qué. Mientras traladró mordió, lleno de ira, con toda la bajaba bajo la amenaza del azote senconciencia de su papel de salvador. El tia tristeza y rabia; rabia por su serhombre dejó la presa, y Ratas covidumbre; tristeza, porque recordaba inenzó a llorar, gritando, ahogado por como en un sueño a su madre, perra el espanto que le produjo el puñal que larga y flaca, vagabunda, amorosa y le había enseñado anjena zante el sulcasi humana que murió bajo las rue.
teador. Pirri seguía ladrando das de un tranvía al atravesar la calle.
toda la fuerza de su raguitismo, con Pero después de la caída no pudo so.
todo el entusiasmo de su alma de apósportar más y huyó de la carpa malditol, de su madera de líder, feliz por ta y nómada testigo de su desgracia.
aquel triunfo, alegre por haber evitado Desde entonces erró y desde entonces el robo. Las gentes salieron de sus cacomenzó a sentir cosas extrañas y tresas y al mirar a Ratas llorando a mendas que despertaban en su entralágrima viva y a Pirri a sualrededor, ña. Tenía alma de apóstol y madera ladrando, saltando, la calle se volvió de líder. Veía a sus compañeros, esqueun horizonte de escobas.
Pirri comléticos, hurgando basureros, caminanprendió el peligro y ladró con desesdo toda la noche sin que les quedase peración, con ainco, con fe, como que110 solo rincón, sin husmear, de la ciuriendo explicar, ufano de que se supiese dad. se ponía a pensar de una masu conducta valiente, el gesto de su nera terrible y lapidaria. una cocorazón magpánimo pero los vecinos rriente conmovedora lo sublimizaba incapaces de comprender, tomaron coconsentimientos de justicia, de piedad, gris pegajosos de gelatina. Los perros mo amenaza, como inicio de nuevo atade ansia. La Vida no era igual para de lujo no nacían así!
que los ladridos y la emprendieron todos y ésto no le agradaba. Había Sus peores enemigos eran los mu contra el héroe, hasta que una piedra, perros felices, bien alimentados, con chachos del barrio. Los más grandes; dispirada infernalmente lo alcanzó en lazos de seda o collares abroquelados los más chicos, todos se daban saña la pata coja, rompiéndosela santran. de metal al cuello! Alguna vez había contra él y contra sus compañeros. dosela. Sintió al golpe un mareo terrivisto en automóvil a los perros de lujo. Pirritamente, los odiaban ble; se le nublaron los ojos; su cabeza En su noctambulear de hambriento tenía buen corazón. su corazón le dió vueltas; el corazón le loro desolaencontró a muchos perros detrás de las trajo una nueva desazón inmensa, hon doramente y apenas tuvo tiempo, fuerrejas de los jardines, gordos como clé da, aniquiladora, como todas las suyas! zas para huír calle abajo, perseguido, rigos, altivos coino príncipes. Yinetia Por la callejuela menos transitada desconsolado, atur, Sangrante el hocico flaco por entre los hierros y venía Ratas. pillín pelirojo con alma dido, los ojos mojados de amargura, le sabía gloria el olor de los rosales de Lonalo que el resto en la lengua seca, hacia afuera, de fatiga. Alguna vez llegó a sentir envidia inú total de la pandilla, y venía de retira y de sed.
da contando distraídamente los centatil y dolorosa. Pero siempre, siguió caTodo se había vuelto sombras en su mipando con el estómago torcido vos que había ganado vendiendo bara espíritu. Más flaco y más cojo que de la ciudad con tal de nunca, Pirri. lamiéndose en un rinto de divagar, con la lengua colgante ria, a cuyo amparo, por ser huérfano, charcas, logró caminar, salir de nuevo, ayudara abuelos casi en la mise cón y bebiendo el agua sucia de las de sed! Tenía ideas confusas a cerca de estaba recogido. Esto lo sabía Pirri. pero salió con decisiones terminantes, un nuevo estado social. Recordaba per y por ésto, a ratos, le perdonaba al poseído de un fulgor siniestro y bravo fectamente cómo nacían los perros va ehicuelo todas sus maldades. Pero sa que amedrentó a sus mismos compagabundos:entre basuras, sobre cáscaras sabiendo como era, se ocultó prudente ñeros. Una nueva realidad lo esperaba.
de frutas podridas, de deshechos de la en el hueco de una puerta, vigilando Hombres uniformados, compasivos al población urbana; y, al nacer, vinien con sus ojos melancólicos y búmedos parecer, echaban a los perros bocados do como venían de padres maltratados de tanto lagrimar por los desposeídos de carne fresca, pero los perros morían, por la suerte, trasquilados por la mise Mas, el barrio tiene su hampa, y un retorciéndose, a los pocos momentos.
ria, los cachorros daban lástima; eran desalmado sabedor de los retorno Entonces, desesperado, se dió a buscar verdaderas lagartijas, casi inconpien con el logro del trajín de tndo un dia, a un perro chiquito, liliputiense, pro.
sibles con el cordón del ombligo de un salió intempestivamente al encuentro (Sigue en la página 26. 10