DemocracyJosé Carlos Mariátegui

72 Amauta moso mariscal don Manuel Ignacio de Vivanco, e, inventa el club pohţico o sea el núcleo combativo eminentemente popular organizado, organizado en decenas y centenas con cierto sentido progrómico o sea presto a copar el núcleo de población militar. Lo curioso es que un movimiento tan ageno al demos agrupa fuerte dósis de pueblo con sentido de acatamiento patronal. Se funda así una manera política nacional, la que no tuvo otra ideología sustantiva que un mensaje de unificación para luchar contra los motivos contingentes del conflicto vencido en la trágica sanción a la dictadura rojiza y efímera de los Gutiérrez, al que se teme: el ejército.
Esta manera política se entroniza y con el devenir se caracteriza con el prometer de acuerdo con las circunstancias, acomodar el pensamiento a la oportunidad y ser flexible a las necesidades precarias del momento, del clima político a fin de alcanzar el logro fundamental: tetener el poder dentro de los límites de una alternabilidad de círculo, aliada por diversos motivos locales; no interrumpir el orden, la quietud y de cuando en cuando permitir la incorporación de jóvenes promete, dorés a fin de vigorizar el núcleo con gente nueva y con el propósito de jugar a la democracia. Uno de estos jóvenes prometedores en 1903 acogido a la manera política de ese entonces viene a resultar años más tarde, el creador de un sistema propio hiriendo de gravedad a cuarenta años de manera política.
Con el trascurso del tiempo sufrida una dolorosa crisis se pretende operar un reajuste de valores, al que es menester conceder una breve atención por la coincidencia de diversos elementos en la deflación de los mismos.
Viene al caso recordar un acontecimiento próximo exponiéndole sencilla e ingénuamente.
Un juego de bolsa ilusionado hizo que en los Estados Unidos los valores comerciales obtuvieran una plusvalorización exagerada y de un golpe certero hizo crisis perdiéndose cien mil millones de soles, por el soncillo hecho que los valores se descargaron del valor de inflación recuperando su verdadero nivel financiero. Después de la tragedia, después de la crisis vino el reajuste efectuándose cierta redistribución de la riqueza y descendió el ficticio standard de vida obligando a un reacomodamiento de los gastos.
En el Perú cuarenta años de especulación con los valores personales intelectuales efectuaron una inflación que al fin y al cabo hizo crisis y entonces de un golpe vino el inevitable descenso y se tuvieron salvadores de la patria y profundísimos pensadores desplazados a su exacto lugar como magníficas buenas personas que vivían en equilibrio de no aventurar pensamientos, figuras de club y nada más. La camouflada cayó, los salvadores de la patria devinieron a ciudadanos y no llegó el fin del mundo. Pasada la crisis se efectuó una redistribución de los valores (recuérdese que el veneno. de la especulación y del juego es innato) y es entonces que comienza un reajuste que se puede adivi.
nar observando.
Contra ese reajuste e inflación restalló el pensamiento de Mariátegui, introduciendo nuevas y agenas directivas a la atención popular, denunciando lo falso y oropelesco de los programas y enseñando adonde debe ir quien desee, encontrar una fuente de verdad y de probidad política desde que estableció prelativamente el criterio económico 80bre el político, la redistribución de la tierra como solución al problema