Amauta 71 propio y lo que no le perdonaron los intelectuales de ese entoncesa ensalzar poetas insólitos, acoger númenes revolucionarios incapaces de comprender la maravilla del claro de luna con dulzura de champús, la perfección del yámbico sincopado, etc.
Como no postuló la Alcaldía como Piérola ni fué Presidente como Billinghurst el castigo fué distinto: se le aisló, se le hizo guerra de mujeres y de la Iglesia: se le olvidó, hasta que años más tarde sus discípulos agitan su nombre como un pendón inmaculado.
Sin reparar ahora las diferencias pues no es nuestro objeto, Mariategui es otro malcriado en la escena nacional. Tiene el mal gusto de comenzar su vida como camión en La Prensa enfe vorecida en el deporte nacional y juego local del quítate tú para ponerme yo. Además toma cooktails en el Palais, comparte una emocionante función de música y danza en el macabro recinto del Cementerio, cae en el misticismo versificado y escribe Jimmy jockey de Willy en el Turf. sin darse cuenta que estaba marcando hitos en su vida que después de su muerte servirían para deducir su lamentable final en comunista. Esta explicación batiría su agonismo, su estetismo colónido, su carro de dolor. su miseria física y su recogimiento inactivo para servir el cocktail de su comunismo con la misma rigurosa lógica como conduce a la muerte la vida, como se llega a la esquina caminando la calle. Todo esto unido a un cero unánime de elogios sobre su talento, su eminente autodidactismo y abonada con la invención, incubada en conversatorios, de su sentido de irresponsabilidad periodística. Esto último para deslizar, la afirmación de su ignorancia.
Mariátegui fué pués otro gran malcriado en la combinación quieta del contenido intelectual peruano porque tuvo el gran error de hablar de muchas cosas trascendentales. De referirse a la comunidad indígeDe enjuiciar la realidad social, política y literaria nacionales. De citar las combinaciones y peculados y sobre todo denunciar la desesperanza en los métodos de renovación civilista, esclarecer que esos métodos ya sea mestizados con innovaciones socialistas no serían sino estrategia para postergar el avocamiento del gobierno más justo y más humano y maniobras para permitir el reajuste político nacional.
Legamos pues a dos cosas fundamentales: la manera política nacional y el reajuste político peruano.
En el Perú es difícil encontrar un pensamiento político definido en una doctrina y lo es también encontrar un partido con técnica e ideología. Es sí fácil encontrar maneras políticas. maneras de partidos y combinaciones políticas nativas. No ha habido pues un contenido ideológico político sino una manera política contingente, conciliadora y oportunista. esta manera ha venido funcionando sin interrupción.
Sus signos han sido el sufragio popular distinto a la opinión popular, la democracia por oposición táctica, el liberalismo transaccional y el conservadorismo aristocrático que oye misa y a veces pronuncia discursos jacobinos.
Don Manuel Pardo unifica en manera política las ansias de poder de la plutocracia aristocrática y el desagrado contra el militarismo y funda un partido político que históricamente dá el golpe de muerte a la aristocracia colonial empobrecida y larva la restauración política de la nobleza de la colonia cuya revaloración, pretendió verificar el herna.