70 Amauta LA MANERA POLITICA NACIONAL (Viene de la página 16)
nes políticas. Esta armonía de fuerza adversas irreconciliables son inexplicables para todo aquel que no esté sumergido en el propio limo.
Es así posible que los ministros de Culto hayan sido frecuentemente los presidentes del partido liberal, que el caudillo demócrata gobernara en plena paz y colaboración del núcleo aristocrático y conservador. que en las épocas de crisis los golpes de estado con cartel revolucionario hayan resultado al poco tiempo fautores y profiteurs del orden que repudiaran como bandera, continuando la tradición, munidos de los mismos ascos populares tan huérfanos de doctrina renovadora como los más santos y benditos prohombres que les precedieran.
Esta evidencia histórica y resultante empírica del contenido puede explicar derrotas actuales de algunas figuras inusitadas que sin tener en cuenta la lección de la vida peruana han pretendido suscitar innovaciones determinantes. Así todo aquel tan imprudente para no comprender la ciencia de lo posible ha sido sacrificado por la misma razón que se eliminaría un pianista de una reunión de sordos. No ha habido ni hay remisión para el hombre ajeno al standard. Comienza por molestar con su grito, después se convierte en un pernicioso elemento que obstaculiza la laboriosa digestión de las viandas criollas suculentas y sobre todo lo que llena la medida y pasa de la raya en un impertinente fiscal a la caza de renuncios, contradicciones y que solo espera desagradables malos pasos para decir: y tu también. Esto como es natural resulta inaceptable.
Figuras nacionales ha habido que en distintos planos, épocas, mentalidades, significaciones y valores, para el contenido mental peruano han significado una cosa: lo molesto, lo que rompe el ritmo, la quietud y el plano de orden. Que no han sabido valorar el signo favorable del malo conocido por el aleatorio bueno por conocer y que no han tenido horror al desequilibrio de lo porvenir.
Piérola aunque identificado a la manera política fué culpable de soliviantar al populacho, a la canalla y también, de la falta de tino de hablar de pureza administrativa. por eso su táctica amnistiadora y colaboracionista post 95 no le valió la Alcaldía de Lima, a él que provocara el más grande fanatismo popular que registra la historia y para un cargo eminentemente popular.
Billinghurst. aunque renuncian e finalmente del pierolismopor no perder la costumbre y por necesidad de apoyarse frente a la hostilidad de los partidos se apoyó en la masa incurrió en la misma falta de educación de soliviantar al populacho y por eso fué sacado de Palacio mediante una comandita de civiles y militares, en la cual la experiencia de aquellos se alió con la fuerza (capital) de éstos con el trastrueque final en que la experiencia. un año después tuvo también el capital, porque además de mayor astucia, veinte años después de Cáceres un entorchado en Palacio proporcionaba hondas inquietudes.
En otro campo, en otra región diametralmente diferenciada, González Prado fué otro malcriado puesto que rompiendo la consigna de Wilde, que no existía en esa época en Lima, para estar en sociedad es menéster estar de acuerdo. se puso a decir verdades rotundas, impulsivas, cauterizantes, a decretar insurrecciones juveniles, a abrir un surco