José Carlos MariáteguiLenin

68 Amauta su aboga por el imperio de la Universidad, contra los inválidos y los autodidactas, afirmando que no pueden conducir una revolución. Los hombres sanos, fuertes, y rubios, para el caso, salidos de una universidad, son los indicados. eta petulancia universitaria hay que oponer el severo universitarismo de Mariátegui. Pero Mariátegui es un antiuniversitario, un anticuerpo para la enfermedad del universitarismo de privilegio. Casualmente revela la disciplina que Haya atribuye a la función del claustro. es que la disciplina es ya una personal riqueza del hombre. Claro que la universidad la instaura, pero no la comunica. La universidad en función disciplinaria automatiza la brillante mediocridad del profesionalismo, pero el conductor, el hombre signo es ya fruto de un proceso extraño, ageno a la universidad. Lenín no habría realizado la obra que realizó de no haber mediado la Universidad?
Todo lo niega. Nuestros mejores temperamentos intelectuales: Prada, Moore, Eguren, Chocano, Orrego, Gibson, se producen fuera de la Universidad. fuera de la Universidad, se forma Mariátegui. El pobre no alcanza a las universidades entre nosotros: el pobre y el libre.
Si alguna vez se revelara la dantesca tortura que en el Perú cuesta la sabiduría. De Puno, lugar de curiosa celebridad por sus muchachos hábiles, sólo los gamonales llegan a la universidad. El pobre que pretende dar una profesión a su vástago, de hecho acepta la hamb: una!
En este sentido es significativa la vida de Telesforo Catacora, zapatero de oficio, como el suscrito, dueño de la mejor mentalidad de generación y de un riguroso empeño. Pues bien; abandonado de todo apoyo, trabaja en el taller mientras hace su media; y luego que la acaba, viaja a Arequipa donde estudia letras. Pero él desea algo más vivo que la escuela tomista de Atequipa. Viaja a Lima. El clima y la alimentación deficiente, lo revientan. Este Telésforo Catacora fundó, por los años de 1902, una Escuela de Perfección de la misma técnica de las universidades populares. Allí, entonces ya, se enseñaba con sentido social. Quién que discurra sin prejuicio no le encontrará aquellos valores de entelequia que lo hacen digno de acompañarse en la gloria y la significación con hombres símbolos de la América. Lugones, al trazar su exaltación lo compara a Sarmiento. tiene muchos puntos de analogía. Otros a Vasconcelos e Ingenieros. Sí; en Ensayos tenemos que ver los peruanos la claridad brillante y la profunda seriedad de Alberdi. Esta requisitoria vale para el Perú, lo que Bases para Argentina. Con diversos matices se beneficia el pensador vanguardista sobre el pensador demoliberal. En vano sus impugnadores, generalmente inconsecuentes, acusan su obra de retórica. Le llamaron pastor de poetillas vanguardistas. Qué ceguedad! Sobre todo en quienes tenían la obligación de ver fijo. Ninguna obra más proficua en la acción, más seria en la disciplina, más pedagógica en los métodos. Al rendir Amauta primera revista peruana que hace prosélitos en el extranjero,. concentró una generación de hombres cuya educación era sobre todo económica. Es decir, práctica. Esta generación de hombres, la generación de la agonía, tiene como símbolo al trabajador de Vitarte y al indio emancipado y beligerante. Ni en acepción el universitario, ni especialmente el dotor, son ni pueden ser depositarios del mensaje de Mariátegui. Un sector más completo e intgral, en su generación finca la vivencia y supervivencia de ese cúmulo de doctrina plebeya que, partiendo del ayllu y de la fábrica, rumba perentoria, obligadamente al cataclismo político que tanta falta le hace a este país de mínimos pre