Amauta 55 materialismo histórico precisa el papel de la religión en la sociedad.
La táctica leninista fija en qué términos debe combatírsela. Para abatir al clero, hay que ir directamente a las raíces sociales de la Iglesia. El árbol necesita ser cortado desde sus raíces para que caiga. El anticlericalismo de la Nueva Generación tiene el efectó de una poda.
El árbol retoña con más fuerza, da mejores frutos. para el paladar de la clase dominante. El proletario y el campesino, detrás de las rejas, la ven come merse las frutas más sabrosas (47. Nosotros, como revolucionarios, declaramos que la guerra contra la religión no es el objetivo inmediato de la clase obrera. Su primer objetivo es su lucha a muerte contra la burguesía, contra las clases medias aliadas a la misma, contra todos los que combatan a su lado. En. tre sus enemigos, la Iglesia es uno de ellos. El proletariado que sabe a donde vá, que sabe qué es lo que quiere, que conoce el medio de alcanzar lo que se propone, no dará importancia a un enemigo sobre otro Todos son enemigos. Todos merecen su odio. Todos serán aplastados inexorablemente (48. 47) El temor ante la potencia ciega del capital, ciega porque no puede ser prevista por el pueblo, porgue amenaza de una ruina subita. inesperada. accidental al proletariado y al pequeño explotador a cada instante de su vida, porque, les arrunia efectivamente, transformándoles en mendigos, en pobres, en prostitutas, lanzándoles al. hambre: he aquí la raíz de la religión de hoy. Es lo que debe tener en cuenta un materialista que no quiere seguir siendo un simple escolar. Ningún manual científico hará desaparecer la religión en los pueblos sojuzgados por el presidio del capitalismo y sometidos a sus fuerzas ciegas de destrucción en tanto que no aprendan a combatir conscientemente, con método, conjuntamente y con organización esta raíz de la religión: la dominación del capital bajo todas sus formas. Lenín,. ob. cit. pág.
260 y 261. 48) En cambio, para la Reforma, la cuestión clerical ocupa el primer plano. Efectivamente; la palabra de orden o de combate fué entonces. frailes, no. expresión cruda y sintética que expresa admirablemente la existencia de un agudo y firme espíritu laico o liberal, que por si solo se colocaba en el límite que separa una cuestión universitaria de una cuestión social. Lógico es, entonces, que solucionada aquella por el triunfo absoluto de la idea madre, esta continuara su marcha triunfal, entrando con todos los bríos de la victoria a través de la segunda cuestión: la cuestión social. ANIBAL PONCE, ob cit. Tomo II, pág. 45. Como se ve, esta forma pequeño burguesa de enfocar la cuestión social y religiosa, difiere en lo absoluto del punto de vista del proletariado revolucionario. medida que la lucha del proletariado y la burguesía se internacionaliza, se refuerzan los antiguos lazos y se crean otros nuevos dentro de las respectivas clases. Así, en el campo religioso, la burguesía busca tambien esta unificación. Se inicia el acereamiento de todas las sectas cristianas en una: la católica, que por su constitución gerárquica y centralizada permite a la burguesía, por medio de Roma, unificar sus procedimientos de dominación internacional religiosa. Esta unificación se va haciendo por religiones afines, como primer paso. El frente único está hecho. La agitación religiosa contra la Unión Soviética es una demostración de ello. La raíz social de la religión como instrumento de la clase dominante no puede ser más palpable.