34 Amauta tarnos las criticas de los que justifican su inercia, confiando a Rusia y a sus ejércitos la misión de hacer triunfar la Justicia en América. Ayer fué México, mañana serán Venezuela o Perú. Con esos puntos de apoyo y con la palanca de nuestra idealidad combativa realizaremos nosotros la ardua empresa en el nuevo mundo, sin involucrar peligrosamente problemas que aumque presentan caracteres análogos, tienen que ser resueltos por aquellos a quienes atañen especialmente.
Estos buenos amigos e infelices luchadores se ponen el parche antes de que les salga el grano. Conocen cuánto de repulsivo hay entre las masas al oportunismo y las traiciones por el plato de lentejas de los puestos públicos y se deciden a ripostar antes de un ataque. Entonces descubren su lado débil. Primero nos llaman románticos rojos a los revolucionarios. Pero lo que interesa es su concepto de la política, igual, quizás por ignorancia o fanatismo, a la de todos los viejos y corrompidos políticos burgueses de nuestros países.
Quien elige su candidato es una alianza de fuerzas contrarias al civilismo peruano. Pues bien, fuerzas contrarias al civilismo peruano son muchos que hasta ayer adulaban y luchaban al lado de Leguia.
All los hay peores que el mismo Leguía e instrumentos de imperialismos extranjeros como Leguía. Esta noticia está en contradicción con la publicada en México donde había sido una organización indígena remota. Pero lo importante es ver como para los arpistas. como para los traidores del proletariado europeo, lo importante es TOMAR el PODER, sin impotar para que, ni con quien. Suponen que tomando el poder, y anuncian que así van a hacer en Venezuela también. ëse habrá convertido Arévalo Cedeño al arpismo, o con quien van a realizarlo. ya está la revolución hecha. Tomar el poder en Venezuela con ese mismo criterio arpista sería con una alianza de fuerzas contrarias al gomismo. es decir, con los célebres caudillos y generalotes reaccionarios que han obstruccionado o vivido de la revolución.
Critican a los románticos rojos. Pero silencian lo que es el criterio revolucionario y real de la cuestión electoral y de la toma del poder para los proletarios.
Bien sabemos que resulta necesario e indispensable organizar un poder para la realización de una revolución socialista. Mas, por lo mismo que el poder es un medio y no un fin, no se puede tomar de cualquier manera y con cualquier elemento. Esto es fácil. No otra cosa hacen los distintos bandos de nuestras clases dominantes o caudillos militares feudales. Pero si se desea el poder para otra cosa que para gozarlo y explotar a los de abajo es necesario tomarlo con las fuerzas sociales progresistas, teniendo por base a los obreros y campesinos y a todos los elementos explotados, con los cuales se va a crear un régimen nuevo. Esto es el concepto de la toma del poder de los románticos rojos. Práctico! He aquí el argumento con que se han cometido todas las traiciones en Europa al proletariado. No es práctico oponerse a la guerra. Tampoco impedir la conquista de Marruecos o de Siria o de China. Eso dicen los llamados socialistas espanoles, franceses e ingleses. Igual cosa dicen los liberales imperialistas de los Estados Unidos, y nuestros traidores en la prensa o en las cátedras.
Peligroso resulta que los arpistas cubanos sustenten ese criterio.
Si algún día vencen su abulia y se deciden a luchar por los problemas inmediatos de Cuba no sería extraño verlog sosteniendo a alguien elegido por una alianza de fuerzas contrarias al machadismo. Allí se