Amauta 25 por base el mir o comuna agraria primitiva. Los chinos fundadores del Kuo Min Tang tenían una concepción similar. Véase lo que de unos y otros decía Lenin. El populismo es un sistema de concepciones que se distinguen por los tres puntos siguientes: Apreciación del capitalismo en Rusia como un fenómeno de decadencia, de regresión. Los que combaten al imperialismo sentimentalmente o los que para atacarlo no ven quién es su único sucesor el proletariado sino que hacen críticas románticas sobre los perjuicios de la penetración imperialista al romper las relaciones campesinas, son, prácticamente, los contagiados por este primer principio reaccionario en nuestro continente. 29. Proclamación de la originalidad del régimen económico de Rusia en general, y del campesimo con su comuna, su artel en particular. Cuando los arpistas nos hablan del autóctono régimen del comunismo incaico. nos dan conferencias para explicarnos con admiración el sistema primitivo glorificándolo, y sueñan con las grandes posibilidades de iniciar luego luego la Revolución Proletaria en el Perú porque allí existe ese indio con sus comunas primitivas, están aplicando el mismo criterio anticientífico y reaccionario que los populistas rusos aplicaban a Rusia. No de otra manera pensaban aquellos ir al socialismo: utilizando los restos del comunismo primitivo. Nadie se ha de extrañar porque estos señores hayan adoptado hasta un nombre similar: Voluntad Popular se llamaba la organización de los rusos, y la de los indoamericanos. Alianza Popular. Ellos ven esa metafísica política que es el término pueblo; pero ignoran la realidad: clases, obreros, campesinos, etc Desconocimiento de la dependencia de los intelectuales y de las instituciones jurídicas y políticas, de los intereses materiales de ciertas clases sociales. La negación de esta dependencia, la ausencia de una explicación materialista de estos factores sociales, les obligan a ver una fuerza capaz de empujar la hitoria en otra dirección, de hacerla desviar (x. Si Lenín hubiera conocido a los arpistas. hubiese escrito párrafos especiales para ellos. Con toda seguridad los habría llamado caricaturas tropicales de los populistas. Nadie más que los arpistas desconocen en hechos la dependencia de los intelectuales respecto de ciertas clases y grupos sociales. En los bombos que se escriben recíprocamente en las revistas provincianas del continente se presentan sicmpre como intelectuales y no como intelectuales al servicio de esta o aquella fuerza social, sino como nuevos profetas bíblicos que no interpretan más que una voz: la de Jehovah. o sea, el nuevo Espíritu Santo Arpiano.
La exposición constante de sus títulos de universidades burgueses, de las palabras amables que los intelectuales han dejado escapar en algún momento sobre el valor de cualquiera de ellos; su gusto por ser eternos estudiantes y andar por los ateneos y escuelas y no por los sindicatos y talleres, demuestra que para ellos el ser intelectual (y esto. qué es. constituye el ideal máximo de la vida.
De esta falta del criterio materialista para apreciar a los individuos y a los fenómenos sociales, surge en los populistas, tropicales el mismo sueño de empujar la historia en la dirección que place a sus quimeras. xx. Que Hacer. por Nicolás Lenin. xx) Para conocer la similitud con Sun Yat Sen en su etapa populista. léase: El Movimiento Populista en China. por Lenín. Traducción de en el Boletín del Torcedor. La Habana.