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14 Amauta como factor de la victoria de los aliados. La ideologia de la intervención americana, la ideología de Wilson, requiere examen aparte. este examen particular tiene que ser conectado con el examen de la paz de Versaills y de sus consecuencias económicas y políticas.
Hoy dedicaremos los minutos que aún nos quedan al estudio de aquel otro trascendental fenómeno de la guerra: la revolución rusa y la derrota rusa. Echaremos una ojeada a los preliminares y a la fase social democrática de la revolución rusa. Veremos cómo se llegó al gobierno de Kerenski.
En la conferencia anterior, al exponer la conducta de los partidos socialistas de los países beligerantes, dije cual había sido la posición de los socialistas rusos frente a la conflagración. En Rusia la mayoría del movfmiento obrero y socialista fué contraria a la guerra. El grupo acaudillado por Plekanof no creía que la victoria robustecería al zarismo; pero la mayoría socialista y sindicalista comprendió que le tocaba combatir en dos frentes: contra el imperialismo alemán y contra el zarismo. Muchos socialistas rusos fueron fieles a la declaración del Congreso de Stutgart que fijó así el deber de los socialistas ante una guerra: trabajar por la paz y aprovechar de las consecuencias económicas y políticas de la guerra para agitar al pueblo y apresurar la caída del régimen capitalista. El gobierno zarista. es casi inútil decirlo.
conducía la guerra con criterio de guerra relativa, de guerra militar, de guerra diplomática. La guerra rusa no contaba con la adhesión sólida del pueblo ruso. El frente político interno era en Rusia menos fuerte que en ningún otro país beligerante. Rusia fué, sin duda, por estas razones la primera vencida. Dentro de la burguesía rusa había elementos democráticos y pacifistas inconciliables con el zarismo. dentro de la corte del Zar había conspiradores germanófilos que complotaban en favor de Alemanga. Todas estas circunstancias hacían inevitables la derrota y la revolución rusas.
Un interesante documento de los días que precedieron a la revolución es el libro de Mauricio Paleologue La Rusia de los Zares durante la Gran Guerra. Mauricio Paleologue era el embajador de Francia ante el Zar. Fué un expectador cercano de la caída del absolutismo ruso. Asistió a este espectáculo desde un palco de avant sceLas páginas del libro de Mauricio Paleologue describen el ambiente oficial ruso del periodo de incubación revolucionaria. Los hombres del zarismo presintieron anticipadamente la crisis. La presintieron igualmente los representantes diplomáticos de las potencias aliadas. el empeñó de unos y otros se dirigió no para conjurarla, porque habría sido vano intento, sino a encauzarla en la forma menos dañina a sus respectivos intereses. Los embajadores de los aliados en Petrogrado trataban con los miembros aliadófilos del régimen zarista y con los elementos aliadófilos de la democracia y de la social democracia rusas.
Paleologue nos cuenta como en su mesa comían Milukoff el leader de los cadetes y otros leaderes de la democracia rusa. El régimen zarista carecía de autoridad moral y de capacidad política para manejar con acierto los negocios de la guerra. Cerca de la Zarina intrigaba una camarilla germanófila. La Zarina, temperamento místico y fanático, era gobernado por el monje Rasputin, por aquella extraña figura, alrededor de la cual se tejieron tantas leyendas y se urdieron tantas fantasías.
El ejército se hallaba en condiciones morales y materiales desastrosas.
Sus servicios de aprovisionamiento, amunicionamiento, transporte, funne.