BourgeoisieCapitalismWorking Class

68 Amauta cuando las fluctuaciones de las coyunturas económicas son favorables y la curva de las fuerzas productivas sigue una línea ascendente. Es evidente que este síntoma denota la existencia de un profundo vicio orgánico inherente al capitalismo actual y que no conocía el capitalismo de ante guerra.
En los mejores tiempos de prosperidad económica, las potencias capitalistas no pueden sustraeitse tampoco a esta cara que les va minando y acosando de una manera acentuada. Los desocupados en Estados Unidos, en épocas que atravezaba un considerable auge económico, se contaban de dos a dos y medio millones aproximadamente, abarcando ahora, según datos recientes publicados en el mes de Enero, alrededor de 000. 000, lo que prueba palmariamente que sobre los años normales de prosperity capitalista yanqui, se acusa un aumento de más del 100. En Alemania, fluctuando siempre antes de 1929 entre 600 700 mil hasta dos millones de desocupados, actualmente registra la cantidad de tres millones y medio, lo que equivale casi a la cuarta parte de su proletariado. Inglaterra que, según datos oficiosos de Margaret Bondfield, Ministro del Departamento del Trabajo, tenía a fines de octubre del año pasado un millón doscientos siete mil doscientos veinte desocupados, mostrando un aumento marcado sobre el mes anterior, en estos últimos meses de abril y mayo, ha crecido en más de medio millón. En los otros países de importancia económica secundaria, el fenómeno de los sin trabajo toma ímpetus indiscutibles como se puede constatar por las siguientes cifras: 800, 000 en Italia, según informaciones no fascistas; 400. 000 en Austria; 400. 000 en Checoeslovaquia; 300. 000 en Hungría, y así en los demás países balkánicos y en Polonia, cuyo total llega a la suma de más de tres millones de desocupados.
Idénticos hechos ocurren en todos los dominios británicos y yanquis, en el Japón, en la misma América Latina, donde se atestigua un crecimiento que no deja lugar a duda. En México, por ejemplo, los deoscupados llegan a 700, 000, con probabilidades seguras de aumentarse; y en la Argentina, Uruguay Brasil, donde se asiste a pronunciadas crisis en la producción del café, trigo y carnes, la desocupación toma todos los visos de ampliarse y agudizarse enérgicamente. Entre nosotros, el despido de obrerps en la capital y en otros sectores mineros, es indiscutible y lo mismo que en Chile y en Colombia, el hecho se produce con fuerza irresistible, lo que indica, sin refutación ninguna, que el fenómero de la desocupación, lejos de atenuarse y disminuir, conforme to pretendían sostener ciertos ponentes demo burgueses, se ahonda día a día y se extiende tanto a la América Central y el Canadá como a Australia y las Indias Neerlandesas. si quiere evaluar la cifra mundial de los desocupados, llegaríamos a la enorme suma de 17 a 18 millones de sin trabajo, con tendencias marcadas a extenderse y propensa a adquirir contornos verdaderamente espeluznantes, verdaderamente trágiLa catástrofe del Capitalismo se hace más evidente en estos tiempos, su dsquiciación más incontestable. Pese a todas las tentativas de la burguesía, a todos sus esfuerzos por ocultar o querer simular esta quiebra genérica, esta congestión manifiesta de la economía capitalista mundial, el hecho se produce irremediablemlente, inconteniblemenTodas las contradicciones del capitalismo se acrecentan, se agigantan, toman carácter violento, naturaleza desquiciadora y pugnatriz.
su desvertebración es íntima, su destronque es profundo, su disgilegación es entrañable pada con medidas temporarias y supérfluas querer conteeos.
te.