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36 Amauta ciones proletarias, vacila su fraseología gaseosa pequeño burguesa. Las palabı as y los hechos llegan a límites que ponen en sobresalto al irigoyenismo en el poder, cuya política se orienta hacia el orden y la estabilidad. Esto explica las cargas de caballería contra los estudiantes y el pueblo en Córdoba, Mendoza, Santa Fé.
Por eso es necesario precisar cuáles fueron las fuerzas que influyeron en el movimiento. La Reforma se caracteriza por su confusionismo, por su vacilación. Oscila como una le agua de fuego según las direcciones del viento. Cuando pesa más el radicalismo, la Reforma tiene los acentos del Partido Radical. Cuando la acción de los intelectuales a lo Bertrand Russel, a lo Wells, a lo Bernard Shaw deja sentir su fuerza, la Reforma es un eco de sus palabras. cuando Lenin domina con su voz proleta ia, barriendo las tropas blancas de Kolchak y Denikin, la Nueva Generación, se lanza a secundar las huelgas sindicales. Las masas estudiantiles que tomaron por asalto la vieja Universidad no carecían, sin duda, de banderas; pero las enseñas de novecentismo. la nueva sensibilidad. la ruptura de las generaciones no eran nada más que vaguedades que lo mismo podían servir como quedó demost adoma un liberalismo discreto que a una derecha complacienté. El estudiante argentino que acometió la Reforma sabíase arrastrado por el presentimiento de las grandes obras, mas no acertó a definir la calidad de la fuerza que lo impulsaba. Gustábale fraternizar con el obrero, participar en el mítin de la huelga, colaborar desde las hojas de vanguardia. No se sentía, sin embargo, proletario; restos de la vieja educación teníanlo aprestado todavía (subrayado por mí de la y aunque a veces se le escuchaba el lenguaje de la izquierda, reconocíase muy bien que era aprendido. El obrero, por eso, lo miró con simpatía pero sin fé; la burguesía, con desconfianza pero sin temor.
Con una aguda noción de sus intereses la clase conservadora de la Universidad lo sedujo en su política, lo conquistó con sus prebendas, lo corrompió con sus vicios. Clamorosos paladines de la revolución fueron así llamados a silencio; pasáronse otros a las filas enemigas con increíble impudicia, la sana minoría de estudiantes que había puesto en la Reforma toda la ilusión de los veinte años, la vió de esa manera convertida en un fácil trampolín de oportunistas y adulones (13. He aquí, pues, el juego de los factores. Esta falta de comprensión de la realidad. Este desconocimiento, característico, de los fenómenos sociales y de su dialéctica, se traduce en la vastedad tediosa de contradiciones y rectificaciones. Como una muestra, aunque no es el lugar de precisarlo, del gasto de frases utópicas y vacías, citamos las del Presidente de la Federación Universitaria Argentina, desde la plaza pública de Mendoza: El día en que el trinomio de proletarios, maestros y estudiantes sea un hecho, se habrá cumplido la ley que impone la renovación de los valores sociales (14. Es la maravillosa justicia social de la Reforma. Su remedio a los males sociales.
4EL CARACTER PEQUENO BURGUES DE LA REFORMA Después de haber visto el cambio en la correlación de fuerzas efectuado en la Argentina, de conocer la composición social del estu(14) Julio Gonzales en su ob. cit. pag. 70.