BolshevismWorking Class

34 Amauta nos.
ses. a expensas del proletariado famélico. Han sorbido estas sanguijuelas la sangre del proletariado y se han hecho tan ricas mientras que la enormidad de trabajadores se han muerto de hambre en la ciudad y en las fábricas. Estos vampiros se han apostado y persisten en los campos de los grandes terratenientes y están tornando otra vez esclavos a los campesinos pobres. Vol. XX, parte 2º. pág. 257. Hemos tolerado a todos estos sanguijuelas arañas y vampiros, mientras atravesábamos una trayectoria en la que no podíamos sino limitar sus tendencias de explotación. Los hemos tolerado porque no había con qué reemplazar la producción del kulak. Ahora, tenemos la posibilidad de sustituir cada vez más sus cultivos por, nuestras explotaciones colectivas. Ya no es posible que existan por más tiempo arañas y sangijuelas que prenden fuego en las colkoses. asesinan a los funcionarios de éstas y se aprestan a destruír la semilla; tolerarlos por más tiempo significaría ir contra los intereses de los obreros y campesiLa política de liquidación del kulak debe ser consumada con aquella energía y consistencia de las que únicamente los bolcheviques son capaces.
Novena pregunta. Cuál es la tarea inmediata de las colkoRespuesta. La tarca inmediata de las explotaciones colectivas se cifra ahora en la lucha por la semilla, por el aumento más grande posible del área de cultivo, por la organización correcta de la campaña de siembra.
Todas las otras tareas de las colkoses deben ser adaptadas a las de la campaña por la semiila. Toda otra faena en las explotaciones colectivas debe sujetarse al de la organización de la siembra. Lo que significa que la tencaidad de las economías colectivas y de sus cuadros que no sean del partido, la capacidad de los líderes y los núcleos bolcheviques, deben ser puestos a prueba, no por medio de resoluciones brillantes y elocuentes arengas de salutación, sino por el trabajo efec. tivo y viviente en la organización correcta de la siembra.
Para la realización de estas tareas, la atención de los funcionarios de las explotaciones colectivas debe enfocar la cuestión económica de la edificación de dichas explotaciones, la parte de su desarrollo interior.
Hasta hace muy poco, los funcionarios de las explotaciones colectivas concentraban su atención a a pezca de elevadísimas cifras de colectivización, mientras que al mismo tiempo no percibían ninguna diferencia entre el hecho real y el del papel. Ahora hay que dar tregua a la obsesión de las cifras. La atención debe sen enfocada sobre la consolidación de las explotaciones colectivas, sobre la extensión organizativa de las mismas, sobre la arganización del trabajo práctico.
Hasta días recientes, las enormes unidades colectivas, la organización de los llamados gigantes absorbían los esfuerzos en las explotacione colectivas, mientras que no raramente los gigantes degeneraban en toscas instituciones burocráticas, desprovistas de raigambre económica en los campos. El trabajo por la apariencia, consecuentemente, sobrepasó al trabajo actual.
La atención de los funcionarios ahora debe dirigirse sobre el trabajo económico organizativo de las explotaciones colectivas en el campo. Si esta labor da los resultados necesarios, entonces los gigantes se desarrollarán por sí mismos.