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66 Amauta co años, una cuarta parte del total de las economías campesinas va a.
crear, en las grandes regiones deshabitadas hasta ahora, explotaciones soviéticas gigantescas, fábricas de cereales. Mientras que en el año económico 1927 1928 los bienes soviéticos y las explotaciones colectivas disponían de una superficie cultivada de millones de hectáreas, según el plan quinquenal, dispondrán en el año 1932 1933 de una superficie cultivada de 27 millones de hectáreas. El plan quinquenal, en lo que concierne a la agricultura, es ya superado desde el segundo año (1929 1930. Desde 1929 1930 será posible entregar el 50 de la totalidad de la cosecha de cereales por medio de economías soviéticas y colectivas, en vez del 43 previsto primeramente sólo para 1932 1933. causa de eso se podrá, con la ayuda de la contratación (contratos de compra de cereales en el Estado obrero y los campesinos pequeños y medianos. llenar casi la totalidad de las necesidades de cereales sin estar obligado a pasar por las economías de los kulaks.
Ahora bien, si la mitad de los cereales llegados al mercado son entregados no por los campesinos, propietarios privados individuales, sino por las economías colectivas organizadas y las grandes empresas soviéticas en relación estrecha con el Estado proletario y sus instituciones económicas, puede considerarse como la potencia del kulak. uno de los enemigos interiores más peligrosos del proletariado en el poder, será destruída en proporción considerable.
El kulak. esto es, el campesino rico, no es numéricamente muy fuerte. De los 27 millones de explotaciones campesinas, no hay más que alrededor de un millón que sean economías ricas, de los kulaks.
Pero su potencia económica es mucho mayor que su fuerza numérica.
Cuanto más pobre es un campesino, tanto más su economía es pequeña, y menos granos puede vender, y al revés. El campesino rico puede vender una parte mucho mayor de sus productos y tiene en sus manos, lo que es muy importante, la posibilidad del aprovisionamiento de pan. El campesino rico, como elemento capitalista que es, naturalmente, no es tratado en la Unión Soviética con deferencia y consideración. Se le impone más que a los otros, no tiene derecho a votar; no obtiene ningún crédito del Estado, etc. Por otra parte, la socialización intensificada y el apartamiento acelerado de los elementos capitalistas de la economía amenazan la existencia del kulak. Es natural que él oponga la resistencia y que busque sabotear deliberadamente, por todos los medios, la economía soviética. Entre las causas de las dificultades más recientes concernientes a los cereales, ha desempeñado un gran papel, muy lejos de ser insignificante, el sabotage deliberado de la venta por el kulak. Gracias a la socialización creciente de la agricultura, a la importancia progresiva de las grandes empresas agrícolas colectivizadas en la producción para el mercado, el aprovisionamiento de la población urbana y de la economía proletaria en productos agrícolas necesarios es cada vez más independiente de los kulaks.
El progreso formidable de la colectivización de la agricultura se halla acompañado de una potente industrialización y de la mecanización de la agricultura. Lenin, agua: daba del suministro de 100, 000 tractores a la agricultura la solución para la de los problemas más importantes de la agricultura. Ahora bien, el plan quinquenal, así que haya sido terminado, habrá dado 300. 000 tractores, millones de otras máquinas agrícolas, una electrificación muy adelantada en