Amauta 43 tórica de una nueva fuerza social aparecida en el seno de nuestra realidad. Así, Mariátegui traduce la antítesis, la negación de las clases aristocráticas y feudal burguesas; es la conciencia del proletariado, su verbo magnífico. los representantes de las clases de las cuales Mariátegui encarna la negación deberán sentirlo, como a Gonzáles Prada, europeizante, exótico, el menos peruano. extrauniversitario, etc. Pero no podría ser de otro modo. El marxismo sería desmentido si la burguesía feudal y sus acólitos los intelectuales y profesores lo hiciesen a Mariátegui prócer nacional, si adoptasen su pensamiento sin deformarlo o contrahacerlo. Es cierto que Mariátegui es extraño al pensamiento y hecho peruanos, si lo peruano está representado exclusivamente por las minorías que han monopolizado hasta ahora el predominio en el Perú. Mas en nuestro devenir histórico aparece una nueva clase social, el proletariado, tan peruana y nacional y con mucho más título sin duda que los que hasta ahora se han bautizado nación o pueblo. uno de los méritos del espíritu superior de Mariátegui está precisamente en haber sido el primero en adherir a la nueva clase que surgía, y contribuído poderosamente a su afirmación.
La mentalidad colonial de nuestras gentes se explica este gesto de Mariátegui como un apostolado popular. como una vocación plebeyista gratuitamente atribudas a quien más lejos estuvo de incurrir en la demagogia. bajo este aspecto, se complacen de que Mariátegui no lograra hacerse comprender por el pueblo. Mas el proletariado no es el pueblo, no es el paria ni el siervo, aún cuando iza la bandera de las reivindicaciones de éstos. El proletariado no es solo el explotado. Ya Sorel se burlaba de esta ciencia profesoral según la que hasta las prostitutas de la más baja estopa serían proletariado. El productor no poseyente no aparece sino bajo el régimen de producción capitalista como la antítesis de la burguesía, llamada a sucederla y sobrepasarla. En nuestro caso donde no ha habido una burguesía sólida, el proletariado está llamado además a realizar las tareas que ésta fué impotente de asumir. el proletariado peruano ya tiene su Mariátegui. Las nuevas relaciones sociales han tenido su más soberbia expresión justamente a través del cerebro más lucido del continente. José Carlos es la medida de las posibilidades de la nueva clase social emergida en nue ra historia.
En su escolasticismo universitario y profesoral, nuestros intelectuales se duelen de la ausencia de una tradición como para reclamarse de ella, ya que hasta sus más representativos personajes no han sino. copiado el modelo europeo, sin darse cuenta que aquellos en realidad, ni siquiera han sabido copiarlo. El error no está tanto en la imitación sino en la imitación insuficiente. la causa de esta falla no reside en la voluntad de quienes representaron la influencia europea, sino en la supervivencia colonial que mantenía junto con las instituciones la mentalidad adheridas al medioevo, no propio y original tampoco, sino español, y que traicionaba y frustraba toda tentativa de adaptación al ritmo posterior de Europa, como el marcado por el liberalismo y la democracia burguesas. Este mismo fondo económico gravita sobre el populismo librealbedrista de la gente renovadora o de la nueva generación que contrapone al europeismo de Mariátegui la edificancia e idealización de lo propio, de lo integral, etc. y, lo que es peor, ni siquiera consecuentemente a su xenofobia, sino trai