BourgeoisieJosé Carlos MariáteguiSocialismWorking Class

42 Amauta Todos se dan cuenta admiradores o detractores que la biografía de Mariátegui no termina con su muerte. Mariátegui sigue viviendo en el proletariado peruano que lo ha engendrado y que, a su vez, ha extraído de él la más clara orientación para su conciencia de clase. Seguirá viviendo en el proletariado, a través de su lucha, hasta su afirmación económica y política. La biografía de Mariátegui terminará cuando termine la biografía del proletariado como clase.
SENTIDO DE LA OBRA DE MARIATEGUI, por Navarro Madrid.
ON Mariátegui comienza para el Perú un nuevo ciclo histórico, de mucha más trascendencia sin duda que el inaugurado por la Independencia. Así como González Prada es el primer hito de rebelión contra el colonialismo superstite, Mariátegui es el portavoz de la Revolución Socialista en el Perú, que prosigue aquella rebelión superándola totalmente. El. radical de Páginas Libres que devino ácrata traduce la primera manifestación nacional, anti colonial, antiespañola, que acaso por la misma circunstancia de ser la primera no podía mostrarse sino un tanto vaga y confusa. Quizás a González Prada se le mostraron las relaciones sociales demasiado anfibológicas o así las encontró su temperamento de literato y su actitud aristocrática. Mariátegui, en cambio representa el advenimiento de una nueva fuerza, social, el proletariado, que imprime al debate político un rumbo nuevo. Ya no es la simple protesta a nombre de la mayoría nacional relegada; es la requisitoria del proletariado contra el feudalismo adaptado a las condiciones burguesas, y que lejos de cancelar sus relaciones anteriores. las mantiene, por lo que la mueva clase asume la tarea histórica que la burguesía larvada fué impotente de realizar. Mariátegui vive la época de excacerbación de las contradicciones del sistema de producción internacional que también alcanzan al Perú, ya que éste no es extraño a la órbita de la economía mundial. Y, lógicamente, aporta un planteamiento nuevo de los problemas del país, discutiendo por primera vez, desde una posición neta, los fundamentos de todo lo que se venía aceptando desde la Colonia. Porque, como él precisamente lo ha esclarecido, la Colonia se prolonga a través de la Repúbliea. La lucha por la independencia no fué una lucha de clases, no se hizo en beneficio de las masas explotadas, de los nativos oprimidos. Fué, sencillamente, la revuelta de la misma clase colonialista que no por romper con la metrópoli respondía a premisas distintas. La República continuó tan colonial en su contenido como el Virreynato. El caudillismo político que es su característica no es sino. la expresión del feudalismo económico. En el Perú no hubo una clase burguesa lo, bastante sólida para realizar su Reforma o implantar el Tercer Estado. La aristocracia terrateniente se adaptó a las relaciones burguesas manteniendo incólumes sus posiciones de dominio y hegemonía territorial. La secular monotonía de este cuadro interrumpe la protesta de González Prada y remata la categórica concepción clasista de Mariátegui que franquea el camino de su liquidación ya que refleja la pugna his