Amauta 27 na que se respete, es decir, que sea capaz de pensar con altura o con profundidad, que no se sienta inclinada al socialismo. es así como José Carlos Mariátegui, de regreso de Europa donde bebió el dolor de las clases oprimidas, de los hombres sacrificados a millones en monstruosa guerra, sienta en el Perú cátedra de marxismo, tribuna de doctrina radical, nítida, sin fluctuaciones y sin transigencias pávidas. cerca a Mariátegui la juventud y el proletariado forman la vaIla invencible. Es lo único que no perece, es lo único que persistirá.
Mariátegui, inválido, enfermo, centuplica su esfuerzo intelectual. Exangüe, moribundo, trasfunde toda su vitalidad al ambiente juvenil hasta enfervorecerlo por ideas y programas que exigen sacrificio, labor disciplinada, estudio, acción metódica.
El hogar de Mariátegui tórnase en santuario. Ahí se habla de lo porvenir con unción mística y se prepara la evulsión, consciente del peligro. El ejemplo de esta vida sin mácula, presencia de ese hombre puro espírituel cuerpo es un güiñapo la tragedia implícita de un alma grande que carece de organismo que le permita mayores floraciones, la testigo invisible, presentida, la muerte próxima, convertían cl hogar del joven pensador en un verdadero santuario. Un santuario en que la idea American a había hallado su símbolo.
De un extremo a otro del continente la voz de este hombre de bil era escuchada con fervor. Había destruído las fronteras de América. Pocos como él despertaban la conciencia de la unidad amerindia. nadie consiguió subrayar mejor las grandes similitudes de las masas oprimidas, de las razas y de las clases despiadadamente explotadas. casi ninguno que hallara, con tanta exactitud, la verdadera clave: sólo se redimiría el indio incorporándolo a la causa del proletariado universal. Voces armonicas de Rolland, de Barbusse, de Mariátegui!
Si es intenso el dolor que aflige a la juventud peruana, no tiene límites la consternación de cuantos íntimamente convivimos el creador de AMAUTA Acostumbrados a verle reducido a un mínimo de vitalidad física, no nos resignamos a su final extinción. Sólo nos consuela el convencimiento de que Mariátegui revivirá en cada uno de los actos trascendentales que le cumple realizar a la juventud americana en su lucha títánica contra la opresión y la injusticia.
con EN TORNO DE LA OBRA DE JO.
SE CARLOS MARIA TEGUI, por Carlos Arbulá Miranda.
10 es el perfil mental de José Carlos de un simple y escueto valor literario, de una epidérmica categoría intelectual.
Dentro del plano ideológico donde él ha elaborado y construído sus tesis y dentro del vasto espacio teórico donde él ha creado y nutrido su doctrina revolucionaria, al valorarlo con exactitud en lo que atañe al pensamiento socialista y marxista de la época, traspasą, su confrontación, el contorno reducido del mero escritor espectacular y contemplativo, para crearse su perfil neto y auténtico de ideólogo, su notorio matiz de pensador.