2 Amauta me ne Mariátegui regresa. Vuelve como no saben regresar otros: libre.
Ningún convencionalismo, ningún interés creado le ata. Se siente incorporado definitivamente a la gran lucha histórica. ella dedicará su vida, su tranquilidad, su pobreza. No es capaz de compromisos con el pasado. Vive para la acción del presente. Vive para la victoria del futuro.
Se incorpora inmediatamente a la Universidad Popular. Sus Conferencias inician dentro de la misma, un viraje efectivo hacia la ideología de clase del proletariado. Lo primero que orienta, a su regreso, es la organización y la conciencia del trabajador. La acercaba al estudiante inquieto con el obrero descontento. Mariátegui se da inmediatamente cuenta de la desorientación de unos y otros. De cómo las buenas intenciones no bastan para resolver la cuestión social.
Trae, por primera vez a ella, la concepción de la lucha de clases, la dictadura del proletariado, el gobierno obrero campesino. Memorables fueron sus lecciones, entre la hostilidad de los obreros anarquistas que veían escapárseles el control de las masas; de los estudiantes sin programa; de los huchadores sin finalidad. Mariátegui está allí en medio de los descontentos No para ser arrastrado, sino para arrastrar No para transigir con la ignorancia complaciente, sino para orientarla. No para callar en complicidad con el engaño, sino para derribar mitos y trazar caminos.
Mariátegui va a los obreros, integramente. Va a sus filas, no a figurar, sino a servir obscuramente. Muchos estudiantes, muchos intelectuales se acercan por curiosidad a este movimiento preñado de esperanzas. Todos llegan a travez de su subjetivismo. Por eso, las desviaciones posteriores, las traiciones a la causa histórica, no nos sorprenden. Mariátegui, en cambio, va objetivamente, conscientemente.
De ahí su persistencia, su seriedad intelectual, su honradez personal en la posición adoptada. De ahí que la muerte lo coja en su puesto.
Luchas. Prisiones. Su vieja enfermedad hace crisis. El trabajo violento. La responsabilidad de orientar una generación proletaria y un movimiento de trascendencia, vencen su naturaleza. Casi a la muerte, es encadenado en una silla de ruedas. Esta silla se convierte en una tribuna heroica. Desde su silla de inválido nace la historia. después, Escena Contemporánea. AMAUTA sur je cuando la obra de preparación del ambiente comienza. En torno a Mariátegui se agrupan algunos elementos atraídos, más por su cordialidad que por sus ideas, especialınente la pequeña burguesía intelectual. En su Presentación declara que AMAUTA representa un movimiento una corriente la voz de un movimiento y de uma generación. su filiación y su fe personales, las incorpora desde el primer momento en la revista.
AMAUTA aparece como una bandera de polémica, de selocción, de combate en el plano de la doctrina. AMAŪTA es una tribuna de orientación revolucionaria clasista. Implica una afirmación vigorosa y multitudinaria frente al enquistamiento ideológico y científico de la niversidad. Frente a la mediocridad de los intelectuales burgueses y pequeño burgueses Una vigorosa negación dialéctica de la chatura mental y política de hombres e ideas.
Con esta filiación, con la experiencia de sus conferencias en la con el desenvolvimiento de una vida y una obra inseparables, comprendemos, a más de la perspicacia necesaria de que al Perú le nace una revista histórica. que las palabras movimiento espíritu