52 Amauta dos después de la trilla, a la estación de tractores, a los precios fijados por el gobierno. Las asociaciones y koljoz servidos por la estación, adquieren anualmente cierto número de acciones de Tractorocentr.
Los campesinos pobres dan, con ese objeto, dos rublos por año y por hectárea, y los acomlodados rublos.
Actualmente se está en momentos de concluir en la campaña, contratos de esa especie para dirigir las operaciones, y se han enviado del centro 102 inspectores, 204 agrónomos y 12 empleados del Tractorocentr.
Ya hemos dicho que la organización de las estaciones de tractores se desenvuelve con toda rapidez. El programa prevé que en 1932 su número será aproximadamente de 500 y que comprenderá una superficie de 20. 000, 000 de hectáreas.
Como se ve, los sovjoz y los koljoz. y las estaciones de tractores, constituyen los principales órganos de comando de la reforma social y técnica de la agricultura soviética. Naturalmente, los resultados de esta vasta organización no pueden ser sino calculados grosso modo. pero desde ahora se pueden vislumbrar los contornos de esa gran transformación.
Todos los extranjeros que han tenido ocasión de observar actualmente la campaña soviética, han notado la importancia del movimiento. este respecto, cabe mencionar el testimonio del escritor americano Maurice Hindus. Este hombre de letras había visitado la campiña rusa hace cinco años, y quedó contristado por la miseria reinante. Este verano, en cambio, ha recorrido los mismos lugares y al respecto escribe lo siguiente. Hoy, dice, se puede hablar de los nuevos principios de la agricul. tura soviética. En estos últimos años se discutió mucho sobre la explotación rural colectiva, pero sólo ahora dicho proyecto se lleva a la práctica con el concurso de ingenieros agrónomos y especialistas, con la ayuda de semillas seleccionadas y de tractores puestos a la disposición de los campesinos en muy buenas condiciones. El deseo de colectivización está en toda la población campesina. El movimiento es particularmente fuerte en las mujeres, lo que se comprende bien, pues la creación de establos cerca de los koljoz. las libra de un trabajo muy pesado.
Del mismo modo opina un corresponsal del Daily Herald. enviado expresamente a la S: Los tractores han triunfado de las prevenciones y prejuicios del mujik. El tractor, no sólo es ahora popular, sino que simboliza una esperanza nueva. Los paisanos con quienes he podido conversar, es timan imposible ya vivir en la misma miseria que sus padres o sus abueFinalmente, un corresponsal del Berliner Tageblatt. Paul Scheffer, escribe después de un viaje de cinco semanas por la La antigua aldea rusa desaparece en el pasado. Si Tolstoi y Dostoievsky revivieran, apenas reconocerían a su mujik eterno. su campesino milagroso. El mismo no se reconocería a sí propio, sentado sobre el tractor, realmente milagroso.
los (1. Información suministrada por el representante comercial do on ol Uruguay, quien publica el boletín