Marxism

48 Amauta mo tiempo nos proveemos de la mejor arma de lucha pedagógica contra los estupefacientes de la religión y de las concepciones emparentadas con la religión; procedemos de la siguiente manera: a) Nosotros tenemos conciencia de la marcha objetiva del desarrollo histórico de la humanidad.
b) Comprobamos, dentro del cuadro de la marcha objetiva de la historia, el margen que separa las condiciones de vida y las posibilidades de felicidad de los hombres, que son el objeto propio del trabajo pedagógico.
c) Planteamos, sobre ello, las cuestiones siguientes. Cuál es tu situación de clase. Cuestión que examinamos de un modo permanente, teniendo en cuenta los cambios de clase eventuales. Cuál es tu constitución biológica. La salud, las enfermedades, la edad, el sexo. Qué influencia tienen en la totalidad de tu vida el sistema de alimentación, la vida sexual, el sistema nervioso. Cuál es la ley de acción mutua de esos elementos unos sobre otros. Cómo se han asociado hasta aquí en tu vida la situación de clase y las disposiciones personales? Recordemos las condiciones de lugar y de tiempo en las cuales te has desarrollado.
El país natal y la época imprimen un carácter especial a la situación de clase. Cómo se ha ido ensanchando y rectificando, a la luz de tu conciencia, el círculo limitado de experiencias que se ha formado inconscientemente desde tu tierna infancia. Dónde encontrar las relaciones de la historia personal con la historia general del mundo exterior. Dónde están los puntos de ruptura. Cómo ha resultado de todo eso tu posición en la lucha de clases?
d) Una vez que tenemos así claramente determinado el margen de las condiciones de vida y de las posibilidades de felicidad de los hombres con las cuales hemos de realizar nuestro trabajo pedagógico, que son igualmente las nuestras, nos fijamos a nosotros mismos y a cada uno la exigencia pedagógica que consiste en llenar ese márgen: Tú debes lo que puedes en presencia de la marcha objetiva del desenvolvimiento social, según tu situación y tus disposiciones. Esa orientación general sobre la pedagogía marxista debe ser utilizada igualmente para tratar los residuos religiosos o seudo religiosos. Según el punto de vista expresado en el N: c. contestamos a las cuestiones siguientes: a. causa de qué asociaciones están todavía los hombres amarrados al espíritu religioso. Es una necesidad de la naturaleza humana? causa de qué asociaciones se revuelven contra el espíritu religioso?
c) Luego, insistimos, bajo una forma que nos aleja del espíritu religioso, acerca de esos elementos preciosos que existen en los hombres amalgamados con el espíritu religioso y que constituyen, a sus ojos, el valor.
d) Alimentemos y satisfagamos esas necesidades preciosas del hombre que la religión deja insatisfechas y que le incitan a rebelarse contra la religión. Por consecuencia de nuestro acuerdo con la marcha objetiva de la historia, la pedagogía marxista logrará también realizar la obra que la política marxista ha realizado ya en parte: la liberación de las fuerzas oprimidas y falseadas en el seno de las masas.
Gracias al método indicado, nosotros libertamos, desde la más