IndividualismLeninismMarxismSocialism

44 Amauta Del instinto a la conciencia! Era necesario que el instinto fuera debilitado y lo ha sido. Al mismo tiempo, el elemento social se debilitó primero. Es la época que luego se manifiesta como régimen de cla.
ses. Es esa época en que el egoista juicioso, públicamente detestado, pero secretamente admirado, es el héroe de la historia. Hasta que la conciencia se arraigue más. Hasta que el leninismo marxista se extienda! se extiende a la economía y a la política, y la pedagogía marxista completa la socialización del individuo. Así, el hombre, que llega a la etapa de la conciencia, consigue, en un extenso campo de acción a través de todo el planeta, lo que los animales no alcanzan más que en un círculo de experiencias muy limitado por el instinto.
Es de gran importancia darse perfecta cuenta del porvenir del individualismo, porque todo educador se encuentra ante este problema. qué orientación hemos de dar, al mismo tiempo, al niño en cuanto a su yo. qué grado de egoísmo vamos a desarrollar en él. Una pregunta prohibida por el socialismo? Pero precisamente porque yo heredo la lucha de conciencia del espíritu religioso, de la sensibilidad religiosa potente, pero extraviada, será muy necesario que me ocupe de esta cuestión.
Afortunadamente, existen también las respuestas. La pedagogía marxista y leninista debería formularlas así: Apreciación personal y científica del puesto que se debe ocupar, y comprobación mutua.
La dialéctica consiste en que no se le dice tampoco al individuo, cuya personalidad está siempre allí, no se le niega. Tú no has de ser un individuo. Tú no has de ser nada más que un buen camarada!
Eso no cuesta nada nada al que lo dice. En realidad, el individuo debe ser tratado de tal manera que se le dé desde luego la posibilidad de definir las condiciones de vida y las posibilidades de felicidad de su yo. dentro de las circunstancias de una agrupación dada, la que a su vez ha de hallar un puesto en el conjunto de la historia humaPor consiguiente, nos estudiamos el uno al otro tan objetivamente como la ciencia las cosas; pero igualmente nos tratamos el uno al otro con el mismo respecto que la ciencia siente ante los hechos.
La añeja máxima religiosa, ama al prójimo como a tí mismo debe considerarse, desde ese punto de vista, como cosa religiosa, es decir, irrealizable.
Por el contrario, al recomendar a los hombres que se valoren entre sí científicamente, como hechos, y se clasifiquen así, se les da una directriz realizable y de una gran importancia pedagógica.
ла. COMO CURAR LOS ESPIRITUS DEL MAL RELIGIOSO?
Todavía queda, para concluir, estudiar la relación de la pedagogía marxista y leninista con los seres religiosos.
En primer término, la idea siguiente: con las religiones no podré nunca reconciliarme. En cambio sería pretencioso negar que en muchos hombres religiosos, en hombres tocados de esa enfermedad, pued ocultarse, y frecuentemente se ocultan, energías mucho más preciosas que en tales o cuales amigos de luces, que vienen a buscar al enfermo para librarle de su mal. He ahí el punto decisivo: imposibilidad