BourgeoisieCapitalismPrivate Property

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Amauta curso.
ve a encontrarse con Margarita. Comparad esas dos escenas del Fausto y tendréis toda la moral a la cual se circunscribía la sociedad burguesa: moral, mitad cínica (en la penúltima escena) y mitad enternecedora.
Así son también las condiciones de la escuela. Ya hemos dicho que la escuela burgucsa desarrolla hasta cierto grado la técnica que necesita para aplicar a la naturaleza los nuevos procedimientos industriales. En cambio, como la Sociedad burguesa no desarrolla ningún nuevo concepto del hombre, la escuela sigue siendo en lo demás históricamente dependiente de la fuerza pasada.
La escuela continúa dependiendo de la tradición moral, es decir, religiosa, de la época pasada.
Había el recurso de indignarse, de oponerse a ello valientemente y los maestros alemanes han tomado parte en ese combate, pero en el fondo de las cosas, históricamente, no había que esperar grandes cambios.
Sin embargo, de generación en generación, la historia prosigue su La sociedad burguesa, según nosotros, ha cumplido ya su misión. Cada vez se siente más la necesidad de sustituírla por otra cosa.
No quiero desarrollar ampliamente esta idea, porque todos y cada uno lo han sentido en sí mismos. Cualquiera que estudie las relaciones de las cosas puede fácilmente encontrar la explicación.
La Sociedad purguesa se dá cuenta de ello; por eso observamos, en la época de transición y de liquidación en que vivimos, una transformación particularmente interesante y notable de la Sociedad burguesa.
Apenas si se magnifica todavía la antigua competencia burguesa, el libre juego de las fuerzas; aun en América, hay indecisión en este punto; por el contrario, la sociedad burguesa quiere estabilizar la situación presente. En realidad, no puede otra cosa. El mecanismo de la producción, como tal, ha llegado a un alto grado de perfección. Pero, a pesar de ello, comprobamos este fenómeno: las gentes que crean los productos no pueden comprarlos. Los zapateros hacen demasiados zapatos y ellos van durante las crisis del mercalo y en los períodos de paso, con el calzado roto. así sucesivamente. Eso indica que el capitalismo no puede dominar su propia organización técnica. Hace falta forzosamente cambiar las relaciones de los hombres entre sí y en el seno de esa organización. Es preciso cambiar el sistema de disponer de los instrumentos de trabajo, suprimir la propiedad privada! El capitalismo puede ensayar un nuevo reparto de la tierra. Otra guerrita mundial! Así podría repartir de nuevo los bienes y despertar nuevas ilusiones en una parte de la tierra. Pero no podrá hacer otra cosa que complicar y agravar su propia crisis.
Por consiguiente, la burguesía trata de estabilizar también el régimen burgués desde el punto de vista pedagógico, pero sin verdadera pedagogía, porque, en el fondo, ese régimen vivía de la moral y de la pedagogia religiosa. Un moderno concepto del hombre no puede separarse tampoco de la cuestión primordial. Cómo me alimento. Cómo me aposento? etc.
La nueva pedagogia está ligada a la transformación del salario del hombre, de las relaciones del trabajo en el seno de la producción, y a la socialización de los instrumentos de producción. Todo lo demás es un llamamiento a la buena voluntad de los maestros de la sociedad bur