Marxism

32 Amauta ma de cultura, por que su verdadera riqueza no consiste solamente en la abundancia de vocablos, sino en su aptitud expresiva, en su propiedad de combinar fecundamente sus palabras llenas de ideas, en el fino engarce sintáxico que le permita expresar los pensamientos más hondos y los más delicados matices del sentimiento, así como todo lo que ha ganado la cultura contemporánea.
El lenguaje y el pensamiento escribía Unamuno van indisolublemente unidos, puesto que son en el fondo una sola y misma cosa. No cabe pensar sino con palabra y toda palabra supone pensamiento.
El pensamiento y el lenguaje se hacen mutuamente, y así, decir que para cada pueblo el mejor idioma es aquel en que encarna su pensamiento, equivale a decir que para cada pueblo el mejor pensamiento es el suyo propio. Mas chemos de decir que el pensamiento del pueblo bosquimano sea superior al del pueblo inglés y que no progrese en pensamiento, respecto a su padre un bosquimano si se le enseña a pensar en inglés desde niño. Unamuno. ENSAYOS. Por otra parte, conviene recordar que los idiomas son como los organismos vivos: tienen una infancia, una edad madura, y mueren. el quechua, al que ha faltado madurez, permaneció hasta hoy, agonizando, en su edad infantil. Su número de vocablos es deficiente. Su capital de ideas propias no ha aumentado dentro de sí mismo. En quechua no hay, no pudo haber, palabra para significar el automóvil, el radio, el racionalisino castesiano la teoría de Einstein, la sicoanálisis de Freud, el marxismo, ni la literatura de vanguardia. que conste que no le da importancia y valor a un idioma para que éste tenga vida exuberante, la copiosidad en vocablos hechos y provistos ya del marchamo literario. como dice Unamuno, sino que habrá de valerle el rendir un buen rédito de ellos cuando hagan falta Como el quechua fué el idioma de un pueblo cuya cultura desapareció o mejor dicho, se trasformó radicalmente con la conquista española, la desaparición o transformación de esa cultura ha determinado a su vez la muerte del quechua. no porque aún se hable quechua en algunas comarcas atrasadas del Perú, se ha de afirmar que el quechua no pertenece al grupo de las lenguas muertas. En el Perú no se piensa actualmente, no se pensará felizmente, en quechua. Los mismos fanáticos indigenistas, no escriben en quechua, ni piensan en quechua. No se vive, ni se ha de vivir en el ambiente histórico de las viejas culturas indígenas, por mucho que esas culturas admirables, constituyan el orguHo de un pueblo que, mediante la memoria de su pasado, adquiere personalidad histórica y plena fe en su porvenir, conciencia y confianza en su destino. si se anhela que el Perú se modernice, si se ha de peruanizar el Perú, tal proceso implica la occidentalización, la europeización del Perú, de su actual estado social. Esto puede alarmar y suscitar las protestas de algunos espíritus regionalistas y de algunos pensadores de campanario o de aldehuela, que viven encariñados con el recuerdo del Incario, creyendo que puede formarse una cultura, un espíritu nacional, oponiéndose al libre ingreso de los elementos espirituales y materiales de otras culturas y resistiéndose a aceptar la fecunda influencia de las ideas y hechos de nuestro tiempo, como quien pretendiera salir de un pozo sin necesidad de escalas, ni de cuerdas, ni de poleas, sino simplemente con sus propias fuerzas, tirándose de las orejas. Así mismo, si se ha de renovar, modernizar y civilizar a esa parte de los pobladores del Perú, que viven oprimidos y explotados, al margen de la cultura de